Dijo Octavio Paz en el prólogo a una edición de "Las Enseñanzas de Don Juan", de Castaneda, citando a alguien más (yo cito de memoria): "La mucha luz es como la sombra: no permite ver bien; prefiero ser bien entendido por pocos, que mal entendido por muchos".
El viejo SABÍA.
El viejo SABÍA.
Y eso que Paz lo citaba en un tiempo sin RRSS, ciñéndose al mundo literario el cual, para admitir participantes, ya de por sí exigía un estándar muy por encima del actual usuario average de redes sociales.
Imagínate ahora, no mames: se le derramaría el chicocondrio.
Imagínate ahora, no mames: se le derramaría el chicocondrio.
Publicar algo, igual en los 70 como ahora, coloca al autor en la posibilidad de que alguien no lo entienda cabalmente, y eso ni está mal ni está bien: nomás es un hecho, lógico por lo demás.
Lo que sí está medio jodido, es que haya hordas de pendejos pidiéndole al autor algo, cuando ni siquiera les alcanza para entender un planteamiento sencillo y expreso.
Por eso es mejor pocos lectores, y que entiendan, que muchos cretinos sin sinapsis y con prisa por posar.
Por eso es mejor pocos lectores, y que entiendan, que muchos cretinos sin sinapsis y con prisa por posar.
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