Antropología y ciencia: ¿Enamoradoras o en proceso de divorcio?
Una controversia se inició en el año 2010 cuando la American Anthropological Association propusó eliminar las referencias a "la ciencia" de su plan de proyectos a largo plazo, este fenómeno reinició una serie de...
Una controversia se inició en el año 2010 cuando la American Anthropological Association propusó eliminar las referencias a "la ciencia" de su plan de proyectos a largo plazo, este fenómeno reinició una serie de...
debates que se creían terminados sobre una no-irónica guerra tribal entre las facciones científicas de la disciplina y las facciones activistas de la misma. La académica Alice Dreger prontamente se posicionó en el conflicto y acusó a los antropólogos culturales de ser
proclives a creerse superhéroes para los grupos oprimidos, y señala un clima en el que la disciplina "activamente rechaza la ciencia" y promueve "el activismo por encima de la recopilación de data o teorización científica". Peter Peregrine, presidente de la Society for
Anthropological Sciences agregó al asunto: "Hay un subgrupo de antropólogos descriptivo-interpretativo que agresivamente atacan las hipótesis científicas". Estas acusaciones no son novedosas, ya en la década de los 90's el bioantropólogo Napoleón Chagnon ya advertía
del peligro del "antropólogo activista" que produce místicas, oculta imprecisiones e manufactura o destruye evidencia bajo la guía de las motivaciones ideológicas, también advirtió del surgimiento de la "biofobia" como un rechazo crónico en la disciplina hacia las
explicaciones que consideraran la biología como factor relevante.
Este estudio pone a prueba la idea del choque de facciones entre la antropología científica y anticientífica, identificando la influencia de las subdisciplinas de los académicos (Considerando arqueología
Este estudio pone a prueba la idea del choque de facciones entre la antropología científica y anticientífica, identificando la influencia de las subdisciplinas de los académicos (Considerando arqueología
bioantropología y antropología cultural), el sexo de los antropólogos y sus tendencias políticas, para testear la existencia de estas facciones se utilizaron preguntas acerca del relativismo moral, el rol e impacto de la ciencia en la sociedad, el apoyo a la decisión
de la American Anthropological Association, la consideración sobre las explicaciones evolucionistas, el rol activista de la disciplina y lo más interesante, su posicionamiento respecto a los 3 grandes escándalos de la antropología que ya he discutido anteriormente que anexo ahora
En total se entrevistaron a más de 300 antropólogos, estos fueron los resultados: Según subdisciplina existe un contraste marcado entre el posicionamiento de los antropólogos culturales y los bioantropólogos, los primeros tienen mayor tendencia a rechazar las
hipótesis evolucionistas o la influencia de la biología, mayor tendencia a favorecer el impacto del postmodernismo en la disciplina, mayor tendencia al relativismo moral y el grupo con mayor apoyo a la decisión de la AAA a eliminar la ciencia de su programa
El ítem donde se generó la mayor discordancia fue en la revisión del impacto de Chagnon, siendo los antropólogos culturales los que más señalaron que Chagnon dañó a los Yanomami durante su investigación. En razón de sexo, se encuentran también una marcada diferencia
entre los antropólogos hombres y mujeres. Las mujeres tienen mayor tendencia a rechazar la hipótesis evolucionistas, a creer en el rol militante de la disciplina y al relativismo moral (Algo bastante destacable es que la pregunta "La mutilación genital femenina es brutal y
antiética" tuvo mayor resonancia entre hombres que en mujeres -74% vs. 69%-) y al relativismo epistémico (Las antropólogas eran considerablemente más probables de asegurar que las explicaciones cosmológicas de los indígenas son tan legítimas como las hipótesis científicas)
Del mismo modo, la gran mayoría de las antropólogas descartan la investigación de Chagnon como antiética e ideológicamente motivada y al mismo tiempo de apoyar la investigación de Margaret Mead ante las acusaciones de Freeman
Finalmente al ver la tendencia política de los académicos vemos tendencias marcadas igualmente: Se identificaron Liberales (73%), Radicales (13%), Moderados (12%), Conservadores (1%) y Libertarios (1%), por un lado esto confirmar la acusación popular que "es más probable
encontrarte un oso hormiguero en un centro comercial que un antropólogo de derecha"; los radicales muestran tendencias similares a las mujeres: Tendencia al relativismo moral y epistémico, rechazo a las hipótesis evolucionistas (Y apoyo a la hipótesis de Sexo al Amanecer)
Los radicales muestran tendencias muy marcadas a rechazar el estudio de Chagnon y apoyar el estudio de Margaret Mead. La inclusión de las afirmaciones de Ryan & Jethá (Autores de Sexo al Amanecer) sobre el trabajo de Chagnon (y Steven Pinker) como un "montón de bobadas
que seducen al lector con cuentos sobre primates violentos y unas cuantas sociedades horticulturistas seleccionadas maliciosamente" es relevante ya que su hipótesis de Sexo al Amanecer es constantemente reivindicada por una muestra de los encuestados (Anexo un hilo al final)
Finalmente este estudio confirma una marcada diferencia entre facciones en la disciplina antropológica que está mediada por factores como el sexo, subdisciplina e ideología política de los investigadores, además de revelar una marcada polarización en el campo
que genera puntos ciegos a las sensibilidades, rencores y hostilidad entre los mismos académicos, si bien este paper no es útil a la hora de generar estrategias sobre como tratar y el escenario, permite esclarecer el panorama de la disciplina
journals.uchicago.edu/doi/abs/10.108…
journals.uchicago.edu/doi/abs/10.108…
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