Amerigo Vespucci jamás escribió el diminutivo «Venezziola» en su supuesta carta de 18/7/1500 a Lorenzo de Medicis (carta que ni siquiera es de su propia mano y cuya «copia» sólo fue publicada por primera vez 245 años más tarde, en 1745, por el abate florentino Angelo Maria
Bandini). Esto es todo lo que dice en ella del lugar: «...encontramos una grandísima población que tenía sus casas edificadas en el mar como Venecia, con mucho arte; y maravillados de tal cosa, acordamos ir a verlas, y al llegar a sus casas, quisieron impedir que entrásemos en
ellas....». En Suma de Geographia (Sevilla, 1519), primer libro impreso sobre el Nuevo Mundo, se habla de un poblado indio sobre una meseta con casas llamado «Veneçiuela» donde «es la gente bien apuesta y hay más gentiles mujeres que en otras partes de aquella tierra». Un siglo
después el sacerdote Antonio Vázquez de Espinosa escribió: «Venezuela en la lengua natural de aquella tierra quiere decir "Agua Grande”». No podemos afirmar, sólo suponer, que fue Alonso de Ojeda quien recogió el nombre al ser el
primer expedicionario de la región, pero tal vez fue otra persona; no podemos afirmarlo porque el registro más antiguo que existe del nombre es de 1519, en el citado libro Suma de Geographia. En cuanto a Amerigo Vespucci, la tesis de su supuesta «pequeña Venecia», que no obstante
es la más popular, es más que descartable; incluso es posible que el curioso personaje florentino ni siquiera estuviera presente en dicha expedición con Ojeda. Sobre Vespucci hay mucha tela que cortar.
X. P.
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A los incrédulos crónicos, a los que desconfían de todo sistemáticamente (porque es la opción más fácil y más bobamente lista, que aconseja acostarse en el suelo para no caerse de la cama), a estos, digo, a estos ya nada los salva.
Ni Santo Tomás los quiere. Pero aparte de ellos, sería injusto negar que en 2017 prácticamente toda Vzla tenía el legítimo derecho de no creer en Óscar Pérez, o por lo menos de dudar seriamente de su iniciativa, incluso de su «realidad». Pero eso él lo sabía perfectamente, porque
estaba contemplado en su plan que así fuese.
El plan contenía una fuerte dosis de deliberado pantallerismo, suficiente como para no ser creíble por nadie. Salvo por su destinatario: el nefasto régimen.
Pero lo que sería para el resto del país el punto débil de este
Que sepamos, nunca ha habido en Caracas mayor terremoto que aquel de hace 209 años, del 26 de marzo de 1812, justo cuando venía de comenzar también la mayor traición venezolana contra la verdadera patria de los venezolanos, es decir, contra aquel inmenso imperio global del cual
era parte consubstancial Venezuela, fundada por el católico y generador reino de la península ibérica.
Sobre este dramático sismo de 8.0 en la escala de Richter, ocurrido el Jueves Santo a las 4:07 de la tarde (según Heredia), recoge en 1951 el historiador Salvador de
Madariaga (tomo I de su obra «Bolívar») que «también fue horrible el estrago en La Guaira, donde solamente las murallas y la casa que fue de la Compañía Guipuzcoana quedaron en pie. En el pueblo inmediato de Maiquetia, que tenía muchas y buenas casas, y era un vergel delicioso,
IMAGÍNENSE, hoy hace 207 descuartizaban con hachas, sables y bayonetas en la plaza Bolívar de Caracas, en La Guaira y en Valencia a 2400 (dixit Ricaute) civiles españoles (900 criollos). Lo ordenó quien dijo «maldito el soldado q etc». Nos han hecho unos IMBÉCILES de nacimiento.
Luego de 5 días de este horror sin precedentes, lo coronaron con música, fiesta, baile. Y muy conscientes de su atrocidad cerraron el puerto de La Guaira para que la noticia no viajase. Estos son los vzlanos que fundaron la «República». Dios nos mandó el chavismo para despertar…
Lamentablemente, NO HAY militar vzlano que no sea bolivarista. Tampoco político ni persona pública vzlna. Hasta el gran Renny lo fue. Nuestro problema es MAYOR, xq así como fue exterminada aquella población así lo fue nuestra memoria. Y nuestra ignorancia es proporcional a ella.
Para terminar con el MITO de la esclavitud colonial en Vzla, tan útil a la retórica de cartón en que se funda nuestra Republiqueta. Cojan papel y lápiz:
En 1810 el ejército de la Corona en Vzla estaba compuesto por 3 mil europeos y 10 mil americanos. Casi todos los americanos
militares eran indios y mulatos, zambos o negros libres, pero no esclavos.
Los esclavos de esta provincia española, que pasaban de 70 mil, eran realistas. De ellos sólo unos 10 mil tomaron las armas para defender la Corona ulteriormente, cuando hubo que hacerlo. Todos al
ejército español y a las filas de Boves. Esto fue siempre la más terrible bofetada para el discurso revolucionario de los llamados «patriotas». Sólo un insignificante número de esclavos traidores abandonaron su condición para seguirlos. La casi totalidad de los que tomaron las
La VERDAD no es ese garabato de la realidad q se ha impuesto en las últimas horas sobre el mundo, esa asociación mal intencionadamente simplista de eventos q los apologistas del fraude presentan como atentado a la democracia. NO, el fraude los precede, son un castillo de cartas…
Nada más contradictorio e ingenuo q pretender salvar la democracia escondiendo un fraude. Es echar la basurita bajo la alfombra. Persistirá la sospecha mientras no se quiera levantar el tapiz, sin lo cual la mitad de un país jamás tendrá paz ni dejará a la otra mitad tenerla.
Ello forzaría al nuevo poder a recurrir a más fuerza de la q condena en su beato discurso de unificación nacional. Empieza por la censura, luego pasa a la represión, a la «paz» chavista… ¿Y quién libera al pueblo de una dictadura en la 1ª potencia? ¡Quién se mete allí…!
Estas palabras de una amiga suramericana son ciertas: «Lo q pasa en tu patria es pura y exclusivamente lo q tiene q pasar. Duele, no me regocijo. Son arrastrados después son irreverentes, son despiadados después son compasivos, son tormentosos luego los ves dando cátedra. Ojo al
igual q mis compatriotas. Latinoamérica es un nido de escorpiones, pirañas y tiburones».
Este INMUNDO BINOMIO de régimen + oposición q padecemos lo ha producido nuestra cultura. Debemos empezar x reconocernos como 1 pueblo «patético».
Esos HDP son venezolanitos, y bolivaristas!
La verdad de esta torva escena presente está arraigada en la coprológica farsa de nuestra independencia, fundadora de nuestra cultura carroñera. Desde el salvaje Bolívar para acá, desolación y oportunismo. A un destello de luz con Medina Angarita, una sombra prechavista, adeca.