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A veces, los químicos ha tratado de dirigir sus rutas de síntesis por los caminos que ha trazado la evolución biológica. En 1987 se otorgó el premio Nobel de Química “por el desarrollo y uso de moléculas con interacciones específicas de estructura de alta selectividad”.
Donald J. Cram de la Universidad de California en LA, Jean-Marie Lehn de la Universidad Luis Pasteur en Estrasburgo, Francia y Charles J. Pedersen de DuPont de Nemours & Co. recibieron el Nobel por sus trabajos sobre el reconocimiento molecular en las reacciones enzimáticas.
Charles J. Pedersen, de DuPont, con la síntesis de grandes compuestos cíclicos, formados por cadenas de carbono que a intervalos regulares tienen un átomo de oxígeno (los llamó éteres corona) inició las investigaciones que llevaron al descubrimiento de los criptandos, en 1967.
Los éteres corona cíclicos tienen afinidad por iones de metales alcalinos a los que alberga en su centro, en ausencia de estos iones perdían su estructura organizada, parecida a un plato. Jean-Marie Lehn también los estudió desde el punto de vista 3D.
Lehn estudió a los éteres corona cíclicos agregando capas de ellos, lo cual los hacía similares a platos apilados. Así fue como logró compuestos policíclicos a los que llamó criptandos por contener un orificio central o cripta (del griego kryptos, que significa “escondido”).
Los estudios cristalográficos permitieron apreciar que la unión del criptando con su substrato siempre producía modificaciones altamente transitorias en ambas moléculas, debido a que retornaban a su estado normal en fracción de segundos al dejar de interactuar.
Cuando los complejos de Lehn aceptaban una molécula central, ésta era acoplada de manera muy específica, de forma tal que pareciera que se acomodaban. A diferencia de la mayoría de las reacciones en la química orgánica no se formaban enlaces covalentes sino débiles interacciones
electrostáticas lo cual explica la transitoriedad de las reacciones criptando-substrato. Lehn llamó a esta fenomenología: Química supramolecular convencido de q en la química d este tipo d macromoléculas se presentan situaciones y problemas diferentes que entre moléculas pequeñas
Los éteres corona y los criptandos son ejemplos de los llamados ionóforos, sistemas capaces de transportar iones. Secuestran (enmascarar) a los iones metálicos en el interior d una estructura con superficie hidrofóbica (el esqueleto hidrocarbonado) soluble en disolventes apolares
Tuit 177 con información de:
K. E. Krakowiak, J. S. Bradshaw, H.-Y. An and R. M. Izatt (1993). «Simple methods for the preparation of cryptands». Pure Appl. Chem. 65 (3): 511-514. doi:10.1351/pac199365030511
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Estamos rodeados de materiales. Mediante la ciencia y la tecnología, hemos aprendido a usarlos para nuestro beneficio. A través del tiempo, se han desarrollado metodologías de síntesis y análisis para crear y estudiar materiales q nos ayudan a resolver diversos problemas.
En 1995, un cirujano plástico del Children`s Hospital de Boston, el Dr. Joe Upton, estaba cansado de saber que sus tratamientos médicos a niños que nacían sin orejas o que las habían perdido por un accidente o mordedura, no tenían éxito.
Después de investigar varias posibilidades para lograr una metodología exitosa hizo algo fundamental en la investigación científica: formar equipos de investigación con expertos en varias áreas científicas y tecnológicas. Fue entonces que se reunió con dos investigadores,...
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Richard August Carl Emil Erlenmeyer, conocido simplemente como Emil Erlenmeyer, fue un químico alemán nacido un día como hoy, 28 de junio, pero de 1825. En 1844 se traslada a Giessen a estudiar medicina. Asiste a las clases de Justus von Liebig y es tal la influencia de..
...éste que decide abandonar la medicina y estudiar química. Tras una corta estancia de estudios en Heidelberg, regresa Giessen a trabajar como ayudante en el laboratorio del farmacéutico Karl Remegius Fresenius.
Erlenmeyer propuso la teoría de la valencia (1863), así como una notación para representar la estructura de los compuestos químicos (1867). Durante su estancia en Heidelberg hizo algunas contribuciones importantes para la comprensión de la estructura de los compuestos orgánicos,
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Al igual que el alfabeto, la tabla periódica de los elementos químicos es una de esas imágenes gráficas que parecen estar arraigadas (¿para siempre?) en nuestra memoria desde el inicio de nuestra vida escolar. Para muchos, puede llegar a ser un desagradable recuerdo.
Adorna las paredes de las salas de conferencia y los laboratorios de todo tipo, desde las universidades hasta la industria. Es uno de los más poderosos íconos de la ciencia. Captura la esencia de la química en un diseño elegante. A los interesados en la química nos encanta.
La tabla periódica proporciona una forma concisa de entender cómo reaccionan entre sí todos los elementos conocidos y se enlazan químicamente. Ayuda a explicar las propiedades de cada elemento que lo hacen reaccionar de tal manera. Su diseño predice las propiedades periódicas.
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La idea de la temperatura es un ejemplo de metonimia. La temperatura originalmente se refería a líquidos; proviene del verbo latino temperare que significa mezclar.
Otra palabra relacionada, que en sus inicios se usaba en lugar de temperatura, es temperamento.
Una metonimia es una figura retórica de pensamiento que consiste en designar una cosa con el nombre de otra con la que existe una relación de contigüidad espacial, temporal o lógica por la que se designa el efecto con el nombre de la causa (o viceversa).
El médico griego Hipócrates usaba a la T para explicar la salud o enfermedad según el equilibrio o desequilibrio de los fluidos corporales (sangre, flema, bilis amarilla y bilis negra). Un desequilibrio conduciría a la enfermedad y el cuerpo sería: frío, caliente, seco o húmedo.
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El flujo de CO2 entre el océano y la atmósfera puede calcularse como el producto entre su solubilidad en agua de mar, la intensidad del viento y la diferencia de concentraciones de dicho gas entre el aire y el agua.
Las concentraciones dependen de las presiones parciales en cada uno de los fluidos, o la presión que el CO2 ejercería si ocupara todo el volumen del fluido. Dado que CO2 en la atmósfera está bien mezclado, su presión parcial varía en 1 rango corto respecto de su valor medio (~5%)
Esto implica que el aumento observado en Mauna Loa (Hawai), por ejemplo, es similar al observado en cualquier otro lugar en la Tierra, ver figura de abajo (Bianchi, 2010). Sin embargo, la presión parcial en la superficie del mar varía entre 200 y 530 microatmósferas (μatm).
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Un compuesto químico “sencillo” puede servir como materia prima para obtener muchos productos más elaborados. Por ejemplo, la sal de mesa común, NaCl, es la base para la gran industria del cloro-álcali, 1 de las 3 industrias químicas inorgánicas más importantes del mundo.
La industria del cloro-álcali produce cloro gaseoso e NaOH o KOH mediante la electrólisis de una disolución salina. Las principales tecnologías aplicadas en la fabricación del Cl2 son la electrólisis en celdas de mercurio, diafragma y membrana, utilizando NaCl como materia prima.
El NaCl se mezcla con salmuera en el interior de un saturador, luego, sigue una serie d tratamientos antes de entrar en la sala de electrólisis. El Cl2 se produce en una sala de electrolizadores donde globalmente también se produce el NaOH.