Thread by @icevainillaice

Se fue una época. Se fue la década en la que creímos que podíamos dejar el pasado olvidado y ser parte del primer mundo.
La década con más autoestima de la historia argentina
En la que política dejó de ser un debate de ideas y se convirtió en show.
Les dejo este hilo.

Se va la década que creyó dejar atrás un pasado que tildaban sobreideologizado y estatista en la que triunfaba para siempre el liberalismo “normalizado” por el consenso de Washington.
Con el apoyo de los alcahuetes mediáticos de la época. Y de muchos peronistas.

En la que se creyó que se podían enterrar los genocidios y olvidar la lucha de organismos de derechos humanos y la valentía del gobierno anterior de juzgar a sus responsables (digamos todo, valentía que sucumbió ante la presión por el punto final y obediencia debida)

Una década que nos enseñó que en nombre del pragmatismo todo era posible. La felicidad individual liberal necesitaba privatizaciones, desregulaciones y un capitalismo “moderno”. Para eso nada mejor Cavallo, si, el mismo que los macristas anda. hoy revalorizando.

Un pragmatismo ilusorio que nos hizo creer que éramos una potencia mundial. La autoestima argentina llegó a niveles nunca vistos. Argentina era una fiesta y un ejemplo del nuevo capitalismo post caída del muro.
El mundo nos admiraba. O eso creíamos.

El Presidente se convirtió en un personaje del jet set. No importaba que pensaba sino con quien se juntaba para brindar y celebrar la fiesta de un país moderno. Así, fotos cómo estás inundaban los medios gráficos

Y no solo eso. Las estrellas del mundo se sacaban fotos con el Presidente.

La argentina del 1 a 1 era la argentina en la que todos podíamos ser millonarios. O creer que era posible mirando las revistas. Un argentino accedía a una Ferrari.
El estado no era más una traba. Una década que fundó la meritocracia individualista cuando no se llamaba aún así.

Teníamos un presidente que podía ser todo. Futbolista, basquetbolista. Estrella de TV. Amigo de los poderosos

La idea que se habían desatado los nudos del estatismo y todo era posible. Todo. Hasta viajar por el mundo. Quien escribe, un pibe del interior realizó su primer viaje al exterior a fines de esa década. Una cosa con la que nunca había podido soñar.
Pero el sueño se terminó

Todo tenía un costo. El mercado como distribuidor de recursos generó altísimas tasas de desempleo, estancamiento y pobreza. Un gobierno de tibios, que apoyé, no se animó a cambiar nada y llegó el 2001. El funesto desenlace de la década menemista.

¿Dejó algunas cosas positivas? Seguramente si. Como la eliminación del servicio militar.
¿Dejó cosas negativas? Obviamente. La impunidad y la teoría del derrame que creia que con un estado mínimo se podía generar más riqueza y justicia social.
Todo en esta tapa.

Fue una década que marcó a una generación. Asumió cuando yo tenia 19 y me comprometió políticamente para siempre.
Hoy murio el símbolo de esa década.
Y recordé estas cosas un poco mezcladas (esto es tuiter y no un paper) de aquellos años.

Que, para los “progres” que creíamos que eso era el peronismo, pudo ser releída y evaluada a la luz del kirchnerismo.
Sin embargo hoy algunas ideas de aquel liberalismo individualista y pro Mercado volvieron a resurgir años después.
Las ideas del menemismo aún están vigentes.

Y como aquel pibe de 20, sigo militando por otros ideales. El menemismo fue una alianza que creyó “civilizar” al peronismo y fue celebrada más por los antiperonistas que por los peronistas.

El Kirchnerismo volvió a convertirlo en disruptivo. En herético y en el mal argentino qué hay que extirpar. El antiperonismo hoy vuelve por eso. Con menos ideas (ni siquiera se animaron a cambiarle el nombre al CCK) pero con el poder económico, judicial y mediático de siempre.

Con Menem se va, espero, el ultimo peronista que creyó que aliándose con el antiperonismo podría conseguir una Nacion socialmente justa, económicamente libre y políticamente soberana.