Necesitamos que la prevención y la intervención en la violencia contra las mujeres se base en la evidencia y no eslóganes vacíos. La criminología y la psicología forense no tienen tanto tirón en los medios y las leyes como la opinión pública. Es demencial.
El aumento de la respuesta penal no siempre va acompañado de una disminución de los crímenes o de los delitos en las estadísticas. Es decir, mayor condena no se traduce mágicamente en menos crímenes, asesinatos, homicidios...
Pedir un aumento de las penas puede ser bastante tramposo. No disuade la acción criminal y no aporta nada cuando el asesino planea su propio suicidio. La ira ante las noticias terribles anima a mucha gente a proclamar 'mano dura', pero no tiene ni idea de conducta criminal...
Los políticos rinden cuentas ante la ciudadanía cada 4 años. Sin embargo, los programas de intervención y prevención no se pueden adaptar a su maquinaria partidista. El compromiso debería primar por encima de sus intereses electorales.
Deberíamos someter a análisis críticos muchas de las actuaciones que se justifican 'contra la violencia de género'. La crítica es una oportunidad para saber si estamos perdiendo el tiempo, si estamos fallando a las víctimas, si el dinero público en prevención se gestiona mal.
Cuando tenemos profesionales que prefieren el eslogan a los conocimientos y principios que rigen la prevención de los delitos, el resultado es insensato: la emoción, en concreto la ira y la frustración, se utilizan como respuesta única, absurda, indecente.
Las revisiones sistemáticas proporcionan un conocimiento de base sobre cómo desarrollar el proceso de prevención y sus actuaciones. Sin embargo, hay quien resume todo en 'machismo mata' y se siente un héroe por sumar un par de likes.
Es bastante triste observar como, en general, la clase política, no tiene ningún interés en la investigación criminológica. Tampoco los medios de comunicación, que deben compartir informaciones rigurosas y de calidad. El resultado es una opinión pública desorientada e histriónica
Se puede ser feminista y acompañar el dolor de una familia sin ignorar la investigación criminológica. También se puede ser feminista e ignorante en cuanto a la conducta criminal, así como una completa oportunista ante el dolor de una familia. Les conoceréis por sus acciones.
No se trata de ridiculizar el feminismo ni de convertir la ciencia en un objeto de consumo. Se trata de hacer trabajo riguroso, se trata de que el compromiso político se apoye en la investigación y no el griterío popular, histriónico y poco dado al pensamiento crítico.
En España tenemos un problema con la violencia contra las mujeres en el ámbito de la pareja o ex pareja. Y ese problema no se resolverá mientras las acciones políticas se basen en la idea dominante de que es el 'patriarcado', negándose así que se trata de un fenómeno multicausal
Decir que la violencia contra las mujeres es solo y exclusivamente por 'machismo' es un argumento circular, no falsable y que obvia factores de riesgo y factores de protección. Que esto esté en boca de muchos políticos solo evidencia su ignorancia y poco interés en el tema.
Y ya no solo es que esto esté en boca de políticos (a los que debemos rendir cuentas como ciudadanía) sino también en boca de influencers, tertulianos televisivos y líderes de opinión. Prefieren leer a Barbijaputa antes que a Vicente Garrido. Y así nos va.
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