En 1953, Gary Cooper ganó el Oscar con "Solo ante el peligro" a Marlon Brando, Kirk Douglas, José Ferrer y Alec Guinness. El caso es que lo recogió en su nombre nada más y nada menos que John Wayne, que hizo un breve discurso ingenioso pero con una gran carga de profundidad.
Wayne contó lo buen tipo que era Cooper, con el que solía cazar y pescar. Pero que nunca iba a perdonar a su agente que no le consiguiera el protagonista de "Solo ante el peligro" que se llevó finalmente Gary Cooper
El caso es que otro buen amigo de Wayne, Howard Hawks, detestaba "Solo ante el peligro". Le parecía una vergüenza que un sheriff fuese implorando a los vecinos del pueblo que le ayudasen contra los criminales. ¿Para qué le pagaban? Era una traición a la ética profesional.
Hawks respondió a "Solo ante el peligro" con "Río Bravo", donde un sheriff se enfrentaba a una banda de forajidos sin implorar ayuda a nadie aunque sí contaba con un grupito de amigos, un borracho y un viejo, que le echaban una mano. ¿A quién eligió de protagonista? A John Wayne.
Es inimaginable que Wayne interpretase "Solo ante el peligro", a la que consideraba "la más antiamericana que había visto en toda mi vida". Una sesión doble con las películas de Zinnemann y Hawks es un Máster tanto en cinematografía como en Fª política
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