Un día como hoy, pero de 1945, las tropas soviéticas entraron al campo de exterminio de Auschwitz para liberarlo. Solo encontraron 2.819 supervivientes, pues los nazis no tuvieron tiempo de matarlos y ya los consideraban demasiado débiles para evacuarlos a otros campos.
Hoy, es una fecha que no debe olvidarse jamás. La brutalidad y atrocidades, deben ser recordadas para que las nuevas generaciones no vuelvan a caer nunca, en regímenes que se alimentan de la división y violencia, como sucedió con el fascismo y el Nacional Socialismo.
Por lo anterior y aquí, en este hilo, plasmaré un recuento personal, que nació de la experiencia de visitar el campo de exterminio de Auschwitz y Birkenau para una investigación sobre el Nazismo en México, que he mantenido por más de 25 años 👇🏽
Los árboles que rodean el río están muertos desde hace años; nunca florecen. Tampoco crece el pasto. Nos rodea una bruma constante que huele a sudor y adrenalina, a piel quemada y a pesada muerte. Es un tufo de esos que golpean, que se alojan en la nuca, que no se olvidan nunca.
Este lugar maldito, albergó a millones de personas que veían reducida su expectativa de vida a 2 meses y medio de subsistencia. 90 días en promedio. 10 semanas. Sólo eso. El infierno en vida. Y la puerta nos recibe con su corona que dice “Arbeit Macht Frei” o “el trabajo libera”.
El nombre original del pueblo donde está asentado el campo, era “Oświęcim”, y se encuentra aproximadamente a sesenta kilómetros de Cracovia (más o menos la distancia que hay entre Toluca y la CDMX), y hasta donde se conoce, no formó parte de Polonia sino hasta el año de 1457.
Nicolás Copérnico aquí, enriqueció su teoría heliocéntrica del universo, casi en el mismo lugar donde años después se construyó un compendio de barracas militares que terminarían cambiando la historia humana para siempre y que comenzó con estratagema sucia y cruel...
Hitler, un joven estadista alemán bastante admirado en el mundo, envió a un comando de fuerzas especiales a la frontera para que asesinaran a sangre fría, a un grupo de pacíficos campesinos polacos.
Dicho comando, ejecutó la orden y con secrecía y sigilo, arrastraron los cadáveres hasta el lado alemán de la frontera, los desvistieron y les uniformaron con ropa del ejército alemán y tomaron fotografías, mismas que hicieron circular por todos los medios de la época.
Con la excusa de haber sido atacados, Alemania en represalia, comienza la operación técnica militar Fall Weiss, para anexarse el territorio polaco con una guerra relámpago, concretándose como la primera de las agresiones bélicas que la Alemania de Hitler emprendería.
La respuesta internacional fue contundente: Francia e Inglaterra le declararon la guerra a Alemania, convirtiendo esta otrora pacifica tierra, en el primer escenario de la Segunda Guerra Mundial, donde “Oświęcim” y su campo militar se tornaron convenientes por su geo localización
Hitler y sus generales ya la habían contemplado para concentrar tropas que les ayudarían en la defensa de su nuevo territorio, y velozmente, lo rebautizaron con el germánico “Auschwitz”.
Solo fue cuestión de tiempo, en que el complejo militar se transformara primero en un Konzentrationslager, y después, como parte de "La solución final", en campos de exterminio. siempre bajo un manto de la moralidad disfrazada que ocultaba en el fondo, maldad pura.
Cuando llegué al campo, eran cerca de las once de la mañana y me recibió el ambiente con un frío aterrador (-23º C) y un golpe de sinuosa fetidez. El traductor me advirtió: el campo es muy grande y más vale que no se pierda porque no queremos trabajar aquí cuando caiga el sol.
En la caseta que funciona como recepción, observo los tabiques rayados y pintarrajeados con motes y firmas. “Jimmy was here”, dice uno. Hay otros en portugués, en francés, en español e italiano. Hay mensajes en hebreo. No observo nada en alemán. Ninguno. Ni uno solo.
