Patriotismo no es chauvinismo ni discursos altisonantes... Cosas que deben diferenciarse. Abro hilo al respecto 
Soy un "bicho raro" lo admito sin pudor... Las palabras grandilocuentes, no me conmueven para nada; salvo que ellas sean emitidas en el lugar de los hechos por alguien que allí junto a uno se está jugando el todo por el todo y da el ejemplo.
La arenga de Enrique V en Azincourt. San Martín mirando desplegarse a los Realistas y compartiendo el peligro de morir con sus soldados. Los jefes de batallón argentinos al frente de los mismos cayendo frente a los no menos valientes paraguayos en Curupaity. Esos tanquistas
israelíes saliendo a combatir en el Golan en 1973, sabiendo que no volverían o el oficial de mi regimiento en Malvinas agonizando y cuidando a sus soldados, Hay miles de ejemplos así en la historia de la guerra. Solamente recordamos aquellas que conocímos y nos
impactaron, pero sabemos que ellas no son propias de una nación sino de hombres de coraje en un momento dado. ¿A qué viene todo esto? Es que a raíz del día de la soberanía en estas playas, he leído palabras cargadas de "morir con gloria" por personas
que jamás en su vida estuvieron bajo fuego, y que además pretenden expresar cual debe ser la conducta de todos los ciudadanos frente a la vida; como si se tuviera la potestad de indicar que es bueno y que no. Esa inexperiencia vital, lleva a desconocer que en la batalla, los
hombres pelean por sus compañeros, por el ejemplo que en el campo quienes les mandan les dan; pues esos discursos dados en tarimas son siempre vacíos, absolutamente cuando todo es miseria; el miedo, si el miedo, no se siente en el alma sino en las tripas; cuando el tiempo parece
detenerse en un largo momento único e inacabable de pocos minutos; cuando aquel del que nada se esperaba derrocha valor en un instante y el otro que tan duro lucía, busca que la tierra completa lo cobije y lo saque de allí, o una leve molestia en su cuerpo lo releve de seguir.
A mi juicio, hay que ser muy prudente al hablar de gloria y honor sin haber pisado un campo de batalla. La gloria militar no debe ser una búsqueda sino algo que llega por el buen hacer, Y el honor es algo que se tiene no se declama.
Las palabras sin el acto no sirven. No alcanzan esas palabras bellas para impulsar a alguien a pelear; y en el fondo evidencian que a veces, nuestra aproximación a lo que es la guerra, parece extraída más de un mal acto escolar que del estudio profundo de la misma.
Como en tantas cosas, solemos creer que las palabras reemplazan a los hechos.
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