La vacunación contra #COVID19 no es una cuestión de “creer” o “no creer” en tal o cual vacuna. Esto se trata de ciencia y la ciencia se basa en evidencia y en datos que sean accesibles. Es bastante simple: cualquier suspicacia se desarma rápidamente con información clara.👇🏼
Todas las vacunas están en fase experimental y reciben aprobaciones de emergencia, porque ninguna terminó los ensayos. Ahora, el mensaje mediante el cual ANMAT recomendó la autorización de emergencia de la vacuna SputnikV no es un informe técnico, es un memo que carece de datos👇🏼
Eso es lo que se ha hecho público, y es muy probable que detrás de ese mensaje exista un informe técnico detallado, como en el caso de la vacuna de Moderna y la FDA, cuyo informe es público y cuenta con más de 60 páginas. ESTA es la información a la que se debiera tener acceso.👇🏼
La realidad es que no es la ANMAT, como organismo técnico quien aprobó la SputnikV, sino que el Ministerio de Salud, un organismo político, es quien autorizó su administración.👇🏼
Si bien esto está amparado en el art 9 de la ley 27573, que critiqué mucho cuando se debatió la ley, este no es el procedimiento regular de aprobación de ANMAT para nuevos medicamentos y vacunas. Por eso es tan importante la transparencia y el acceso público a los datos.👇🏼
No dudo que la SputnikV sea una vacuna eficaz y segura. Pero la mejor forma de desarticular la desconfianza es con datos. Si esos datos están, por qué no son públicos y accesibles? Las dudas se despejan con evidencia científica e informes transparentes.👇🏼
La sociedad civil, organismos y otras instituciones tienen derecho a exigirle al Estado transparencia y rendición de cuentas. No perdamos eso de vista cuando quieran instalar la idea absurda de que por solicitarlo, cualquiera se transforma en un enemigo.
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