Comenzamos la marcha entre las innumerables barracas que se ciernen unas contra otras en un espeso celaje que lo envuelve todo en Auschwitz I, el centro administrativo deel complejo, compuesto de 3 campos principales (Auschwitz, Birkenau y Monowitz) y 39 subcampos y crematorios.
Ésta área fue estrenada con poco menos de mil prisioneros políticos polacos; miembros de la resistencia, intelectuales y “revoltosos”. Pero conforme transcurrieron los meses, los nazis comenzaron a llenarlo con otro tipo de prisioneros:
curas católicos, líderes comunales, gitanos, judíos, personas con discapacidades y homosexuales, llegando a mantener un flujo más o menos constante hasta su evacuación, de hasta 20 mil prisioneros, pues conforme morían, eran sustituidos para sacar el "máximo provecho productivo".
Con tanta nieve, la caminata resulta pesada. A pesar de la ropa térmica y botas especiales, el frío es brutal. No quiero ni imaginar vivir en esas condiciones con desnutrición, usando solamente un uniforme de preso y calzando unos zapatos viejos o unos toscos suecos de madera.
Bloque tras bloque, el ánimo va en decadencia. Cada nueva barraca se va tornando más y más bestial. Conocer de cerca una de las mayores brutalidades de la que ha sido capaz el ser humano, es una experiencia que te transforma desde el primer momento. Te cambia para siempre.
Los árboles que franquean nuestro paso, con sus troncos difusos y sus ramas a modo de brazos macabros que se alargan, parecen como si estuvieran implorando para que alguien los extirpe de este lugar. Y es que cada infierno tiene su ángel caído. El de aquí, fue Josef Mengele.
Josef Mengele, nacido el 16 de marzo de 1911 en Gunzburgo, fue una acaudalado cirujano y antropólogo de Baviera, que encontró en el Nacional Socialismo, una causa transformadora que le diera sentido a su vida burguesa aburrida.
Mengele, fue miembro joven de las SS (SchutzStaffel), y sirvió como galeno para tropas de montaña y en unidades de guerra, resultando herido en el frente Ruso, por lo que fue designado como lagerarzt, o médico de bloque, específicamente, el décimo del campo de concentración.
Durante 21 meses, el doctor Mengele hizo de este lugar, su infernal domino, pues no solo decidía quien vivía y quien era ejecutado de inmediato cuando llegaban al complejo hacinados en un vagón de ferrocarril, sino que a los vivos, los utilizaba en diversos experimentos mortales
Mengele utilizó a los reos como ratas de laboratorio para realizarles experimentos temibles, pues el Nacional Socialismo creía que tenían una guerra contra el tiempo: debían transformar a la humanidad rápidamente, o sus planes podrían ser frustrados.
Dentro de estos planes, estaba crear genéticamente al "hombre nuevo", que creyeron debía tener los los ojos azules, por lo que los nazis les inyectaban a los reos, diversos químicos en los ojos para ver si podían cambiarles de tonalidad.
Asimismo, experimentaban con gemelos y triates, pues deseaban descubrir el origen de su nacimiento múltiple, para ver si podían causar que más mujeres arias, parieran varios bebes al mismo tiempo; una guerra contra el tiempo, querían transformar al mundo en una generación.
Mengele además, los utiliza para sus psicópatas intereses: les extirpaba ojos de colores raros, para formar una colección de diversos heterocromas, o en falsas cirugías correctivas en personas con defectos físicos, los dejaba morir o los mataba con experimentos sádicos para ...
luego, disecar a cuanto enano, siamés, personas con elefantiasis y otros defectos se topara, para incorporar sus cuerpos en una muestra de esqueletos humanos mutados, que montó en Berlín.
Los experimentos incluían inyecciones de todo tipo de químicos en la nuca y el cuero cabelludo, para intentar hacerlos rubios, en el vientre, para buscar un método de esterilización masiva que permitiera la gradual desaparición de toda raza que no fuera aria.
