Thread by @EugenioManuel

El primer hilo-reseña de 2021 es para “Por qué creemos en mierdas”, de @RamonNogueras en @kailaseditorial.

Esta inteligente obra de Ramón aborda las razones psicológicas que están detrás de que acabemos tragándonos supercherías, bulos y cualquier tipo de pseudociencias. De hecho, el subtítulo reza: “Cómo nos engañamos a nosotros mismos”

Desde hace más de una década estoy metido en varios movimientos organizados de escepticismo. He consumido una gran cantidad de literatura al respecto, pues en diez años te da tiempo a hacer muchas cosas.

Pero he de reconocer que sobre el aspecto de la psicología he indagado menos. Ojalá pudiésemos especializarnos en todo. Ramón nos deja esto claro (para que no nos sintamos mal):👇

“Y, como no tenemos tiempo de leer todos los libros ver todas las películas y estudiar todas las carreras, nos tenemos que dirigir a fantásticos resúmenes en tono divulgativo como el que hace este libro”.

Como digo, el autor deja claritas muchas cosas. Para empezar nuestra forma de ver e interpretar el mundo. El título del primer capítulo es, en este sentido, maravilloso:

“Nosotros somos seres racionales (de los que toman las raciones en los bares)”

Porque, no nos engañemos, algunos de nuestros planteamientos (no nos salvamos ninguno) son de vino, queso y tasca. Y palillo de dientes para reafirmarnos mientras miramos al infinito.

“Casi todo lo que pensamos acerca del mundo es incorrecto. Y eso es un coladero ”

Nos recomienda la obra “Pensar rápido, pensar despacio”, del premio nobel de economía Daniel Kahneman, un libro fundamental en el mundo del pensamiento crítico.

Retoma el concepto de sistema 1 y sistema 2 de pensamiento del libro de Kahneman. Va captura de contraportada de su libro en @debatelibros, con esta idea.

Mientras que el sistema 1 es rápido, intuitivo y emocional, el sistema 2 es más lento, deliberativo y lógico. Aquí tenemos una de las razones por la que pensamos de manera poco racional en situaciones cotidianas: 👇

“El Sistema 2 es mucho más lento que el 1, que es la razón por la que el 1 es el más usado en el día a día”.

Son muchos los medios que me contactan para que les hable de la conspiración lunar. Una pregunta recurrente es parecida al título del libro: ¿por qué hay gente que piensa que no hemos llegado a la Luna?

[Break] Hilo sobre esas hipótesis:

https://twitter.com/EugenioManuel/status/1149621297103527941?s=20

En estas ocasiones doy varias razones, entre ellas que la gente no va con tiempo a la hora de pararse a analizar todas las hipótesis. Suelo afirmar que esos cinco minutos que tiene mucha gente no los usa en razonar, sino en echar un ojo rápido a titulares y compartir sin más.

Pero me gusta mucho más la frescura y poca vergüenza de Ramón a la hora de expresar este problema, sin reparos a la hora de usar tacos o frases hechas. De hecho, es una constante en sus redes y conferencias:👇

“[...] vamos muchas veces por golpes de lo que llamamos intuición, a carajo sacado, guiándonos por información”.

Porque para llegar a la gente lo mejor es hablar como lo hacemos en la calle. Porque en la calle nos hacemos una película sobre el mundo que puede estar equivocada y “una vez formada una opinión, no la movemos ni a tiros: da igual la evidencia que nos pongan delante”.

Y no debemos sentirnos mal por eso. Parece como si ahora la gente creyese más en tonterías que nunca, como si los bulos y supercherías estuviesen más presentes. Para nada, es otra cosa que el autor tiene clara: 👇

“Creer en mierdas es algo humano y universal: es nuestra tendencia por defecto. No es un fenómeno nuevo; no es «la posverdad» ni nada que haya aparecido ahora con las redes sociales y los smartphones. Ha estado ahí siempre”.

En el capítulo 2 el autor explora cómo nuestra mente intenta buscar explicaciones a los sucesos y, por esta razón, se nos cuelan todo tipo de chorradas. Vemos patrones y, con ellos, creemos entender un fenómeno lo suficientemente bien hasta que se nos fija en el cerebro.

“Una vez que vemos algo y hemos producido una explicación para ese suceso, cuesta muchísimo no seguir viéndolo”.

