En defensa de la crítica
La palabra crítica, proviene del griego κριτικός (kritikós), que significa "capaz de discernir".
El término, emana del verbo κρίνειν (krínein), que quiere decir "separar, decidir, juzgar".
La crítica implica también valorar, sopesar, matizar.
La palabra crítica, proviene del griego κριτικός (kritikós), que significa "capaz de discernir".
El término, emana del verbo κρίνειν (krínein), que quiere decir "separar, decidir, juzgar".
La crítica implica también valorar, sopesar, matizar.
Yo me asumo como un periodista crítico de AMLO y el proyecto de la 4T. ¡Faltaba menos!
Y precisamente por ese sentido crítico, me niego a asumir que la crítica es simplemente reproducir el discurso conservador y denostar al actual gobierno, sin considerar el contexto histórico.
Y precisamente por ese sentido crítico, me niego a asumir que la crítica es simplemente reproducir el discurso conservador y denostar al actual gobierno, sin considerar el contexto histórico.
La polarización de la discusión pública en el caso mexicano, ha ocasionado un falso debate, una dicotomía donde los matices se pierden.
En ese ambiente se engendra el fanatismo, tan cegador y peligroso, que desde siempre he procurado combatir, siguiendo el consejo del maestro:
En ese ambiente se engendra el fanatismo, tan cegador y peligroso, que desde siempre he procurado combatir, siguiendo el consejo del maestro:
Una verdadera crítica debe tomar en cuenta los múltiples factores que ayudan a explicar y entender una realidad amplia, siempre compleja.
Las adjetivaciones simples (fulanito es un pendejo, zutanito es un idiota), carentes de argumentos, son expresiones propias de fanáticos.
Las adjetivaciones simples (fulanito es un pendejo, zutanito es un idiota), carentes de argumentos, son expresiones propias de fanáticos.
Crítica no es sinónimo de denostar, como al parecer, siguen creyendo muchas personas que omiten la reflexión profunda antes de opinar.
Las opiniones a la ligera son ajenas al rigor intelectual que requiere una buena crítica, tan indispensable para el buen razonamiento.
Las opiniones a la ligera son ajenas al rigor intelectual que requiere una buena crítica, tan indispensable para el buen razonamiento.
Y al ejercer la crítica sobre asuntos sociales, es inevitable tomar en consideración factores elementales como la conformación de las relaciones de poder.
Omitir este ingrediente de la ecuación, produce sesgos tremendos en los "análisis" pueriles que solemos ver en medios.
Omitir este ingrediente de la ecuación, produce sesgos tremendos en los "análisis" pueriles que solemos ver en medios.
Bien decía Nietzsche:
"Cada pueblo tiene su propia tabla de valores, pero en realidad, esa tabla no revela otra cosa que la voluntad de poder".
Todo juicio sobre la realidad implica siempre un ejercicio de poder.
Por eso es peligroso replicar narrativas ajenas a uno.
"Cada pueblo tiene su propia tabla de valores, pero en realidad, esa tabla no revela otra cosa que la voluntad de poder".
Todo juicio sobre la realidad implica siempre un ejercicio de poder.
Por eso es peligroso replicar narrativas ajenas a uno.
La verdadera crítica es siempre fértil: es creadora, genera posibilidades de realidad.
Los grandes críticos de la historia de la humanidad han sido siempre creadores de valores, como bien demostró Nietzsche a lo largo de su obra.
El insulto facilón está muy lejos de eso.
Los grandes críticos de la historia de la humanidad han sido siempre creadores de valores, como bien demostró Nietzsche a lo largo de su obra.
El insulto facilón está muy lejos de eso.
Si pretendemos asumirnos como actores críticos, no es aceptable simplemente limitarse a reproducir narrativas preconcebidas, sino hacer un esfuerzo intelectual por generar nuevas narrativas, que nos ayuden a comprender la realidad desde una perspectiva más amplia.
Y la política no está exenta de ello. Por eso creo que necesitamos nuevas categorías de pensamiento, que vayan más allá de los moldes heredados por la tradición y el discurso hegemónico con el que unos suelen someter a otros (que muchas veces ni siquiera se dan cuenta de ello).
No se puede ser verdaderamente crítico sin cuestionar la hegemonía que ejercen unos sobre otros. Y el concepto de hegemonía es mucho más amplio que el de gobierno.
Mi crítica siempre toma en cuenta esas consideraciones, algo que no suele suceder con los opinadores de la tele.
Mi crítica siempre toma en cuenta esas consideraciones, algo que no suele suceder con los opinadores de la tele.
La crítica suele ser incómoda, por la misma razón en que es difícil digerir las duras verdades.
Y es particularmente incómoda, para quienes pretenden seguir ejerciendo su poder desde una torre de privilegios construida con el sufrimiento de otros.
Y es particularmente incómoda, para quienes pretenden seguir ejerciendo su poder desde una torre de privilegios construida con el sufrimiento de otros.
Crítica sin argumentos es propaganda, retórica vacía, discurso estéril.
La verdadera crítica no se vende al mejor postor, ni asume como propia los cánones de una ideología.
El espíritu crítico tiene el deber de poner en duda todo, antes que aceptar, dócilmente, ideas ajenas.
La verdadera crítica no se vende al mejor postor, ni asume como propia los cánones de una ideología.
El espíritu crítico tiene el deber de poner en duda todo, antes que aceptar, dócilmente, ideas ajenas.
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