Thread by @IrvingGatell

1. ¿Está occidente derrotado ante grupos como los talibanes?
Voy a explicarte cosas que van a hacer enojar a muchas buenas conciencias, pero que hay que decir, porque las naciones occidentales de repente están haciendo todo mal cuando se trata de extremistas.

2. La Segunda Guerra Mundial fue un parteaguas en muchos sentidos. En general, lo que vino después fue un avance. No hemos tenido otra guerra de proporciones remotamente similares (algo que NUNCA había sucedido en lapsos de casi cien años).

3. Pero no todo fue positivo. Hay un trauma que no hemos superado en occidente, y que no está ayudando para situaciones como la que vive Afganistán.
Se trata de nuestro remordimiento de conciencia por haber llegado a una catástrofe como lo fue la Segunda Guerra Mundial.

4. La parte positiva de ese remordimiento de conciencia fue que se redefinieron las leyes de guerra, se creó la ONU, se impulsaron los Derechos Humanos, y comenzó el desmantelamiento del colonialismo europeo que todavía se mantenía vigente en Asia y África.

5. Pero ahí te va lo malo de ese remordimiento de conciencia: occidente se hundió en el MIEDO A DERROTAR a sus enemigos más intransigentes.
Occidente podría derrotar a los talibanes, pero no se anima. La culpa es un lastre ideológico típicamente posmoderno.

6. Se nos ha impuesto el discurso de los Derechos Humanos, y hemos cometido el error de creer que son ideas monolíticas que se deben aplicar a ultranza, siempre y en todas las ocasiones.
Y no. Por doloroso que sea, no es así.
No te infartes. Te lo explico.

7. Los Derechos Humanos son una condición ideal a la que aspiramos, y a la que debemos seguir aspirando.
Pero la realidad no tiene nada de ideal. Es compleja y es difícil, y con mucha frecuencia ocurren situaciones que nos obligan a comportarnos bajo otros parámetros.

8. Por ejemplo, la legítima defensa propia. En una situación extrema en la que un delincuente pone en riesgo tu vida, la mayoría de los países reconoce el derecho a la defensa propia, incluso si eso culmina en la muerte del delincuente.

9. En teoría, eso va contra sus Derechos Humanos (contra el más básico de todos: vivir). Pero en la práctica, una situación extrema puede provocar que se altere el modo correcto de aplicar los criterios acerca de los Derechos Humanos.

10. La guerra es, por definición, la situación extrema donde toda la lógica se revierte. Justo para eso se diseñaron y evolucionaron las leyes de guerra. Existen porque es obvio que en esa situación no se puede aplicar la visión ideal de los Derechos Humanos.

11. Hasta ahí vamos bien. El problema es cuando al dilema entre leyes de guerra o Derechos Humanos, se le suma nuestro remordimiento de conciencia surgido de la Segunda Guerra Mundial. La experiencia ha demostrado que muchos gobiernos se bloquean y se inutilizan.

12. Los talibanes, desde 2001, tenían que haber sido aplastados y recluidos en sus últimos bastiones sin darles ningún tipo de opción a salir de allí. Sin darles ningún espacio. Sin darles ningún respiro. Y eso, además, tenía que haber sido un esfuerzo internacional coordinado.

13. No se hizo.
¿Por qué? Básicamente, porque occidente ya no quiere ganar guerras. Está convencido de que es mejor la opción política, la negociación, la concordia.
Y sí: en teoría lo es.
Pero recalco: EN TEORÍA.
En la práctica, no siempre funciona.

14. ¿En qué momento deja de funcionar?
Cuando el conflicto es contra un rival que funciona desde otro paradigma social y político, y se lanza a una guerra muy diferente a la que nosotros QUEREMOS o DESEAMOS hacer.
Como los talibanes, por ejemplo.

15. Entre los siglos XVI y XVII, España y Holanda se enfrascaron en una serie de conflictos que llegaron al nivel de convertirse en una guerra.
Algo similar entre ambos países es imposible hoy en día. Cualquier diferendo, por grave que sea, se resuelve por medios diplomáticos.

16. ¿Por qué? Porque ambos países comparten ese mismo paradigma que privilegia la negociación o la diplomacia, por encima de las soluciones militares.
Pero ¿qué haces cuando el enemigo no razona desde la misma perspectiva y cree en la guerra santa?

17. La realidad es que no tienes opciones. Tienes que ir a su campo de batalla y aplastarlo. Sí, dije aplastarlo. Si no lo haces, se tomará todo el tiempo necesario para recuperarse y regresará a declararte la guerra.
Lo estamos viendo, en tiempo real, con los talibanes.

18. Pero a los países occidentales les duele todo ese discurso posmo de "colonialistas criminales, violadores de Derechos Humanos, invasores despiadados" y bla bla bla.
La realidad es que todo eso es lo que son los talibanes, no occidente.

19. Por no resolver el problema cuando se pudo, otra vez estamos igual que a finales de los 90's. Un régimen extremista empoderado en Afganistán. Cientos de terroristas liberados de sus cárceles. Y un montón de idiotas celebrando "la derrota estadounidense".

20. ¿Qué es lo que viene por delante?
Lo obvio: tarde o temprano será necesaria otra invasión. Estados Unidos y aliados cuentan con los recursos para volver a replegar a los talibanes. Ya lo hicieron una vez, a un gran costo. Pueden hacerlo otra. Pero...

21. ¿Serán tan idiotas como para otra vez, en nombre del respeto, la tolerancia y la protección de los Derechos Humanos del régimen talibán, volverán a dejar las cosas a medias? En ese caso, el gran costo del segundo intento será la ruta para el 3er intento, y el 4o, y etc.

22. Ni modo. He ahí el reto de nuevo, el problema no resuelto que volverá a dejarnos en la disyuntiva: ¿qué es peor? ¿Dar un golpe contundente aun contra nuestros remordimientos, o dejar vivir un régimen feudal, tiránico, misógino y brutal?

23. Maquiavelo explicó (hace más de 5 siglos, carajo) que es mejor un único golpe contundente para aplacar al que causa problemas, que golpes débiles o incompletos que sólo hacen que el problema se vuelva eterno.
Biden ya cometió un primer error. Veamos qué hace ahora.

24. El Talibán no debe ser incluido en el concierto de las naciones. De hecho, ni a ellos mismos les interesa. Su agenda discurre por una lógica completamente distinta.
Así que es hora de abandonar nuestra soberbia y dejar de creer que todos quieren negociar.

25. Hay enemigos que sólo quieren la guerra.
Hay que derrotarlos, aunque nos duela.
De lo contrario, la derrota será nuestra, sin que ellos realmente nos hayan ganado.