Aquí en el autolavado hay un tipo con un ramo de flores en la mano, bien bañado y peinado, hablando por teléfono con alguien a quien le ha prometido, en voz muy alta, que está por llegar... que van a desayunar rico, y que le lleva una sorpresa.
El auto de este amigo es un Ford Escort, tipo vagoneta, ya muy viejito: la pintura no brilla en zona alguna, y la defensa está rota: alguna vez sufrió un percance de consideración, y no fue reemplazada... el chavo del autolavado pasa la franela con muuucho cuidado al secarla.
El mismo chavo pregunta al tipo si quiere que le ponga "almorón" en los interiores, y no sólo en las llantas, y éste pregunta cuál sería el costo; se lo dicen, y queda en silencio, calculando... se decide por el "sí", y el chavo procede.
Diez minutos más, y el auto está listo: le avisan al tipo y lo primero que hace es colocar el ramo de flores, con mucho cuidado, en el asiento del copiloto.
Revisa el auto, y ya satisfecho va con el supervisor a pagar, pero no le cobra: el costo ya fue cubierto por alguien más.
Revisa el auto, y ya satisfecho va con el supervisor a pagar, pero no le cobra: el costo ya fue cubierto por alguien más.
El tipo sonríe, medio chiveado pero feliz, y mira en derredor para ver si alguien se acredita la cortesía; nadie lo hace. Parece querer preguntar, pero alguien le dice: "Ya súbete mano, te están esperando", y él elige entonces gritar "GRACIAS!" y se marcha, llevando ya algo más.
Empezar el día así, es un auténtico privilegio.
De esto necesitamos mucho. No requerimos héroes... necesitamos gente común haciendo lo posible en forma oportuna, reconociéndose en el otro.
Y ayudando. Y dejándonos ayudar.
Tengan todos un gran sábado!
De esto necesitamos mucho. No requerimos héroes... necesitamos gente común haciendo lo posible en forma oportuna, reconociéndose en el otro.
Y ayudando. Y dejándonos ayudar.
Tengan todos un gran sábado!
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