Sí, hay #orgulloabstracto. Y dentro de ese mundo, como en todos, siempre está el más puro, el supremo. El Suprematismo. Pero para hablar de él os propongo ir al Teatro Restaurant Luna Park de San Petersburgo que hoy, 3 de diciembre de 1913, hay ópera. 
La obra se titula “Victory over the sun”, con música de Mikhail Matyushin, el libreto escrito en zaum por Aleksei Kruchonykh, un prólogo agregado de Velimir Khlebnikov y un diseño de escena a cargo de Kazimir Malevich. Se trata de una ópera futurista.
El zaum es un lenguaje poético experimental caracterizado por su indeterminación en el significado. No tiene reglas gramaticales ni convenciones semánticas, ni norma de estilo. Su universalidad se basa en la idea que los sonidos son anteriores a los significados.
En “Victoria bajo el sol” se pone de manifiesto por primera vez la estrecha relación entre poetas y pintores y que se mantendrá durante toda la etapa del constructivismo ruso, tomando los pintores el cargo de escenógrafos. (decorados)
Las luces se encendieron en el teatro del Luna Park en San Petersburgo sobre un telón con retratos dibujados de los tres creadores de la primera ópera futurista de la historia: Mikhail Matiushin, Aleksei Kruchenich y Kazimir Malevich.
El libreto original presenta multitud de sutilezas: errores sintácticos, falta de signos de puntuación, frases incompletas, uso indistinto de mayúsculas y minúsculas, todo adornado con juegos de palabras y términos inventados.
Se trata de una ópera en dos actos con un total de 6 telones como decorados.
La ópera narra cómo una banda de “futuros campesinos” proponen destruir la razón, disponiendo del tiempo y conquistando el sol, a partir de un elenco de personajes extravagantes. Spoiler 1: la obra finaliza con un avión estrellándose contra el escenario.
El vestuario y la escenografía, a cargo de Kazimir Malevich se basa en telones de fondo con formas cónicas y espirales y de trajes hechos de cartón que parecían armaduras y los actores llevaban las cabezas cubiertas con “máscaras-tocados” con clara influencia cubista.
Spoiler 2: El público no reacciona bien. Es más, incluso algo violento. Demasiada revolución acumulada en una noche: música futurista, un texto sin sentido y unos decorados y vestuarios rarísimos. Y encima con un cuadrado negro que nadie entiende.
Lo cierto es que el primer Cuadrado Negro aparece en el decorado de la ópera “Victory of the sun” de 1913 formando parte del telón y del vestuario de uno de los personajes. Es el sol el que tiene forma de cuadrado negro en lugar del tradicional círculo rojo
“Ese dibujo –escribirá Malevich más adelante y retrospectivamente– será de gran importancia para la pintura. Lo que entonces surgió de manera inconsciente hoy trae frutos inusitados”.
“El telón representa un cuadrado, el germen de todas las posibilidades, la forma que en el curso de su desarrollo alcanza una fuerza gigantesca. Es el padre del cubo y el círculo. Sus fragmentaciones aportarán a la pintura una cultura asombrosa”.
Dos años después, el 19 de diciembre de 1915, en la Exposición “La Última Exposición Futurista. 0.10”, Malevich exhibió 39 lienzos, con su Cuadrado Negro en el centro, colgado en lo alto de la pared, en la esquina de la habitación en la llamada “esquina hermosa”
Su posición no es en vano. Y es que aunque para muchos puede no significar nada, ese sería el lugar sagrado donde se colocaría un icono religioso ortodoxo en una casa tradicional y rural rusa. El punto cero que trascenderá a todo el arte anterior.
La obra es un óleo sobre lienzo de 79,5 x 79,5 cm y a día de hoy se halla en la galeria Tretyakov de Moscou. Y aunque está datada en 1913, probablemente la pintó en 1915 (tal vez pensando en su futura reputación como padre de la abstracción)
El Cuadrado Negro no es solo la primera pintura de un nuevo movimiento. Es totalmente diferente a todo lo que se había visto antes. Malevich lo promovió como signo de una nueva era y lo vio comenzando desde cero.
Por eso añadió el “0.10” al título de la exposición de 1915. El 10 hacía referencia al número de artistas expuestos aunque luego éste aumentó hasta los 14.
Malévich escribió en 1927 en su libro “The Non-Objective World”: "En el año 1913, tratando desesperadamente de liberar al arte del peso muerto del mundo real, me refugié en la forma del cuadrado"
La revolución artística que estaba provocando Malevich parece reflejar la revolución social que estaba llegando a Rusia. Malevich no pretendía que el Cuadrado Negro fuera una representación de algo real, sino el símbolo de una nueva era naciente. (dijujos Malévich)
No hay una forma correcta o incorrecta de verlo. Puede ser una ventana abierta a la noche. O simplemente una forma negra sobre un lienzo blanco (que es más de lo que pretendía Malevich). (dijujos Malévich)
Malevich se propuso cambiar para siempre la idea de que la pintura tiene que representar la realidad. Es intrigante pensar cómo hacer algo simple o incluso aparentemente aburrido, a veces puede ser revolucionario.