Las supersticiones, por ejemplo, no son más que el reflejo de esta tendencia de buscar explicaciones, “nos dan una sensación de control sobre el mundo y muchas veces creemos las cosas en función de cómo nos hacen sentir, más que de la información disponible”. Y caemos todos.

A veces, incluso queremos sentirnos especiales... 👇

“Queremos creer que es visible [hablando de la Gran Muralla China], queremos creer que hemos hecho algo tan grande que lo podemos reconocer desde el espacio,...

...que si los alienígenas pasaran por aquí podrían verlo y decir: «Uau, eso es un pedazo de muralla, qué tíos: qué cojonudos son, hacen cosas que se ven desde el espacio». Y esta emotividad, este deseo, altera nuestra percepción”

Hay lugar —y mucho— para las matemáticas en “Por qué creemos en mierdas”. Por ejemplo, para uno de los aspectos que más he trabajado en los últimos años. Precisamente relacionado con el hecho de que somos malos hipermalísimos a la hora de determinar probabilidades. 👇

“La Ley de los Grandes Números [...] explica muy bien por qué a veces creemos que hemos tenido sueños proféticos cuando ocurre una catástrofe. Básicamente la ley afirma que es probable que sucedan acontecimientos poco corrientes si hay muchas oportunidades de que ocurran”.

“Dado que las cosas malas ocurren prácticamente a diario y hay miles de millones de personas soñando, es casi seguro que, para cada catástrofe o acontecimiento relevante que pueda suceder, alguien, en alguna parte, haya tenido un sueño que se pueda interpretar como relacionado”.

Y es que tenemos un “recuerdo selectivo”, es decir, vamos a recordar aquello que nos ha llamado la atención y que relacionaremos de manera incorrecta. Hoy he pensado 25 veces en mi amigo X, pero solo recuerdo cuando pensé en él a la par que recibía su WhatsApp...

Por otra parte, el asunto emocional hace también de las suyas a la hora de evocar uno u otro recuerdo... 👇

“Manejamos la información negativa de un modo muy diferente de la positiva... [sigue]

... Estamos especialmente enfocados a fijarnos en lo malo y esto facilita que creamos en mierdas. Perder dinero, perder una relación o ser criticados tienen un impacto emocional mayor que ganar dinero, hacer amigos o que nos elogien”

En esta línea, me ha resultado curioso leer estas 11 noticias más leídas en @rotaaldia. Pues resulta que 8 de 11 son negativas, casi un 73 %. Qué razón tienes, @RamonNogueras. rotaaldia.com/art/30228/las-…

Añadamos que somos muy guays, los mejores pensadores, como nosotros no razona nadie... claro, claro... Pues no es así. Hablamos del sesgo de superioridad ilusoria.

Se trata de un tipo de sesgo egocéntrico que señala “nuestra tendencia a pensar que somos mejores que el resto”. Con un par de puntualizaciones a esto. 👇

1. “[...] las personas que tienen una baja competencia en algo, o un conocimiento escaso, son menos capaces de darse cuenta de lo poco que saben y, por ello, es más probable que se vean a sí mismos como alguien más competente de lo que es”. Anda que no.

2. “[...] las personas que tienen un cierto nivel de pericia en un área se dan cuenta de todo lo que no saben o de la habilidad que les falta por adquirir y suelen tener una visión más realista, o incluso algo inferior, de su propia capacidad”. Noniná.

Con el capítulo 2 llegamos a la conclusión de que “somos procesadores rápidos, la mayor parte del tiempo. Y la rapidez tiene un precio”. Por mucho que intentemos lo contrario, “pensamos de manera emocional sobre el mundo”.

Es cierto que unos lo hacen más que otros, ya lo sabemos, no nos sintamos atacados con esta conclusión. Pero lo cierto es que hay gente a la que este asunto se le va de las manos: 👇

“[...] creer en gilipolleces es como una politoxicomanía: una vez empiezas a creer en una, te caben todas las demás”

Esa frase magistral, Ramón (para enmarcar) la suele usar en charlas y cursos. De hecho, vamos a enmarcarla.

La frase aparece ya en el tercer capítulo. Este, con diferencias, es que más visión me ha abierto respecto al mundo del pensamiento crítico. Por el buen enfoque e importancia que le otorga al concepto de “disonancia cognitiva”, introducido por el psicólogo Leon Festinger.

