La respuesta del mundillo Twitter-Podemos a la polémica de la carne de @agarzon, y perdonad que me repita, es sintomática de los problemas que acechan hoy a la izquierda en España.
Si hay algo que no entiendo/tolero es el planteamiento deliberadamente ingenuo de "nada de lo que ha dicho @agarzon es falso".
Porque los de Podemos siempre han ido con el maquiavelismo y el cálculo político por bandera. Ahora pretenden que lo olvidemos.
Porque los de Podemos siempre han ido con el maquiavelismo y el cálculo político por bandera. Ahora pretenden que lo olvidemos.
El maquiavelismo de Podemos siempre ha pasado por simplificar debates o simplemente hacerlos desaparecer (pertenencia al Euro, Cataluña y su soberanía, la OTAN, Renta Básica Universal, etc). Este cálculo político del "no nos conviene", "ahora no toca", "seguimos trabajando".
Ahora algunos pretenden que nada de eso aplica, que es lógico lanzar un mensaje de disminuir la oferta de carne y su consumo en una España donde hay "colas del hambre".
En el mejor de los casos... ¿Tiene sentido lanzar mensajes que necesitan 1 hora para ser explicados?
En el mejor de los casos... ¿Tiene sentido lanzar mensajes que necesitan 1 hora para ser explicados?
El movimiento de @agarzon es un disparate que se encuadra dentro de la pos-política. Y es que para defender su mensaje, fácilmente presentable como un mensaje contra los pobres... Alberto Garzón ha apelado a "la ciencia".
Es importante guardar suma prudencia con "lo dice la ciencia", porque en el mundo que vivimos también se considera ciencia el estricto equilibrio fiscal de los Estados, la propiedad intelectual o la preferencia por los impuestos regresivos.
Por lo tanto, la idea ingenua de que las palabras de @agarzon son oportunas políticamente porque hay que leer antes de indignarse o porque se basan en "la ciencia"... no es aceptable. Es ridícula, va contra los propios postulados oportunistas de Podemos.
Pero han aflorado en el mundillo twitter-Podemos otra clase de respuestas al acecho derechista que el tema de la carne ha puesto a huevo. Y son aún peores que la respuesta o reacción falsamente ingenua que acabamos de comentar.
Y esas son las reacciones de racismo social.
Y esas son las reacciones de racismo social.
En múltiples perfiles afines a Podemos en Twitter he podido ver respuestas a la polémica de la carne de @agarzon en que simplemente asimilan comer carne con ser un retrógrado, ser un tipo de baja extracción social ("comen como en la gasolinera") o ser directamente un fascista.
Estas son ideas propias de señoritos que articulan sus vidas alrededor de entornos privilegiados, y que dedican parte de su mucho tiempo libre a fingir, al modo de los aristócratas rusos retratados por Nicolai Gogol, "salvar a los pobres del mundo".
Hay una diferencia notable entre odiar la pobreza y odiar a los pobres. Y muchos de los que han acudido a defender la torpeza política de @agarzon han demostrado estar en lo segundo.
Si no tienen pan, que coman pasteles. Pero que coman pocos, que es malo para su salud.
Si no tienen pan, que coman pasteles. Pero que coman pocos, que es malo para su salud.
Estas actitudes clasistas que se extrañan de que la gente de pocos recursos desee comer carne... explican en gran medida el retroceso de apoyos electorales a Podemos. Porque no sólo es un partido del Régimen. Es un partido de pijos.
Las ocurrencias de equiparar desear comer carne con ser fascista o un animal de bellota son puro racismo social.
Esas ocurrencias se producen en clave interna de un mundo, Podemos, cada vez más vacío de gente y más lleno de inocuas cuando no directamente malas ideas.
Esas ocurrencias se producen en clave interna de un mundo, Podemos, cada vez más vacío de gente y más lleno de inocuas cuando no directamente malas ideas.
Bajo mi punto de vista la aberración que es hoy indiscutiblemente Podemos siempre estuvo ahí. Son los hijos de los barones del PSOE. A decir verdad son una versión vegana del PSOE. Y su descomposición moral en la lucha por cuotas de poder ha ido a un ritmo meteórico.
El fracaso de Podemos es la enésima representación del problema de España que ya señalara genialmente Pío Baroja:
"El problema de España es que los reaccionarios siempre fueron de verdad y los liberales de pacotilla".
"El problema de España es que los reaccionarios siempre fueron de verdad y los liberales de pacotilla".
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