En este hilo hablaré de la guerra civil española, sus exiliados, la guerrilla mexicana y la elite académica mexicana, en torno al reciente escándalo del Conacyt.
A fines de los años ‘90 estudie historia en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM. Una cosa muy rara que hacían allí era fomentar la reverencia a los exiliados españoles y sus descendientes. Algunos profes eran obvios en su preferencia por los chicos del Colegio Madrid.
Fue así como terminé leyendo a muchos autores del exilio español, más de los que se enseñan en cualquier parte del mundo. Nunca cuestionamos quiénes eran o que habían hecho antes de exiliarse, su status de exiliados los purificaba de toda crítica o cuestionamiento.
Cuando empecé a estudiar la historia de la izquierda mexicana para mi tesis, la parada en la guerra civil española fue obligatoria. Mi primer shock fue que una facultad tan hispanofila no enseñara la guerra civil. Ahí descubrí el papel de algunos de los autores leídos.
Mi segundo shock fue que esos intelectuales del exilio hubieran participado en episodios muy violentos de la guerra. Sin embargo, en la FFYL había una clara aversión a la violencia política. Nadie la fomentaba ni la justificaba, solo intentaban explicarla histórica y socialmente.
Enfatizo esto último porque la Segob en aquellos años lanzó una campaña para enlodar a la UNAM y a la FFYL en particular, diciendo que era un semillero de guerrilleros. Nada más falso y descabellado! La mayoría de los profes entonces estaban en el rango apolítico-conservador.
Cuando empecé a estudiar el tema de las guerrillas mexicanas, otro shock fue descubrir que la misma facultad que amaba a los exiliados españoles y que había recibido con los brazos abiertos a los guerrilleros exiliados de America Latina, hubiera rechazado a los mexicanos.
En FFYL se enseñaba marxismo pero se fomentaba la oposición a la lucha armada que se llevaba a cabo en Mexico en los ‘70. No hubo prácticamente nada de solidaridad para las víctimas de violaciones graves a los derechos humanos durante la llamada guerra sucia.
En cambio, hubo muestras muy humanas y hasta heroicas de solidaridad con los guerrilleros y víctimas latinoamericanos. Resumo esta actitud con un dicho: “hágase la revolución en los bueyes de mi compadre.”
Lo paradójico del rechazo a lo local y la exaltación a lo foráneo se hace más patente cuando vemos casos como el del exiliado español Wenceslao Roces. Abogado, políglota y traductor de varias obras de Marx y otros autores comunistas al español, fue una figura venerada en Mexico.
Sin embargo, nunca se habla de la participación de Roces en la ejecución del líder del POUM Andreu Nin, un episodio definitorio en la guerra civil. Roces, para quien no lo sepa, es el abuelo de la actual directora del Conacyt, María Elena Álvarez-Buylla-Roces.
En diversas instituciones académicas (UNAM, UAM, etc) tanto los descendientes del exilio español como los de los exilios latinoamericanas fueron contratados con plazas con todos los beneficios de la ley, un privilegio que no se le otorgaba tan fácilmente a los académicos locales.
Por ello, los descendientes de los exilios han sido parte importante de la vida de instituciones como la UNAM. En el movimiento del ‘68 hubo varios líderes descendientes de españoles. En la huelga estudiantil de 1987 de la UNAM, los principales líderes también lo eran.
La actual confrontación del Conacyt con ciertos elementos de la comunidad científica parece como un pleito de familia. Hay muchos descendientes de exiliados involucrados en la contienda, Bajo la perspectiva de Bourdieu, habría que analizar el campo y el habitus de esta elite.
Sería penoso descubrir que detrás de una supuesta lucha contra la corrupción hay más bien añejos “pleitos de familia” por llamarlos de algún modo. La visceralidad del ataque da cabida a esa suposición.
Por otra parte, habría que cuestionar los privilegios de esa elite de descendientes de exiliados blancos, no desde la burda y patética xenofobia como hacen algunos, sino desde la lógica del propio Estado mexicano que les dio esas prerrogativas.
Se habrá mezclado el humanitarismo del Estado mexicano con algún complejo colonial? Porque no todos los exiliados recibieron el mismo trato. A los indígenas guatemaltecos que huían del genocidio a principios de los ‘80, el ejército mexicano les disparaba en la frontera.
En la política del exilio del Estado mexicano la blanquitud tuvo un peso. Nunca se habla de esos temas en Mexico y no le extrañaría que me llovieran piedras por ello, pero solo estoy poniendo el tema en el tapete de la discusión, si mis suposiciones fuesen falsas, las retiraría.
Lo que no se puede negar es que tanto la dra. Álvarez y sus nemesis son parte de esa elite privilegiada de descendientes de exiliados, sobre todo españoles.
