Thread by @SamuelRomAporta

Las auditorías en Calle30 siempre han sido objeto de polémica. El gobierno actual ha optado por ni siquiera auditar la principal vía de Madrid en la que destina unos 140 millones cada año.
Os cuento más sobre esto y la necesidad de una empresa pública.
eldiario.es/madrid/gobiern…

Cuando comencé como Consejero de Madrid Calle 30 no entendía cómo, pese a las grandes deficiencias en mantenimiento que se podían comprobar en la vía, el resultado de las auditorías a la empresa mantenedora (Ferrovial+ACS) era siempre expléndido.

Sin embargo, en muy poco tiempo, entendí todo...
Y es que, durante años, las auditorías estuvieron totalmente manipuladas para que nunca reflejaran niveles bajos. ¿el motivo? de eso depende lo que se paga cada año a las empresas mantenedoras.

elsaltodiario.com/corrupcion/m30…

Y aquí reside la clave de los contratos de conservación (en general): las empresas juegan en el equilibrio entre la conservación mínima que les permita pasar las auditorías con los máximos beneficios.
Incluso prefieren alguna multa si compensa al mantenimiento que exige.

En Calle30, las auditorías miden muchos aspectos de la vía a través de muestras: el estado del asfalto, la ventilación, extracción de incendios, gestión de incidencias, personal dedicado a emergencias, y un largo etc.

Pero la clave está en haber "apañado" la forma de medir con las empresas mantenedoras durante años. Así, cuando intentamos cambiar la forma de auditar, la empresa mantenedora se negó en rotundo y oh sorpresa! el contrato obligaba a tener consenso en la forma de auditar.

Sí, tal y como leéis. El contrato con Ferrovial y ACS obliga a que ellas acepten cómo vas a auditar el cumplimiento de su contrato.

Bandeja de plata made in Gallardón.

Así pues, a falta de herramientas que realmente auditaran el grado de cumplimiento del contrato, tuvimos que dedicar enormes esfuerzos en analizar si realmente las empresas estaban manteniendo la vía en buenas condiciones. Os podéis imaginar el resultado.

Y, realmente, ¿cómo podría evitarse esta situación?
Pues con una empresa publica.
El engaño constante de las concesionarias privadas va en beneficio de su cuenta de resultados. Es decir, cada euro que dejan de gastar en mantenimiento es un euro a sus bolsillos.

A esto hay que sumarle la enorme connivencia corrupta que arrastra el sector (amaño de contratos mediante), la precariedad laboral de muchas trabajadoras y cómo su margen de beneficios es a costa del dinero público.

Claro que una empresa pública no garantiza el mejor mantenimiento del mundo. Pero sí permite destinar los recursos necesarios para ello, hacer un seguimiento de las necesidades y dotar los recursos necesarios para cada momento.

Además, cada reducción en el gasto que se pueda dar no va al bolsillo de unos accionistas si no que puede distribuirse al gasto público que necesite esa administración.

En el caso concreto de Calle 30, el mismo contrato de conservación supondría un ahorro de más de 60 millones de euros (60.000.000€) cada año si se hiciera con una empresa pública.
Por eso queríamos municipalizar Madrid Calle 30.

En definitiva, no me sorprende que sigan sin auditar la infraestructura. Las excusas puestas en el artículo son ya de otro planeta y de tomar por idiotas a quienes las leemos.
Una vez más, los expertos gestores van de la mano de quienes se forran con el dinero público.