Thread by @DoctoraGlas

¿Alguien sabe cuántos profesionales de la criminología, la psicología criminal o la psicología forense tiene @IreneMontero, Ministra de Igualdad, en su equipo? Ahora se rasga las vestiduras, pero lo mismo es que no está bien asesorada para prevenir la violencia contra las mujeres

No puede ser que la única autocrítica que haga, con respecto al repunte de asesinatos de mujeres, sea 'no he llegado a tiempo'. Lo mismo es que no se puede llegar a tiempo si das la espalda a la investigación y basas un crimen en 'machismo' y ya está.

El Ministerio de Igualdad debe ser ejemplar en este sentido y transmitir esa confianza en la investigación y la ciencia a las CC.AA. Si la figura de referencia se comporta como una fanática, ¿en quién podemos confiar?

Y me parecen estupendas todas las manifestaciones que se han convocado contra la 'violencia machista', pero lo mismo tenemos que entender también que la indignación no basta. La impotencia seguirá latente si se antepone la ideología a la ciencia e investigación.

La indignación desemboca en muchos casos en frustración, en malestar general, en mala leche, en desconfianza absoluta en las instituciones. Pese a ello, pienso que la sociedad avanza, que tenemos muchos profesionales dejándose la piel para prevenir la violencia contra las mujeres

Ahora solo falta que quienes estén en el poder los vean, los consulten, se dejen asesorar... y no usen a las víctimas en sus panfletos partidistas, no sometan el dolor de estas a la maquinaria electoral.

Creo que las manifestaciones convocadas contra la 'violencia machista' son un buen signo de nuestra sociedad: no soportamos crímenes atroces. Ahora bien, quizá fallamos en el diagnóstico ('violencia machista'), en prevención, en el conocimiento del fenómeno (reducirlo a machismo)

Obviamente, no se le puede pedir a la ciudadanía que sea 'experta en conducta criminal'. Sin embargo, como ciudadanía sí podemos pedir a los políticos que sean responsables en su gestión, que se rodeen de expertos, que confíen en la investigación y se aparten de dogmas.

También, como ciudadanía, se le puede pedir a los medios rigor y calidad en sus informaciones. Existe un autoengaño en los medios con respecto a la 'violencia machista'. Esos titulares dan likes, audiencia, pero desprecian el código deontológico.

La 'violencia machista' se ha convertido en una marca comercial. Muy aupada en los últimos meses a propósito del documental 'Rocío contar la verdad para seguir viva'. Ahora todo el mundo se cree 'experto' por conocer un testimonio y el dolor de una mujer famosa.

El río está muy revuelto. Levantar prohibiciones (ej: que un padre denunciado, que no condenado, no pueda disfrutar del régimen de visitas), endurecer leyes (prisión permanente revisable) y pedir utopías es un ejercicio de vanidad.

Son respuestas mágicas a la furia intempestiva de una ciudadanía que cada vez se aleja más de la clase política. Son respuestas inadecuadas de una clase política que utiliza la ideología como un velo y concluye que o bien vivir del sistema o bien desaparecer.

El crimen debe indignar para movilizar recursos y actuaciones contra el mismo: prevención, intervención... Pero no se puede basar esa actuación posterior en la ira y la venganza. Esas emociones nublan el razonamiento, el entendimiento, la comprensión de los fenómenos...

Es triste observar como, cuando se trata de violencia contra las mujeres, a menudo se subordina el quehacer ético contra estos delitos al éxito partidista o electoral. Hay que repensar qué se está haciendo y cómo se está haciendo, incluso bajo qué ética.

También hay que repensar el feminismo. O al menos, sus reivindicaciones. A las mujeres nos privaron del derecho a la educación durante siglos. En cambio, ahora que tenemos grandes avances en conducta criminal y cómo prevenir, hay quien justifica todo en 'patriarcado'.

El feminismo no puede darle la espalda a la ciencia, a la evidencia, a la investigación. Al menos, no puede darle la espalda a estas si busca verdaderamente prevenir situaciones violencia y desigualdad entre sexos. La indignación puede ser muy complaciente con el statu quo.

Hay omisiones graves por parte de quienes están en el gobierno y algunas voces feministas cuando hablamos de violencia contra las mujeres. Esa omisión empieza en dar la espalda a la investigación criminal. A veces por irresponsabilidad, otras por ignorancia.

Y no, no hay que 'echar la culpa' exclusivamente a Irene Montero, pues esto sería falsear el problema. Una mera distracción. Pero ella sí representa al Ministerio, sí forma parte del gobierno y debería dar explicaciones convincentes y asumir errores sin populismos.

Dar una respuesta tangible a la violencia contra las mujeres se irá diluyendo a medida que pase la indignación. Así ocurrió tras otros crímenes, los cual no mencionará por respeto a las familias. La indignación debe darse y es útil, pero como digo, no es suficiente como respuesta

Lo virtual proporciona una respuesta emotiva muy intensa, pero no ayuda a reflexionar ni a comprender el problema de la violencia contra las mujeres. Tampoco nos ayuda a entender su alcance político e implicaciones. Mi único propósito es facilitar la reflexión.

Creo que esa reflexión es valiosa para el feminismo, la política, la ciudadanía... Habrá quien me señale como 'mala feminista' o 'antifeminista', habrá quien diga que 'no me interesan las víctimas' porque no creo que la solución esté en la prisión permanente revisable...

Pero, aunque a veces es cansado y agotador, sigo creyendo en el poder de la disidencia, en el pensamiento crítico y la importancia de cuestionar, permítanme la metáfora, fondos y formas. Es triste que muchas veces el señalamiento y la desconfianza se anteponga al diálogo.

Estoy muy agradecida a quienes me acompañáis en mis redes sociales, con respeto y sin necesidad de peloteos. Estoy agradecida a quienes compartís mis reflexiones. También estoy agradecida cuando no siempre estáis al 100% de acuerdo conmigo.

Soy una persona normal, que dedica gran parte de su trabajo a la prevención de la violencia contra las mujeres y en la pareja, que se relaciona con mucha gente, de muchos signos políticos, que trabaja para la ciudadanía y que intenta compartir lo que sabe con honestidad.

Y por supuesto, ¡soy feminista! Solo un incauto/a podría estar en contra de la igualdad de derechos y oportunidades entre mujeres y hombres. Lo que ocurre es que no me identifico con el feminismo hegemónico, el que está de moda. No soy una fanática. No soy irreflexiva.

A veces mucha gente me dice que soy un 'referente' en su forma de ver el feminismo y eso me asusta un poco. He crecido apenas sin referentes en ese sentido. Creo que al final todos tenemos un camino propio en el feminismo, aunque nos inspiramos o admiramos a otras personas.

Sea como sea, por favor, nunca endiosarme. No me gusta. No me siento cómoda en eso. Como todo ser humano, me equivoco y me equivocaré. Tomad mis reflexiones con prudencia, fomentar el diálogo y no el insulto, atacar cualquier fanatismo con argumentos, no con mero desprecio.

Si tú interés está en decir que la ministra 'se pone de rodillas' o 'se la chupa' al 'coletas'. Ya te lo digo: eres un miserable. Si utilizas la violencia contra las mujeres solamente para atacar a unas siglas políticas, otro más. Si te indignas y nunca propones, un/a oportunista