¿En algún periódico se ha publicado el proceso de deliberación y decisión que siguen los distintos equipos de fútbol para arrodillarse o no? Me sorprende la unanimidad de cada escuadra. ¿Puede un jugador hacer algo diferente? ¿Es una cuestión moral, postureo o imposición?
En la Fórmula 1 varios pilotos han manifestado que se oponen a mezclar asuntos profesionales con movimientos políticos es.motorsport.com/f1/news/piloto…
Movimientos políticos bienintecionados, ¿quién no está contra el racismo?, pero también lastrados ideológicamente hacia el radicalismo.
En la F1 es Hamilton el que ejerce de líder del movimiento de ext. izda. Black Lives Matter, presionando a los que se niegan a arrodillarse. Dada la cultura de cancelamiento y acoso de este movimiento hay que valorar la fuerza de cáracter de Carlos Sainz mundodeportivo.com/motor/f1/20200…
La Federación de futbol inglesa ha tenido que emitir un comunicado para aclarar que arrodillarse no es un gesto ideológico, dada la contestación y las protestas de los aficionados ingleses que están silbando a sus jugadores.
Es evidentemente falso que no sea ideológico.
La federación croata ha dejado libertad de elección a sus jugadores (¿otras no dejan dicha libertad?), subrayando que en Croacia los problemas de racismo y sectarismo ideológico propios de los anglosajones ni les van ni les vienen (aunque se solidarizan contra el racismo)
Dada la polémica que suscita el arrodillarse, según los propios criterios del International Board debería prohibirse. También por ser un acto específicamente político (por ello la Federación inglesa lo niega). Pero cualquiera se opone a la secta "woke" que lo inspira. #Nonserviam
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En 1953, Gary Cooper ganó el Oscar con "Solo ante el peligro" a Marlon Brando, Kirk Douglas, José Ferrer y Alec Guinness. El caso es que lo recogió en su nombre nada más y nada menos que John Wayne, que hizo un breve discurso ingenioso pero con una gran carga de profundidad.
Wayne contó lo buen tipo que era Cooper, con el que solía cazar y pescar. Pero que nunca iba a perdonar a su agente que no le consiguiera el protagonista de "Solo ante el peligro" que se llevó finalmente Gary Cooper
El caso es que otro buen amigo de Wayne, Howard Hawks, detestaba "Solo ante el peligro". Le parecía una vergüenza que un sheriff fuese implorando a los vecinos del pueblo que le ayudasen contra los criminales. ¿Para qué le pagaban? Era una traición a la ética profesional.
En la más famosa universidad negra de EEUU, Howard , pretenden cerrar el Departamento de Clásicas porque no hay clásicos negros. Algunos exalumnos defienden la existencia del estudio de Homero y Virgilio nytimes.com/2021/04/25/us/…
PD. Su lema está en latín: Veritas et Utilitas
Estos exalumnos defienden estudiar a los clásicos "desde una perspectiva negra". Ok. Pero alguien debería explicarles a los negros, hispanos, asiáticos, etc. que la mejor perspectiva es la que defendía Spinoza: "Sub specie aeternitatis" (lo universal y eternamente verdadero).
A Spinoza lo expulsaron de la comunidad judía. Y es que ese es el precio a pagar por la "veritas et utilitas", que los de tu grupo, secta, tribu, comunidad, etnia... te rechacen por defender los valores trascendentes que refieren a todos los seres humanos sin distinción.
La campaña electoral de Podemos está siendo muy buena.
1. Pablo Iglesias se ha convertido en el centro alrededor del cual giran todos los comentarios ("No pienses en un elefante", Lakoff)
2. Reina el desorden y la crispación, el aire de un crimen ("Tª del partisano", Schmitt)
Pablo Iglesias siempre se ha visto como un "partisano" tal y como lo analizó Schmitt, alguien que 1. lucha irregularmente. 2. la guerra como una continuidad de la política 3. no tiene escrúpulos morales 4. sus máximos referentes son Lenin y Mao 5. ve al adversario como un enemigo
Napoleón, que sufrió a los partisanos españoles y rusos, explicaba que la única forma de luchar contra los partisanos es a la manera partisana.
Es un error, explica Schmitt, confundir al partisano con el mero criminal o el psicópata (como la derecha respecto a Iglesias)
"Hombre atravesado, que habla mal de todo el mundo". Así presentaron a Galdós a un tal Pío Baroja. También hablaba mal de Galdós. "Vitrina pintoresca" es una selección de artículos barojianos en los que habla mal (con gran estilo) de masones, judíos, gitanos, vascos, jesuitas...
El capítulo dedicado a los jesuitas es magistral. Los define como "los libertarios del tiempo, los que llevaban la crítica hasta sus últimas consecuencias". Los ve como una especie de católicos nietzscheanos (él era un nietzscheano ácrata), pragmáticos, realistas y naturalistas.
Los jesuitas antiguos, claro, de Juan de Mariana a Luis de Molina. Los de su tiempo le parecen, qué bien escribe este hombre: "blandos, amadamos y cursis". Quiere acabar con los jesuitas pero al modo liberal: "laissez faire". Nada de prohibiciones republicanas (escribe en 1935).
Lo más destacable de #Chiringuitoflorentino es lo preocupado que está con la baja afición de los jóvenes con el fútbol en tiempos de videojuegos. Y la crisis económica de los grandes equipos. ¿Quién es John Galt? preguntaba Ayn Rand. Nosotros lo sabemos: Galt es Florentino Pérez.
Florentino Pérez es el único hombre en Europa al que le cabe el fútbol en la cabeza. Un presidente subido a los hombres del gigante Santiago Bernabéu. A su alrededor pululan periodistas, políticos, entrenadores y jugadores que son liliputienses agitándose alrededor de Gulliver.
Florentino Pérez está apuntando al corazón del asunto: el statu quo que beneficia a burócratas de la UEFA y cía. Estos poderes establecidos han manipulado con la demagogia más rastrera y el sentimentalismo más rancio, agitando el fantasma "pobrista" de los ricos y los pobres.
Me puse a posta para hablar de feminismo con el mejor culo de la historia del arte detrás mío, que fue rajado por una sufragista británica que acabó –o culminó, según sea la perspectiva- en el fascismo: Mary Richardson.
Mary Richardson pertenecía a la Women's Social and Political Union, un grupo de feministas de izquierda que defendían la violencia para conseguir el sufragio femenino: rompían escaparates, quemaban iglesias, enviaron cartas bomba... ¡y Richardson rajó la Venus de Velázquez!
No tenía Richardson nada contra la Venus pero sí contra las miradas libidinosas que le dedicaban los hombres (¿miran las mujeres libidinosamente al Discóbolo de Mirón?) en la National Gallery. Casi que me alegro que no le rajara el cuello a algún turista que pasaba por allí.