Thread by @DespertaFerro

#TalDíaComoHoy señalan algunas tradiciones que, en el 323 a. C., fallecía en Babilona Alejandro III de Macedonia, Alejandro Magno, con 32 años, rodeado de sus “amigos”, los conocidos posteriormente como diádocos, los “sucesores”. Abro HILO⬇️
#AlexandertheGreat #AlejandroMagno

Alejandro era hijo del rey Filipo II, bajo cuyo mandato el antaño periférico reino de Macedonia se convirtió en el centro del mundo helénico, y su poder militar subyugó a las principales poleis griegas que pugnaban por la hegemonía: Tebas y Esparta. +info👉bit.ly/3iHsPkL

La muerte, con el manto del asesinato, sobrevino a Filipo en 336 a.C. en el momento en que, según las fuentes, preparaba una campaña contra Persia. No se retrasaría mucho. Alejandro, que se encontraba en Epiro, regresó y reclamó el trono contando con 20 años.

Rey ya de Macedonia, Alejandro no deseaba posponer su campaña contra los persas, pero la sublevación de las principales poleis al sur, y de los tracios al norte, le obligaron a ello. Eso sí, tras la campaña relámpago contra Tebas, el mensaje fue claro: no era un rey débil.

Tras ser reconocido hegemon en Atenas, Alejandro partió a la gran empresa de su vida y el eterno sueño de su padre: conquistar el Imperio persa. Lo que Alejandro no sabía es que estaba a punto de crear un mundo y una cultura nueva: el mundo helenístico.

Tras apenas dos años en el trono Alejandro ya había pacificado Grecia, y puso su mirada sobre Persia. Con las invencibles falanges que le había legado Filipo, cruzó a Asia Menor y en 334 a.C. venció a los persas en el Gránico.+info👉bit.ly/3zkZZfV

Esta batalla le abrió la puerta a Oriente: conquistó la costa jonia y a finales de año llegó a Gordión, en Frigia, donde cortó el famoso Nudo Gordiano. Ya en el 333 a.C. volvía a vencer a los ejércitos persas en Issos, haciendo huir a su rey, Darío, y poniendo rumbo al sur.

La costa del Levante cayó en poder de Alejandro en el 332 a.C., luchando contra los fenicios de Tiro y siendo recibido como libertador en Judea. No parecía existir fuerza capaz de medirse con las filas de falangitas del monarca macedonio.+info👉bit.ly/3wlinU4

En el mismo año llegó a Egipto, donde fue recibido como un héroe, y despedido –tras ser coronado faraón en la regia ciudad de Menfis– como un dios, no sin antes fundar la ciudad de Alejandría, en el Delta, y ser considerado hijo de Amón en el Oasis de Siwa, ya en 331 a.C.

En la primera de 331 a.C. Alejandro se presentaba en Mesopotamia, y cerca del río Tigris tuvo lugar el encuentro donde el yunque y el martillo macedonio pondría fin al reinado de los aqueménidas: la batalla de Gaugamela.+info👉bit.ly/2SjO4P3

Tras la gran victoria obtenida en Gaugamela y la huida de Darío, Alejandro entró sin oposición en Babilonia a finales de 331 o principios de 330 a.C., y desde allí se dirigió al corazón del Imperio persa: Susa y Persépolis.

En su periplo tanto Alejandro como sus hombres iban adquiriendo costumbres orientales, mientras las griegas, dejaban también su poso. Se estaba conformando la cultura y mundo helenístico.

Siguiendo la estela de Darío lo hallaron en Ecbatana, pero muerto. Había sido asesinado, y Alejandro decidió perseguir, como un acto de honor, a los asesinos de Darío, que llevaron a los macedonios hasta la lejana satrapía de Bactria, no sin antes pasar por la Sogdiana.

En el ínterin Alejandro tuvo que lidiar con conspiraciones (reales o no), llegando a ejecutar a algunos de sus amigos, como Filotas, Amintas o Clito, y rebeliones, como la de los sogdianos. Una vez vencidas estas, el monarca macedonio cruzó el Hindu Kush.

En 326 a.C. Alejandro y su exhausta tropa llegaron a la región del Punyab, donde tuvo lugar la épica batalla del Hidaspes contra las fuerzas del rey Poro, donde la victoria macedonia fue pírrica, y donde el elefante jugaría un importante papel como arma de guerra.

Tras la batalla del Hidaspes, Alejandro decidió poner fin a su periplo, y puso rumbo a Persia. Desandaría lo andado, poniendo orden en las satrapías conquistadas y pagando lo prometido a sus tropas. Pasó por Susa y, finalmente, llegó a Babilonia.

Alejandro Magno murió en Babilonia, sin que sepamos la causa (¿envenenamiento? ¿malaria? ¿heridas de guerra?), con 32 años. Rodeado de sus "compañeros" (los que le quedaban, al menos), quedando la duda de cuáles fueron sus últimas palabras, y a quién nombró sucesor.

Una crisis sucesoria que desgarraría su sueño de imperio universal a una guerra fratricida sin cuartel entre sus sucesores, los diádicos.+info👉bit.ly/2Tkadg5. A pesar de ello, el legado político, social, militar y cultural de Alejandro Magno sería imperecedero.