Mengele sumergía a bebés, y adultos en agua helada para ver y registrar la muerte por hipotermia, o utilizaba reos para cooperar con experimentos “científicos” con la Luftwaffe (la fuerza aérea) al arrojar desde aviones a prisioneros y probar nuevos —e inservibles— paracaídas
Y también, sometieron a reos en aparatos con altísimas presiones para medir la hipotética capacidad de resistencia de cerebros humanos para medir la viabilidad de que los pilotos alemanes volaran en máquinas supersónicas, que aún no habían sido inventadas.
Junto a mi, en el frío de la nieve, se postra un hombre llorando. Me muestra su tatuaje en el brazo. Él sobrevivió al campo, y nos da más datos de los experimentos de Mengele, a quienes los prisioneros le llamaban el Todesengel, o el Ángel de la muerte.
continuará...
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Nada de disculpar al gobierno por el pésimo manejo de la pandemia, culpando a la sociedad "por no cuidarse" o "no gobernarse" ni nada de salirse por la tangente arguyendo que "han actuado bien, pero no han sabido comunicar". No, no, no, y no.
Las cuarentenas buscan disminuir el gran número de contagios comunitarios, pero NO son la solución. De hecho, son el ÚLTIMO recurso porque tienen impactos sumamente negativos en lo social (aumento de violencia doméstica, feminicidios) y económico (desempleo record).
Desde el inicio, desestimaron el problema. En lugar de prepararnos con presupuesto, material, equipo de protección y planes de escenarios reales, salieron con dense abrazos, protéjanse con detentes y no su visión más trágica, 60 mil muertos.
La última vez que les escribí de este tema, tuve que interrumpir porque, quizás lo recuerden, llevaba un tiempo tratando de ocultarme y justo cuando les revelé el sentido mágico del número 9
(el número eterno porque cualquier cosa por la que lo multipliques, la suma de su resultado, siempre te dará 9 de nuevo) cuando vi entrar al bar donde me encontraba, a unas personas que ya desde días antes, me parecía que me estaban siguiendo. ¿Lo recuerdan?
Como algunos ya lo saben, estudié un doctorado en mitología, demonología y ciencias ocultas por la Universidad de Glasgow, en el Reino Unido. Y pues aprovechando esta fecha tan inusual, abriré un hilo respondiendo algunas de sus preguntas sobre Halloween y día de muertos
En la línea de historia evolutiva del ser humano, en algún momento obtuvimos la inteligencia suficiente y la conciencia necesaria, sobre lo que sucede después de que morimos. Por ello, los humanos comenzaron a enterrar a los muertos.
Es parte de la cultura popular el creer que a partir de los egipcios, hace cosa de 5 mil años, se comenzó a enterrar a los muertos ritualísticamente, en sarcófagos y con las pirámides. No es así.
La pandemia no ha cedido. Los contagios siguen sumamente elevados. No se están haciendo pruebas suficientes y no se están tomando medidas adecuadas como modificar transporte público y quitarle ventanas y obligar a todos, a usar cubrebocas. No te confíes.
El virus puede permanecer flotando en ambientes cerrados como elevadores, aviones, vagones del metro, oficinas, autos. Reclama que toda la gente use cubrebocas. Evita hablar o contestar el teléfono en lugares cerrados pequeños como elevadores. Crea conciencia.
La correcta ventilación puede lograr que las "nubes" de partículas contaminadas con virus se esparzan y que la concentración viral que nos toque, sea baja (una partícula aislada puede caerte en los ojos y no te hace nada, diez millones, sobra decir, sería muy malo).
Hay mucha gente en la calle. Tendremos un julio negro. Si es inevitable que salgan, por favor, usen cubrebocas y lentes. En una situación de alto contagio, todos debemos considerarnos posibles portadores y el cubrebocas es una barrera física contra el virus. Aquí algunas medidas
1. El peligro no ha pasado, sigue presente y cada vez más cerca. 2. Lavarse las manos siguiendo los 8 pasos, con abundante jabón y agua. 3. Lavarse la cara con agua y jabón con frecuencia.
4. No llevarse las manos a la cara: el virus entra por los ojos, nariz, y boca. Si te tocaste la frente y sudas, el virus te puede infectar por una gota de sudor que pase por ojos, nariz o boca.