En el hilo turras de hoy, que cierra la temporada, voy sencillamente a hablar de anécdotas sobre los hilos turras. Y vuelvo al viejo estilo de improvisar todo y publicar uno a uno por una vez.
Todo empezó aquí, un cálido día de Agosto del año pasado:
Por si a alguien le quedaba alguna duda, la culpa de todo la tiene @jlantunez, y no el chachachá.
El tweet original está hecho en Oleiros, Coruña. Eso quiere decir que ésta hecho en uno de los pocos momentos de relajo de mi vida, la semana que me voy a casa de mi hermano y mi cuñada a leer cómics, escuchar heavy y en general, a tener una regresión a la adolescencia.
Bajo ninguna otra circunstancia hubiera tenido el tiempo de reflexión y de paz necesario como para hacer un hilo de pensamiento articulado, y poderlo escribir del tirón en un móvil, como estoy haciendo ahora. Mi vida es bastante intensa.
Durante mucho tiempo he escrito contenido “evergreen” en LinkedIn. Con resultados interesantes, pero cero comparables a los de los hilos turras en términos de repercusión.
Fundamentalmente, yo escribo contenido por una razón: cuando pienso que algo que digo me va a ser útil en un futuro y es complejo de articular y/o recordar, para no olvidarlo y poder referenciarlo.
Estoy muy acostumbrado a recibir likes de artículos míos en LinkedIn de hace ocho o diez años. Lo que demuestra que lo mío de fringe futurist es sencillamente una pose.
Así que cuando la gente, que es maravillosa, me da las gracias por compartir contenido, en realidad solo estoy usando un bloc de notas muy poco privado, con el propósito de no volver a escribir sobre el mismo tema.
En tiempos usé blogs, me moví a LinkedIn después, últimamente el grueso de mis publicaciones se concentran en el hilo turras.
Y en muchas ocasiones, desde ahí, referencio artículos de hace una década. No con el propósito de refrescar blogs muertos o de parecer “serio” en LinkedIn, sino porque ya lo escribí en su momento.
En el fondo, quiero pensar que es mi pasado de programador nerd haciendo uso de un lenguaje y unas librerías que puedo invocar desde cualquier sitio.
Volvamos al origen. Obviamente, cuando empecé, cometí todos los errores cometibles. Lo que demuestra, por enésima vez, y aparentemente en contra de mi criterio, que no tenía estrategia alguna.
Léase como “Si llegas a ser más gilipollas no naces”
Como quiera que @jlantunez ya había publicado varios hilos históricos, hizo de lazarillo durante un tiempo, lo que me evitó múltiples empellones contra paredes, fuentes y mobiliario arquitectónico.
@RobertoCarreras me puso en la pista de @chirrapp , que es lo que uso habitualmente excepto hoy, que me permite hacer el hilo, editarlo cómodamente y publicarlo del tirón.
Naturalmente, no todo fue tan sencillo: varias veces me dejó el culo al aire al publicar y me tuve que ir apañando poniendo tweets individuales a mano.
Hasta que descubrí que no era buena idea tener 64 ventanas abiertas al mismo tiempo que publicabas algo en una herramienta que antes de volcarlo en Twitter, lo recoge todo en memoria.
Como ya mencioné en algún sitio, los primeros hilos turras se iban escribiendo solos mientras llevaba a mis hijas a escuela deportiva, tenis o voleiboles varios.
Porque evidentemente, los hacía como se presenta el cabrón de @_miki a los mejores programas de @HeavyMental_es . Con la chorra fuera y sin preparar.
De hecho, estoy volviendo hoy a este método en homenaje, porque no hay nada como la sensación de jugar al Tetris con las citas de un hilo: como te equivoques al colocar un bloque, no hay vuelta atrás.
Como veis, además estaba completamente seguro de mí mismo y tenía clarísimo que era lo que quería hacer:
Obviamente, el hecho de que ya tengo unos cuantos tiros pegados, me ayudó muchísimo a poder salir de semejante trampa para osos en la que me había metido dando vagamente el pego.
De hecho, en realidad era una auténtica maravilla terapéutica, porque había un montón de cosas en mi cabeza a las que no les había dado forma ni había dejado constancia de ellas por escrito.
