Thread by @ricestrada

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Los deportistas, las cascadas, los animales, los huracanes, las máquinas y las personas tienen algo en común: energía. La energía no es algo material que ocupa un lugar en el espacio, como los materiales. Es un tema cotidiano, la usamos y hablamos de ella desde pequeños.

Sin embargo, no la podemos ver, saborear, oler, oír, ni sentir, pero sí podemos experimentar sus efectos y las transformaciones que genera y de ella misma. La interpretación científica y tecnológica de la energía se aleja de su significado coloquial.

Definir a la energía, desde el contexto científico y tecnológico, es mucho más complicado que describir las características generales, comunes a todos los tipos de ella.

Podemos construir un concepto operativo de energía usando la siguiente analogía: todas las personas contamos con un talento: algunas bailan, otras dibujan, unas cantan y algunas reconocen canciones con sólo escuchar el inicio de ellas.

Una persona con talento tiene capacidad para hacer algo y hacerlo bien o muy bien; pero el talento no es algo material, es una habilidad de las personas.

La energía, así como el talento, se puede relacionar con una capacidad. Un sistema (un conjunto de materiales) en las condiciones experimentales adecuadas, puede transferir energía como, por ejemplo, trabajo eléctrico.

La palabra energía proviene del griego ἐνέργεια enérgeia, “actividad”, “operación” y de ἐνεργóς energós, “fuerza de acción” o “fuerza de trabajo”; pero el trabajo no es sinónimo de energía.

La energía, se trata de un concepto relacionado con la capacidad que tienen los cuerpos, los materiales o los sistemas para influir en otros cuerpos, materiales o sistemas. Cuando esta capacidad se transfiere de unos cuerpos a otros, se producen cambios.

Esta capacidad de producir cambios al transformarse, transferirse (como luz, calor o como trabajo, siendo absorbida o cedida) o disiparse, es lo que hace que la energía sea un tema de estudio relevante en la ciencia y la tecnología.