Thread by @manuelhborbolla

Leo comentarios de mexicanos que respeto y me parecen increíbles algunas de las críticas por la iniciativa de acotar a la DEA en México, por el enojo en EE.UU., tras el caso Cienfuegos.

Tenemos tan asimilada la hegemonía gringa que algunos se sienten mal por enojar a Washington.

Durante décadas, la DEA ha cometido múltiples abusos en territorio mexicano. La masacre de Allende, uno de los episodios más trágicos del pasado reciente y que significó el exterminio de un pueblo entero, se detonó precisamente por un operativo de la DEA.

propublica.org/article/allend…

La DEA nunca se hizo responsable por la masacre de Allende. No hubo el más mínimo reproche ni se le exigieron cuentas, porque el gobierno mexicano intentó mantener oculto uno de los episodios más sanguinarios de la 'guerra contra el narco'.

La detención de Salvador Cienfuegos sin conocimiento del gobierno mexicano, fue un exceso de la DEA. Una detención de ese nivel pudo ser factor de desestabilización en México, ante las presiones internas y la molestia de mandos militares, que en parte explican el reclamo de la 4T

Si bien es cierto que la liberación de Cienfuegos, acusado de narcotráfico, deja mal parada a la 4T y su discurso anticorrupción, geopolíticamente México no podía permitir que la DEA tenga esos alcances. No se les expulsó, apenas se les acotó, y eso ha generado reacciones.

Quienes hemos ahondado en las dimensiones históricas del fenómeno del narcotráfico, sabemos muy bien el papel que han jugado las agencias de inteligencia de EE.UU. en la administración del negocio de la droga.

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El caso más emblemático, sin duda, ha sido la investigación del periodista Gary Webb, asesinado tras revelar cómo la CIA se alió con el Cártel de Guadalajara para inyectar dinero del narcotráfico y entrenar grupos que participaron en la contraguerrilla en Nicaragua.

No nos hagamos. El negocio multimillonario de la venta de drogas opera con la anunencia de las altas esferas del poder político y económico en EE.UU. La falta de castigo a los bancos que lavaron dinero del narco, es otro ejemplo emblemático de cómo opera este esquema.

No en balde, Genaro García Luna incluso era socio de altos mandos de agencias de inteligencia en EE.UU. en negocios privados relacionados con la venta de equipo de espionaje. ¿Alguien ha escuchado que se les imputen cargos a esos personajes o que estén siendo investigados?

Buena parte de la narrativa del narcotráfico dictada desde Washington desde hace un siglo, tiene un componente geopolítico, para someter a México a los intereses de EE.UU. La política de prohibición y reciente legalización de la mariguana es un caso ilustrativo en este aspecto.

Todos esos factores están en juego, dentro de la decisión de acotar a la DEA, aunque rara vez se mencionan en los medios de comunicación, precisamente, por la manera en que opera la hegemonía estadounidense y sus alcances en las altas esferas de la política mexicana.

Y si no me creen, vean la enorme preocupación que genera en algunos sectores con espacios de privilegio en los medios de comunicación, respecto a la felicitación a Joe Biden. Muchos estaban dispuestos a ponerse de tapete desde el primer instante.

Por eso me parece de llamar la atención, cierto pudor que leo en algunos análisis sobre este asunto. Dicen algunas voces críticas, que este no era el mejor momento para acotar a la DEA. ¿Entonces cuándo? La transición en EE.UU. genera condiciones para hacerlo.

Me parece sano que México pinte su raya y defienda su soberanía frente a EE.UU. También es cierto que hacer esto implica ciertos riesgos, y más aún, cuando los neoliberales pusieron al país en manos extranjeras, como ocurrió con la entrega de sectores estratégicos como la banca.

Eso lo vimos claramente en 2019, cuando Donald Trump amagó con reventar la economía mexicana imponiendo aranceles, como mecanismo de presión para que México modificara su política migratoria, lo cual, dicho sea de paso, lograron cambiar sometiendo a López Obrador.

La hegemonía de EE.UU. sobre México es un factor innegable con el cual debemos lidiar. Pero por eso mismo, me parece lamentable leer críticas que, pese a sus buenas intenciones, parecen tener demasiado asimilada esta hegemonía como si fuera algo natural.

Durante más de una década, México ha puesto cientos de miles de muertos de la guerra contra el narcotráfico mientras EE.UU. hace negocio con la venta de armas y el alto consumo de drogas.

El podrido régimen que convirtió a México en una fosa clandestina, fue respaldado por EE.UU., por así convenir a sus intereses, como vimos claramente con la reforma energética, que fue redactada en las altas esferas de Washington como parte de su política de seguridad energética.

Lo mismo ocurrió con la matanza en Bavispe, que hoy cobra nueva vigencia con el informe que presenta la 4T. Hace un año hubo voces en EE.UU. que incluso hablaban de intervenir militarmente en México con el pretexto de contener la violencia.

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Parece que muchos mexicanos omiten estas cosas a la hora de opinar sobre las consecuencias de la desigual relación de poder que existe entre México y EE.UU.

Sacudirse la hegemonía gringa desde luego implica un riesgo, necesario, desde mi punto de vista.

En mi experiencia, es muy difícil lograr respeto si a las primeras de cambio te pones de tapete para ser pisoteado. El servilismo de las últimas décadas ha demostrado ser contraproducente.

Y si se enojan en Washington, que se enojen.

México debe actuar firme y asertivo, sin buscar conflictos, pero dándose a respetar.

Entre las personas como entre las naciones, el trato cordial se construye con la buena disposición de ambas partes.

No puede existir cordialidad cuando impera el sometimiento de uno sobre otro.