Thread by @icevainillaice

Murió Menem.
Y encontré muchos más antikirchneristas y macristas que peronistas valorándolo positivamente.
Una muestra de a quienes engañó y los intereses de quienes defendió.
De la grieta de los 90 y de la idea de reivindicación que viene proponiendo el macrismo.
Abro hilo

Después del 2001 hubo cierto consenso hegemónico: La crisis la originaron las políticas menemistas y la Alianza no había sido más que menemismo blanco.
Y aunque ganó las elecciones de 2003, el menemismo era para 3 de 4 argentinos, de distintos partidos políticos, el pasado.

Incluso fue el mismo peronismo el que evitó que volviera al poder.
Quedó un peronismo residual liberal reivindicándolo y una minoría de liberales, hoy identificados como libertarios que, ante su muerte, vuelven a exhibir su idolatría. Y Cavallo.

Sin embargo, esta casi unánime mirada critica, cambia hoy a la luz del kirchnerismo y del macrismo.
Su muerte reactivó la aún tibia idea de reivindicación que venía generándose desde las usinas macristas.
Quizás eso explique por que Pichetto se siente más feliz siendo macrista

Pero no es el único. El antikirchnerismo hace una relectura del menemismo con la que busca justificar su apoyo a Macri.
Como lo hace este columnista de TN.
Hoy el menemismo es reconstruido como un peronista republicano (?)

Otra de las estrategias que adoptan es reivindicar a Cavallo.
Un pasquin hecho por ex funcionarios de Macri públicó un reportaje que resultó ser un interesante atajo para asociar el macrismo al menemismo en lo que hace a apertura económica, desregulacion y progreso (?).

Ante su muerte, la prensa que lo apoyó es mucho más coherente. Lo sigue considerando un gran presidente.
Así lo explicita Infobae de Hadad y el periodista militante Eduardo Feinmann. Incluso Cristina Perez lo reivindica con críticas.

En cambio, otros periodistas militantes, lo reivindican solo para criticar al kirchnerismo.
Así lo expresa Luis Majul “fue mejor que muchos de los que hoy se llenan la boca insultandolo”.
Lo usa para criticar al oficialismo: al lado de Cristina, Menem es mejor.

Así, el kirchnerismo es hoy un lente que consigue que los más acérrimos opositores antik, votantes de Macri y otrora antimenemistas, maticen sus críticas, como afirma @mendieta, como para tomar una pseudo distancia crítica a la luz de la experiencia macrista, a quien votaron.

Una de las ideas que circula fue que con Menem no había grieta.
Olvidan que la irrupción del kirchnerismo en 2003 y su consolidación es la consecuencia de la grieta de los 90. Los excluidos generados por el menemismo se verán reivindicados por NK.
Sin Menem, no había Kirchner.

Y olvidan que con habilidad y carisma, Menem consiguió, en sus primeros años el apoyo del pueblo peronista para hacer lo que siempre quiso el antiperonismo.
El “supuesto “puente” de Corach ocultó la grieta.
Hasta que estalló. Y encontró un cauce político democrático en NK.

La grieta de los 90 tomó forma institucional con las políticas inclusivas y reivindicativas del kirchnerismo.
Es por eso que ayer las redes se llenaron de peronistas, incluso votantes de Menem, mirando la década a partir de sus vivencias concretas.
Esta fue la grieta.

Ocultada detrás del carisma de Menem, la grieta se plasma en estas dolorosas experiencias de la vida cotidiana.
El kirchnerismo (y el peronismo) nacen del sentido reivindicatorio ante una injusticia.
Esa injusticia fue la grieta de los 90.
Eso explica su éxito y consolidación.

El menemismo construyó un ejército de excluidos que no habían tenido opciones electorales de cambio, más que la tibieza de la Alianza. El kirchnerismo, no es el origen, sino el resultado de la grieta de los 90.
Pero como el macrismo quiere reivindicar a Menem, no lo pueden ver.

Los debates seguirán. Si el menemismo fue el peronismo neoliberal o si no fue peronismo. A la luz de la experiencia kirchnerista creo, como Jorge Aleman, que fue el intento de eliminar su carácter disruptuvo. Quitarle lo que para la oligarquia era lo revulsivo. Domesticarlo.

Reivindicarlo es hoy resucitar la idea de un peronismo domesticado. Que los macristas llaman republicano. Es querer excluir el conflicto que le dio origen en 1945: la injusticia social de una republica oligarquica. Muy similar al que le que dio origen al Kirchnerismo en 2003.

Hoy el menemismo (y Cavallo, su sobreviviente) es junto a Macri, la antítesis del kirchnerismo. Por eso los grandes medios y periodistas opositores lo reivindican.
Y les harán reportajes y saldrán artículos explicando las cosas buenas de la apertura económica al mundo liberal.

Y el peronismo, como desde sus origenes, se interesará más por las experiencias personales que exponen la grieta subterránea de los excluidos.
Los mismos excluidos que ocuparon el centro del sistema político en 1945 y en 2003.
¿Grieta?
No. La grieta la habían construido antes.