Un seguidor de los hilos, me escribe sobre la razón por la que se busca accionar sobre los flancos de un enemigo en una batalla, así que ahí va mi respuesta a la pregunta. Abrimos así el capítulo "hilos a demanda" 
Desde la Antiguedad, el buscar el flanco de la formación de un enemigo es una maniobra que se busca en todos los niveles de comando. Veamos porque: En terminos generales, en el combate se despliegan las fuerzas para llevar el máximo de poder sobre un punto del enemigo.
Esto porque es virtualmente imposible ser igualmente fuerte en todas las direcciones. En general los flancos son los extremos de un dispositivo de combate y en profundidad se extiende desde el frente hacia la retaguardia de esa fuerza.
En ese espacio, que varia en profundidad con la magnitud de las fuerzas que se trate, es común que haya fuerzas ligeras, móviles que busquen proteger esos sectores de una acción enemiga; o al menos dar una temprana alarma para permitir tiempo a reaccionar.
Debe decirse también que una acción al flanco exitosa abre varias oportunidades interesantes. Si se logra descalabrar a quienes dan seguridad en el flanco, el enemigo tenderá a empeñar una fuerza que tenga en reserva para establecer un "bloqueo" a la penetración.
Otra opción usada era que las fuerzas del extremo hicieran una suerte de "martillo" de manera de oponerse a quienes buscan flanquear. En cualquiera de los dos casos, el enemigo obra de manera reactiva a la iniciativa del que busca el flanco.
Si se es extremadamente veloz o bien el enemigo es muy lento para reaccionar, el ataque al flanco puede convertirse de algo peligroso a un verdadero desastre. Eso porque la fuerza que ha logrado penetrar puede dirigirse a la retaguardia enemiga...
Retaguardia donde están los centros de comando y comunicaciones, el sostén logístico, tropas en proceso de marcha pero sin aliastamiento para la batalla. Allí se puede producir una afectación gravísima al enemigo.
Una que lo obligue a desprender fuerzas del frente para atender la amenaza, o bien improvisar contingentes con lo que haya a retaguardia para atender esto. Además la presencia de una fuerza enemiga haciendo estragos en la retaguardia origina casi de inmediato pánico generalizado.
Pánico que se transmite mucho más rápido que las ordenes para contener la situación, y que cuando eso sucede, se abre la puera para que otras fuerzas, mucho más potentes que las que atacaron el flanco inicialmente, exploten esa situación favorable yendo todavía más atrás.
Hay muchos ejemplos de todo esto. Alejandro en Gaugamela, Napoleón en la campaña de Italia, Patton luego de la ruptura en Saint Lo, Sharon cruzando el Canal de Suez e infinidad de otras acciones de menor envergadura que logran localmente resultados importantes.
Una advertencia sobre el final... Todo profesional serio, repito serio, sabe que esto existe; pero que "del otro lado de la colina" hay otro tan serio como él que buscará evitar que eso suceda e incluso incitarlo a hacerlo para que caiga en una trampa.
Como escribiera Clausewitz, todo en la guerra luce sencillo, hasta una actividad que cualquiera puede llevar adelante. Sin embargo cuando se trata de planificar esas "sencillas" ideas y de llevarlas a cabo una abrumadora cantidad de dificultades aparecerán de la nada.
Tornando todo en un ambiente de incertidumbre generalizada. Allí el genio y el temple pueden más que las bayonetas.
• • •
Missing some Tweet in this thread? You can try to
force a refresh
