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Agesilao

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16 Nov, 31 tweets, 29 min read

[HILO] Infancia y vida de Alejandro Magno antes de llegar al trono.

La parte menos conocida de la vida de Alejandro.

Alejandro nació el 20 ó 21 de julio del año 356 a. C. en Pella, la nueva capital del Reino de Macedonia hijo de Filipo II del cual ya hablamos ayer, de la dinastía reinante de Macedonia, los Argéadas y de Olimpia de Épiro, de la dinastía real de Épiro (hija de Neoptólemo I y

hermana de Alejandro I, ambos reyes de Épiro).

Filipo heredó un reino maltrecho después de varias derrotas de sus sucesores, siendo la más sonada la de su hermano, Pérdicas III, que murió junto con su ejército frente al caudillo ilirio Bardilis. Sin embargo, Filipo se repuso.

Además de ser un gran reformador militar y un estadista de primera Filipo supo ver con claridad el futuro de Macedonia: ser la potencia principal de Grecia, para ello había que comenzar siendo considerado griego, por lo que inició una política helenizadora, adoptando costumbres e

invitando a intelectuales a la corte (como, por otro lado ya se había venido haciendo por los reyes anteriores como fue el caso de Arquelao I, aunque esta vez con mayor intensidad).

Alejandro, por otro lado, no era hijo único, ni mucho menos, tuvo bastantes hermanos (ya que era tradición real macedonia la poligamia) entre los cuales hay que mencionar a Cleopatra (hija también de Olimpia) y Filipo Arrideo, hijo de Filina de Tesalia y que, a pesar de contar

con problemas para gobernarse a sí mismo fue sucesor de Alejandro desde su muerte hasta el año 317 a. C. Una figura interesante.

Sin embargo, a pesar de esta plétora de hermanos, cuando nació Alejandro y durante buena parte de su vida fue el preferido de Filipo.

Por otro lado, en cuanto a la educación de Alejandro se conocen tres maestros: Leónidas, Lisímaco y Aristóteles.

En cuanto a Leónidas, que no era el famoso rey espartano ya que vivió siglo y medio antes, se sabe que era de origen macedonio o epirota y que era una persona bastante austera, lo cual no olvidaría nunca Alejandro pues cuando estaba conquistando Persia le envió Mirra como burla.

La educación que le brindaba Leónidas era bastante básica y comprendía sobre todo actividades físicas. Esta educación se instruía no solo a Alejandro sino a otros hijos de la nobleza macedonia con el fin de fomentar el sentimiento patrio desde pequeños y asegurar su lealtad.

Por otro lado, además de la fortaleza física, Alejandro se inició en las letras por Lisímaco (diferente también a Lisímaco de Tracia). Poco se sabe de este maestro más que se llevó mejor con él que con Leónidas.

Sin embargo, a los trece años la vida de Alejandro dio un vuelco: Filipo tenía reservada para él la mejor de las educaciones; si su destino era ser rey de los griegos debía ser tan sabio como el más sabio de ellos, por eso, Filipo contrató los servicios de Aristóteles.

No valía con unas pocas clases semanales sino que tanto Alejandro como los hijos de los nobles se desplazaron a la ciudad de Mieza para recibir las clases del filósofo estagirita.

Durante esta educación, que duraría unos dos años aproximadamente, además de aprender todo tipo de conocimientos teóricos, científicos, filosóficos y literarios, Alejandro conocería a algunas de las personas más importantes en su futuro como Pérdicas o su amante Hefestión.

A la edad de 16 años Alejandro dejaría de recibir educación teórica para empezar a hacer sus pinitos en la gobernanza. Durante un lapso corto de ausencia de Filipo, Alejandro fue nombrado regente y su regencia no fue nada fácil ya que recibió a enviados persas

a los cuales impresionó gratamente con sus conocimientos y tuvo, incluso, que luchar una escaramuza contra una tribu rebelde de Tracia.

Durante su infancia tuvo una de las anécdotas más conocidas de la Antigüedad: la doma de Bucéfalo. Dice la leyenda (por Plutarco) que este caballo fue adquirido por Filipo II a un comerciante tesalio, pero que era muy bravo y no se dejaba montar por nadie.

Sin embargo, Alejandro probó suerte dándose cuenta de que el equino tenía miedo de su propia sombra por lo que encarándolo al sol consiguió dominarlo y montarlo. A partir de entonces sería el caballo predilecto de Alejandro y le acompañaría hasta la India, donde moriría.

A los 18 años, Alejandro acompaña por primera vez en campaña a su padre y tiene la ocasión de luchar en la batalla más importante de Filipo en toda su vida: la Batalla de Queronea, en la que macedonios se enfrentaron a una coalición griega liderada por Tebas y Atenas.

Alejandro dirigió el flanco izquierdo al mando de la caballería que se enfrentaría al batallón sagrado de Tebas. No entraré en la batalla hoy pero hay que decir que es una obra maestra de Filipo con retiradas falsas y muchas tácticas en las que se demuestra la profesionalidad

de su ejército.

Tras esa batalla Macedonia era dueña de casi toda Grecia.

Filipo, poco después, contrajo matrimonio con Eurídice, de origen noble y macedonia. Lo cual no sintió nada bien a Alejandro que se vio amenazado por un posible descendiente de ambos. En la propia boda Alejandro se enzarzó en una discusión con Filipo y Átalo, tió de Eurídice.

Esa discusión no acabó bien y Alejandro se tuvo que exiliar a Épiro y después a Iliria, donde luchó algunas batallas. Al poco tiempo padre e hijo enterraron el hacha de guerra y Alejandro volvió a Pella.

Corre el año 336 a. C. y Alejandro cuenta ya con 20 años. Su hermana Cleopatra se va a casar con Alejandro I de Épiro, su propio tío, algo normal en esa época. Durante la boda, Filipo es acuchillado por la espalda, cuando acompañaba a Cleopatra, por un guardaespaldas enfadado.