La defensa de la soberanía monetaria no es un capricho. Es un elemento crucial de la política económica. Contar con soberanía monetaria permite al Estado decidir qué recursos se movilizan.
Si eres un economista neoclásico la oferta monetaria es algo que surge espontáneamente o está allí no se sabe muy bien cómo y cuándo llegó.
Desde esa perspectiva vale casi cualquier cosa como moneda: el dinero mercancía, el oro, el Bitcoin, los dólares de USA o el euro. Siempre algo que no controle tu gobierno.
Pero si quieres un gobierno que pueda ofrecer alternativas económicas reales, que pueda resolver el problema del paro, responder a la pandemia, plantear un cambio de modelo productivo, o responder al cambio climático entonces necesitas soberanía monetaria.
No nos engañemos: la soberanía monetaria no es un bien caído del cielo. Se ejerce. Es una decisión política.
La soberanía monetaria es el complemento de la política fiscal. Cara y cruz, los dos filos de unas tijeras que no cortarían si falta uno, caras cóncava y convexa de una misma cosa.
La soberanía monetaria permite decidir al Estado qué recursos se movilizan al servicio del interés público. Puede ser un programa de inversión en universidades e I+D, un programa de infraestructuras o un plan de empleo garantizado.
La ventaja de la soberanía monetaria es que el Estado no está constreñido por una restricción financiera sino real. Ejemplo: España quiere construir 10 portaaviones (no abogo por ello). Si está dentro del € posiblemente no le dejen las reglas fiscales de los tratados de la UE.
Pero, si está fuera del € y tiene sobrepeso monetaria entonces la respuesta es sí porque tenemos astilleros y expertos en construcción de buques que además están con poca carga de trabajo.
Por tanto la soberanía monetaria es fundamental para que el Estado pueda maximizar el bienestar de la gente. Es más, afirmo que no hay una verdadera democracia sin soberanía monetaria.
Entonces la pregunta es ¿Por qué nos venden la moto de que el euro contribuye a nuestro bienestar? Claramente el rendimiento de la economía española ha sido subóptimo desde que entramos en el €: burbuja inmobiliaria, pinchazo, largas recesiones, deflación, paro.
Nuestro Estado ha sido poco resolutivo y eficaz en la gestión de la pandemia: se prioriza el equilibrio presupuestario, se confía en unos fondos que no acaban de llegar y la epidemia se extiende sin control y con hospitales saturados.
Privar a un estado de soberanía monetaria tiene consecuencias...y no son buenas.
Pero no es inocente. Se trata de coartar al Estado, de dejar las grandes decisiones sobre las prioridades de nuestra sociedad a una oligarquía capitalista, de crear una sobre oferta de trabajadores desesperados, de matar la democracia.
Lo explica John F Henry: el fraude forma parte de la estrategia para asegurar el dominio de una clase sobre las demás. A la población española se la engaña miserablemente sobre el € desde la prensa, la tele, los "expertos" economistas,...
Defender la soberanía monetaria es defender tu democracia y tu bienestar.
*soberanía (sobrepeso es lo que tenemos estos días de comilonas)
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