Thread by @frantoniomaria

SEMANA SANTA CON EL HERMANO RAFAEL

Acabo de recibir al Señor: fui a la Misa de ocho con mi padre… ya sabes que cuando callamos es cuando más cosas decimos…Que dulce es el Señor ¿verdad? Cómo atrae y de qué manera.

Mira a la puerta del Cenáculo se está muy bien, y viéndole

repartir el Pan a sus discípulos…, siempre quedan unas migajitas para ti, ¿no te parece?...Él te las da, y llenan de tal manera… ¡Qué bueno es Jesús! Te manda, con una tierna mirada, acércate, cuéntale tus cosas, deja que te consuele su mirada…ves su inmenso amor hacia ti…

Todo desaparece, los discípulos e incluso tú mismo…Él lo llena todo…¡Qué bueno es Jesús! Entonces no hay penas ni alegrías, no sabemos qué decir…no podemos; nos quedamos abismados en su regazo, y Él, entonces, habla al alma con una dulzura tan grande…

¡Qué bueno es Jesús, queridísima hermanilla y cómo nos quiere…Te aseguro que esto es para deshacerse, Déjale hacer a Él y ya verás…te aseguro que con una comunión tendríamos bastante para toda la vida si supiéramos hacerla…pero después somos tan miserables, ¡qué pena!

Pero no nos desanimemos, aún en sequedad…¡qué bueno es también Jesús!

Mira, en la próxima comunión vas a hacer una cosa, cuando te acerques a comulgar, le dices al Señor lo que te pasa…con toda sencillez y humildad. Le pides que Él sea tu confesor, tu director espiritual,

tu amigo entrañable, y que como te ves muy sola, que le necesitas a Él para todo. Se lo dices tal como eres, con sencillez; le cuentas al detalle tus sufrimientos, no para que te los quite…no…, sino para desahogarte con Él…Tus penas son la suyas; tú quieres ser suya,

pues empieza por eso, por dárselo y contárselo todo. Le dices que yo (San Rafael Arnáiz) te lo he dicho, te apoyas en sus rodillas y sobre la humilde túnica de Jesús, depositas tus lágrimas. Ya verás como el Señor te escucha, estoy seguro. Saldrás trasformada y muy contenta y....

y si durante el día tienes alguna flaqueza, no importa, le vuelves recordar al Señor todo lo que le has ofrecido por la mañana…le pides las miguitas de su Mesa, ¿cómo no ha de dártelas?
Estoy seguro que una paz muy grande, te llenará el alma… Trabajarás santamente en tu casa

con una santa alegría…Veras al Señor, incluso ayudándote a hacer las camas y entre los pucheros…no te importará nada de lo que te rodea; no sufrirás por las penas que Él te envía…sufrirás por verte aun en el destierro y lejos de Él para gozarle eternamente.

Pero, a lo mejor, ni aún por eso sufres, pues haces su Voluntad…"

REFLEXIÓN:

Hoy, creo, que como dice el hermano a su Tia la marquesa de Maqueda, es mejor gurdar silencio. Vuelve a releer las palabras del hermano, despacio e intenta hacerlas vida esta tarde si vas a la celbbracion de la Cena del Señor y, si no puedes ir por el lio del confinamiento,

cuando vuelvas a comulgar.

Quédate también con las primeras palaras con que empieza la carta:

"ya sabes que cuando callamos es cuando más cosas decimos".

Pues aunque no puedas visitar el Monumento, guarda silencio en tu corazón desde algún rincón de tu casa y acompaña👇

un momento aún en espíritu a Jesús Sacramentado. Cuéntale tus cosas y sobre todo dile que le amas, que deseas reparar junto a ÉL tantas ofensas propias y ajenas. Pide por la Iglesia y también por el Papa y todos los sacerdotes. Por España y la Pandemia.

Yo desde el monasterio intentaré acompañar a Jesús esta noche. Y pediré por ti.
Buenas y Santas noches.