Si esperábais aquí un lloro sobre el sufrimiento ante la hoja en blanco, me temo que sería tirarme el folio de manera gratuita. Tenía un backlog de cosas sobre las que hablar monstruoso.
Y entonces vino la segunda parte de Twitter: La comunidad.
Que realmente, ha sido el descubrimiento más impresionante de todos con diferencia. Que había gente ahí fuera que le interesaba una mierda lo que yo pudiera decir o dejar de decir.
Lo del síndrome de Casandra lo tenía tan interiorizado que nosotros internamente en mi compañía tenemos ya una cita de coña que es “ No me hacéis ni puto caso “.
Obviamente no lo lleve tan olímpicamente durante mucho tiempo, y fue fuente de mucha frustración, pero todos, hasta los más obtusos, terminamos procesando nuestros errores. El mío es no saber empatizar. Lo corregí rodeándome de gente mejor que yo.
Volvamos a la comunidad: La gente me hizo saber, para mi sorpresa, que mis paridas les interesaban. Nada más gratificante para alguien que habla, que sentirse escuchado.
Y empezó a unirse gente que venía de todos los walks of life: Mi actividad profesional, académica, la banda de @HeavyMental_es, Mensa …
La comunidad es todo. Saber que tienes gente ahí afuera es la mejor sensación que hay. Saber que se va a discutir sobre cosas interesantes a nivel potente es insuperable.
Luego hubo más empujones: @jaime_rdes se apiada de mi por razones desconocidas y me entrevista (?). Luego vendrían @samuelgil , @polymatas … La comunidad del retraso no hace sino expandirse. El ecosistema Monguer se realimenta salvajemente.
El turra limit nace de los muchos años que me ha llevado aprender que lo poco gusta y lo mucho cansa, y que es preferible dejar a la gente con ganas de más a que pregunte que cuando te callarás.
A la comunidad: GRACIAS. Sois todo para mi. Hasta cuando me ponéis a caldo. Memento mori.
You know who you are.
Ha sido a fucking hell of a ride. Volveré con regularidad en Septiembre, y espero encontraros por aquí.
Gracias de nuevo, y esto, que ha sido un acto de serendipia por mi parte, de generosidad por la vuestra, y de estupidez por ambas partes, siga por mucho tiempo. #finhilo
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En el hilo turras de hoy, y tal como anuncié ayer, voy a hablar del futuro del gaming/gambling, y por qué me he metido hasta las trancas en el junto con mis socios.
Para empezar, voy a dejar algo claro: No soy nada de gambling. No juego a nada por dinero. No porque sea un triste, que lo soy, sino porque realmente no me produce ningún placer entregarme a la suerte sin más. La suerte boba, como yo la llamo.
Y ojo, que poca gente le tiene más respeto que yo a la suerte, y en su momento ya le dediqué un hilo turras:
En el hilo turras de hoy, a pesar de que tengo mil temas pendientes de #preguntaalrecu, me apetece hablar de algo sobre lo que llevo reflexionando un rato: La escurridiza relación entre éxito y talento.
Lo venía pensando de resultas de la conversación (Una de tantas) que tuvimos ayer comiendo los tres tenores:
La pregunta era: Como capitalizar la creación de contenidos? Como recuperar el esfuerzo invertido en lo que estamos haciendo? Como obtenemos retorno crematístico de lo que hacemos?
En el hilo turras de hoy, voy a hablaros de un concepto aparentemente abstruso pero fundamental, que es el de abrochador liminal, al hilo de este tweet de @samuelgil:
En el hilo turras de hoy, y al hilo de una cuestión en la Comunidad Kaizen de @jaime_rdes, hoy voy a hablaros de la Shadow Career.
Como quiera que el concepto es, como muchos otros que suelo manejar, una mezcla de conceptos propios y ajenos, voy a intentar delimitar mi definición del mismo.
Para mi, básicamente la SC es una mezcla de tres cosas que haces al mismo tiempo que tu trabajo diario: Lo que haces para mantenerte empleable, lo que haces para progresar en la corporate ladder y lo que haces cuando estás frustrado con lo que estás haciendo.
He tocado este tema de manera colateral en una serie de ocasiones, por ejemplo en el hilo turras dedicado a intentar trabajar con CPS en la administración.
Vamos a empezar fuerte: Mi experiencia personal es que es casi imposible hacer CPS real en grandes corporaciones porque los incentivos están completamente desalineados.