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En este hilo voy a comentar mi hipótesis de las razones por las que creo que #ManuelBuendía fue asesinado. Lo primero que hay que notar es que nadie en México hubiera podido matar a un contacto de la DFS, excepto la propia DFS.
En los casos en que una corporación mataba a un agente de otra corporación, las tensiones escalaban hasta llegar a la confrontación física. Ejemplo: la Policía Judicial de Sinaloa mató al militar Gustavo Sámano en 1977. En respuesta, el ejército desapareció a SIETE judiciales.
Si Buendía ventilaba tantas cosas de seguridad nacional, no sólo era por su valentía, que sin duda era su principal atributo, sino también porque tenía cierta cobertura por parte de la DFS. Sin embargo, todos los que han investigado el caso han concluido que la DFS lo mató.
#ManuelBuendía no fue el primer periodista asesinado cuyo caso produjo un escándalo en el gremio. El 13 de febrero de 1978, el periodista sinaloense que cubría la Operación Cóndor, Roberto Martínez Montenegro, fue asesinado al parecer por agentes de la PJF-PGR de Sinaloa.
Por cierto que en esos años Alejandro Gertz Manero era el jefe de los coordinadores de la PGR en Sinaloa, Carlos Aguilar y Jaime Alcalá, quienes tuvieron que salir huyendo de Sinaloa después de haber asesinado al famoso capo Pedro Avilés Pérez.
No saben cómo me gustaría preguntarte al Lic. Gertz quién dio la orden de matar a Avilés y a Montenegro, entre otros muchos otros ejecutados en el contexto de la Operación Cóndor, lástima que sea fiscal de la nación, pues en teoría ninguna autoridad está por encima de él.
Volviendo a 1521, a la guerra sangrienta que por estos días se libraba entre los defensores de Mx-Tenochtitlán y conquistadores y aliados indígenas, hay varios temas que, con matices, pueden ser de consenso.
Los mexicas, como parte de la Excan Tlatoloyan, sometieron a multitud de pueblos a un régimen tributario opresivo. Estos pueblos encontraron en la invasión española una coyuntura para deshacerse de sus opresores.
Sin embargo, la explicación de por qué tantos pueblos indígenas apoyaron a los conquistadores no reside únicamente en la maldad mexica. Hay que profundizar en las causas de ese apoyo.
Ahora bien, los que estamos legítimamente traumados por la caída de Mx-Tenochtitlán somos una minoría de mexicanos, descendientes de los pueblos nahuas del Valle de México (Cem Anáhuac). El resto de mexicanos tiene otros orígenes y otros ancestros. Esa no es su historia.
Algo tonto y hasta maligno que hicieron los arquitectos de la identidad nacional en los siglos XIX y XX fue transferir la identidad mexica al resto del país. Le pusieron el nombre de la ciudad capital a todo el país. Los mexicas ya no existían así que no podían protestar por ello
Pero entiéndase de una vez, los pueblos descendientes de las brutales reducciones de alcohuas, tepanecas, mexicas, otomíes, etc. en el siglo XVI, quedaron confinados en la llamada república de indios. Hay pocos pueblos de indios cuya historia puede trazarse con precisión.
Provocación de la noche: el único partido de izquierda institucional en la historia de Mexico ha sido el PRD. El PRD agrupó a los nacionalistas revolucionarios de izquierda del PRI, a los excomunistas, a los exguerrilleros, a los exmaoístas, a los extrotskistas y demás ex.
Tenía tantos ex en su seno que le pusimos de cariño “el basurero de la historia.” Además de que luego empezaron a recibir la basura de otros partidos. Eso no quita que de los fundadores todos o casi todos venían de algún tipo de izquierda.
En mi época de activista siempre vimos con desconfianza al PRD por las luchas intestinas, el oportunismo, la tibieza, la obsesión con el poder por el poder, etc. El PRD además parecía estar siempre al borde de la insuficiencia, en la carencia de algo fundamental.
No se puede decir que porque AMLO insulta a la clase media en el acto está ofendiendo a la comunidad científica, son generalizaciones desenfocadas. Lo digo sin defenderlo de sus diatribas. No tiene filtro y eso es peligroso. Como presidente no le corresponde señalar con el dedo.
Por otra parte, creo que muchos mexicanos que hemos recorrido todo el país desde la península de Baja California hasta la de Yucatán, hemos visto la pobreza y la violencia más crudas y desarrollamos repulsión por las elites y la clase media aspiracionista.
Eso es en lo único que me identifico con AMLO plenamente, en lo demás consiento o disiento en diferentes grados. Pero la invitación es esa: recorran el país palmo a palmo para que vean de donde nos nace esa repulsión por los de arriba.