El Cuadrado Negro se pintó homogeneamente sobre una pintura que casi tenía acabada, que a la vez se sobreponía a otra, pero aún no seca proceso que llevó al craquelado que muestra la obra. Así, las grietas visibles en el negro las había creado el mismo artista desde el inicio
Malevich pintó otras 4 versiones de su Cuadrado Negro. En la misma exposición había otra versión, hoy desaparecida, de entre 30-35x30-35 cm. En 1924 pinta una nueva versión para la Bienal de Venecia y expuesto en el Museo Ruso de Sant Petersburgo (106x106)
En la Tretyakov hay tambien otra versión de 1929 de 80×80 cm. La última versión se halla en el Hermitage de San Petersburgo. Datada en 1930 y de 53,5×53,4 cm. No es descartable que existan o existieran otras versiones.
El Cuadrado Negro se convirtió en el motivo de Malevich, incluso en su logo o marca registrada. En su obra posterior, cuando volvió a la pintura figurativa (a menudo de campesinos y trabajadores), firmó algunas de ellas con un pequeño cuadrado negro.
En 1930 Malevich fue acusado de “formalista”, interrogado y encarcelado durante dos meses. Su obra desapareció de la vista del público y el realismo social patrocinado por Stalin adoptado como el "arte oficial" de la URSS. El Cuadrado Negro no se exhibiría hasta la década de 1980
En los cuentos populares rusos la medición del tiempo se señala a través de la figura simbólica del caballero: el día, simbolizado por uno con caballo blanco; la tarde, simbolizado por uno con caballo rojo, y la noche es un jinete con caballo negro.
Sus tres cuadrados, el negro (1913-15), el rojo (1915) y el blanco (1918) se corresponden según Málevich a las tres etapas del suprematismo. La transformación física y espiritual en busca de la supremacía del sentimiento puro
El Cuadrado Rojo o “Realismo pictórico de una mujer campesina en dos dimensiones”. 1915. 53x53 cm. Museo Ruso de San Petersburgo. La guerra, las huelgas generales y las revueltas forman parte del día a día de Rusia. La Revolución
El Cuadrado Blanco. “Suprematist Composition: White on White”. 1918. 79,4x79,4 cm. MoMA. New York. Pintado un año despues de la Revolución de Octubre. El blanco, color del infinito, un mundo utópico de forma pura. “El blanco mar libre, el infinito, está delante de ustedes”
La ópera había abierto nuevas ideas sobre lo que podría ser el arte. Retrospectivamente, Malevich declaró que su telón de fondo para el segundo acto y la quinta escena de “Victory over the Sun” fue la primera exhibición pública del suprematismo.
La ópera cierra con este mensaje: “todo está bien lo que empieza bien y no tiene fin”, pero en una mezcla de diferentes lenguas europeas: “alles ist bien was good nachinaetsia et hat no finita”
Fuentes:
revistadigital.csmvalencia.es/wp-content/upl…
Tate Modern
MoMA
Libreto:prlib.ru/en/node/357723
Visionado:
revistadigital.csmvalencia.es/wp-content/upl…
Tate Modern
MoMA
Libreto:prlib.ru/en/node/357723
Visionado:
Dos añadidos como extras:
Entre 1617-21, Robert Fludd (1574-1637 Inglaterra), médico, alquimista, astrólogo, matemático, escribe la obra “Utriusque Cosmi … metaphysica, physica atque technica Historia”.
En una de las versiones de aquel primer “Cuadrado negro” exhibía en cada uno de sus bordes blancos un texto en latín, “et sic in infinitum” (y así hasta el infinito).
En 1921, Aleksandr Ródchenko, influido por Malévich, lleva desde 1915 buscando crear una obra que no contenga ni objetos reales, ni idea ni sentimiento alguno, Un arte puro que tan solo remita a la pintura en sí.
Esta idea le lleva a realizar tres lienzos con los colores primarios de 62,5x52,5 cada uno. No quiere representar nada más allá del cuadro en sí. “He llevado a la pintura a su final lógico. Se acabó”. Cada plafón mide 62,5x52,5 cm
“Color rojo puro, color azul puro y color amarillo puro”, con el título colectivo de “la muerte de la pintura”. El color por fin se ha liberado de la forma. No hay líneas ni mezclas de colores
Los tres lienzos fueron sus últimas obra pictóricas. La pintura no tenía futuro. A partir de ese momento su arte seria construir en (y para) la realidad (Constructivismo)
Todo había empezado con un telón y un cuadrado negro.
Y hasta aquí el hilo para celebrar hoy el #OrgulloAbstracto #OrgulloArteContemporáneo
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