“Mucha gente considera que, como son personas racionales, cambiarían su punto de vista si les demostraran que están equivocados. Pero la realidad es que no y que incluso justifican sus posturas más tenazmente”.

“La disonancia cognitiva es una sensación desagradable que tenemos cuando mantenemos dos cogniciones que son psicológicamente inconsistentes”.

Para que lo entendamos, pone el ejemplo del fumador con dos pensamientos encontrados: “«Fumar es malo para la salud y podría matarme» y, al mismo tiempo: «Yo fumo dos paquetes diarios»”. 👇

Aquí esta la disonancia cognitiva: “Las dos ideas no casan entre sí, ni casan con la idea que probablemente tiene de sí mismo como alguien racional que no se haría daño aposta”

Para sentirse menos imbécil, “el fumador puede reducir la disonancia convenciéndose de que fumar no es tan malo, que de algo hay que morir o que el riesgo vale la pena porque así se relaja o que, si lo dejara, ganaría peso…”

Y todos, repito, TODOS, caemos en esto. Yo bebo cerveza a diario. Sé que el alcohol es malo. CABEZA EXPLOTANDO

Sin embargo, nos fijamos en las disonancias de los demás y se las lanzamos a la cara, lo que viene siendo ver la paja en el ojo ajeno. 👇

“Es una cosa que se tira constantemente en los campos de batalla de Internet, donde la gente le diagnostica sus disonancias a los demás como si fueran una enfermedad. Y no lo es. Es una conducta humana normal ”.

Gracias, Ramón, necesitaba oír eso.

¿Qué hacemos al final? Engañarnos:

“El sesgo de confirmación es la solución a la disonancia cognitiva y es lo que más importa cuando explicamos por qué creemos en mierdas y, sobre todo, por qué seguimos creyendo en mierdas, aunque nos demuestren que no son verdad”.

Incluso en la toma de decisiones:

“Una vez que no podemos deshacer algo estamos más seguros de haber hecho lo correcto”.

Cuando te compras un coche, una vez te dan la llave tiendes a pensar que es el más megachulo de todos.

Resumiendo, “todos los humanos somos iguales ante las disonancias cognitivas”.

Ya he destripado bastante “Por qué creemos en mierdas” y no quiero que @RamonNogueras me parta las piernas, que es un tío muy alto y fornido.

Así que no os contaré el extraordinario análisis que hace sobre las investigaciones policíacas. Me ha dejado con la boca abierta, casi no sabía nada de todo eso. Bestial.

Dedica además un par de capítulos a conspiraciones, virales, etc. Muy interesante y del que no os cuento nada por las razones aludidas dos tuits atrás.

“¿Y qué coño hacemos ahora?”, dice el título del último capítulo. Pues te regala unas pautas para poder pensar mejor, por decirlo de algún modo.

He pasado por muchas etapas en mi enfoque escéptico de la divulgación y, tal vez, en los últimos años me alineo más con la postura a la que nos invita Ramón: 👇

“A la hora de debatir con gente que cree cosas raras y de aportar información veraz, la historia es más importante que los datos. Presentar la información de manera beligerante, además, activa la disonancia cognitiva del otro, con lo que se cerrará en banda”.

Dicho de otra forma: no le digas al lector que es gilipollas. Más que nada porque, tal vez, el gilipollas seas tú. Yo, en este caso, como escritor. Aunque a veces es difícil en nuestra era del sentimiento de la ofensa.

Tras las lecturas en esta década, veo que nada tiene que envidiar @RamonNogueras a un par de clásicos que os comento en los dos siguientes tuits y que él mismo cita. 👇

“Por qué creemos en cosas raras”, de Michael Shermer. Libro principal si quieres comenzar a leer sobre el asunto del pensamiento crítico.

“Rarología”, del original y creativo Richard Wiseman.

“Por qué creemos en mierdas” se remata con la nota de humor de Victòria Subirana Milian, quien nos explica los “inconvenientes” que tiene vivir con un psicólogo.

Un libro ideal para el año 2021 y la que nos viene y, de paso, para bajarnos los humos y no tomarnos tan en serio nuestros propios "pensamientos".

Otro obra de consulta que debería estar en las estanterías de los socios y socias de @escepticos y @cescept. Enhorabuena, @RamonNogueras en @kailaseditorial.