#Hilo 🧵El asesinato de Monseñor Óscar Arnulfo Romero, uno de los grandes símbolos de resistencia a la violencia desatada por la dictadura que durante la primera mitad de los años ochenta hizo y deshizo en El Salvador. Hoy se cumplen 41 años del magnicidio y acá va la historia. 
Óscar Arnulfo Romero, nacido en 1917 en Ciudad Barrios, El Salvador, ingresó al seminario con 13 años, ordenándose sacerdote en 1942. Por varios años realizó estudios de Teología en la Ciudad de El Vaticano y fue colaborador de Giovanni Bastita que luego sería el Papa Paulo VI.
En 1943, de regreso en El Salvador, tuvo su primer encargo como párroco y fue ascendiendo en la jerarquía católica hasta que en 1970 fue designado obispo auxiliar de San Salvador. En aquellos años su postura era conservadora y mantenía lejanía con los sacerdotes de izquierda.
En 1977, el asesinato de un amigo cercano a manos de la ultraderecha salvadoreña y la represión contra quienes denunciaron un fraude en las elecciones presidenciales, provocaron que el ya arzobispo se convirtiera en voz de los pobres y de las víctimas de la violencia política.
Durante sus homilías, monseñor Romero denunciaba los excesos del gobierno encabezado desde las sombras por Robert d'Aubuisson y sus escuadrones de la muerte, y por ello fue víctima de todo tipo de hostigamiento, entre ellas varias detenciones.
El prelado no apoyaba la lucha armada de la guerrilla Frente Farabundo Martí de Liberación Nacional, pero siempre dejó en claro su apoyo hacia los pobres y las víctimas de la violencia política sin importar de donde viniera.
Al iniciar la década de los ochenta, monseñor Romero era una figura muy querida en todo El Salvador y una de la voces más críticas de la ultraderecha que se aferraba al poder, mientras la guerrilla ganaba terreno.
Antes del asesinato de monseñor Romero, los escuadrones de la muerte del gobierno salvadoreño habían asesinado a varios sacerdotes e incluso monjas que hacían labor en comunidades pobres y tenían cercanía con la guerrilla.
El 9 de marzo de 1980, unas horas antes de que el arzobispo Romero oficiará una misa en la basílica del Sagrado Corazón de Jesús, en San Salvador, fue encontrado un maletín con una bomba y pese al hallazgo, el gobierno no investigó el caso.
El 24 de marzo de 1980, cuando monseñor Romero daba misa en la capilla del Hospital Divina Providencia, en San Salvador, un francotirador asesinó al sacerdote.
La condena internacional por el homicidio del arzobispo Romero no se dejó esperar, pero el gobierno hizo muy poco para investigar y castigar a los involucrados que se sabían estaban a las órdenes de la ultraderecha.
Al funeral de monseñor Romero, celebrado el 30 de marzo, acudieron más de 50 mil personas. El gobierno desató la represión en una historia que merece ser contada en otra ocasión. Sobre el homicidio, no hubo detenidos por parte de la fiscalía salvadoreña.
En 1989, padres paulistas dieron a conocer la película ‘Romero’, protagonizada por Raúl Julia, con la participación de actores mexicanos como Claudio Brook, Eduardo López Rojas y Damián Alcazar. Alfonso Cuarón fue asistente del director John Duigan. Final del #Hilo 🧵
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