1. ¿Los seres humanos somos por naturaleza monógamos o polígamos?
A continuación, un fragmento escrito por Robert Sapolsky en su libro "Compórtate".
Hilo.
2. «Supongamos que descubrimos dos nuevas especies de primates. A pesar de haberlas observado durante años, esto es todo lo que sabemos: en la especie A, el macho y la hembra tienen tamaños corporales, coloración y musculatura semejantes;
3. en la especie B, el macho es bastante más grande y más musculoso que la hembra, y tiene una coloración facial llamativa (jerga: la especie B es sexualmente muy dimórfica). Veremos a continuación cómo estos hechos nos permiten predecir con precisión un montón de cosas sobre
4. estas especies.
En primer lugar, ¿cuál de esas especies sufre conflictos agresivos, drásticos entre los machos por la posición elevada en el rango de dominancia?
5. La especie B, en la que los machos han sido seleccionados evolutivamente por su habilidad y destreza en la lucha. En cambio, los machos de la especie A son mínimamente agresivos —razón por la cual los machos no han sido seleccionados por sus músculos—.
6. ¿Y qué ocurre con la variabilidad en el éxito reproductivo de los machos? En una especie, el 5 por ciento de los machos realiza casi todos los apareamientos; en la otra, todos los machos se reproducen un par de veces.
7. El primer caso describe a la especie B —de eso trata la competición por el rango–, el segundo a la especie A.
Sigamos. En una de las especies, si un macho se aparea con una hembra y ella queda embarazada, se involucrará enormemente en el cuidado de la cría.
8. En cambio, no se aprecia ninguna "inversión parental" de los machos en la otra especie. Está muy claro: el primero describe a la especie A; los pocos machos de la especie B que son los padres de la mayoría de las crías no se involucran en el cuidado de estas.
9. Una especie tiende a crear relaciones cercanas, la otra no. Fácil: la que lo hace es la especie A, con dos pares de manos disponibles para el cuidado de la cría.
¿Cuán quisquillosos son los machos a la hora de elegir con quién se aparean?
10. En la especie B, los machos se aparean con cualquiera, en cualquier sitio y en cualquier momento —solo pagan el precio de un poco de esperma—. En cambio, los machos de la especie A, con su regla de "Tú la has embarazado, tú te encargas de la cría", son más selectivos.
11. En relación con eso, ¿qué especie forma parejas estables? La especie A, por supuesto.
Después de corregirlo según el tamaño corporal, ¿los machos de qué especie tienen los testículos más grandes y un mayor recuento de espermatozoides?
12. En la especie B, siempre dispuesta a aparearse, si surge la ocasión.
¿Qué buscan las hembras en una pareja potencial con la que aparearse? Las hembras de la especie B no obtienen nada de los machos excepto sus genes, por lo que estos deberían ser buenos.
13. Esto ayuda a explicar las llamativas características sexuales secundarias de los machos —"Si me puedo permitir gastar toda esa energía en músculos y en esos ridículos cuernos de neón, debo estar en muy buena forma, con la clase de genes que te gustaría q tuviesen tus hijos".
14. En cambio, las hembras de la especie A buscan que los machos tengan un comportamiento estable, más filial, y sean hábiles en el cuidado parental. Esto se puede ver en especies de aves que muestran este patrón, en las que los machos muestran ser expertos
15. en el cuidado parental durante el cortejo —alimentando simbólicamente a la hembra con gusanos, prueba de que es experto en ello–. Relacionado con esto, en las versiones de las especies A y B que encontramos entre las aves,
16. ¿en cuál es más probable que la hembra abandone a su descendencia, pasando más copias de sus genes apareándose con otro macho? La especie A, en la que vemos la tendencia a "poner los cuernos" —porque el macho se queda al cuidado de las crías –.
17. Relacionado con eso, las hembras de la especie A compiten agresivamente para poder emparejarse con un macho especialmente deseable (es decir, experto en el cuidado de las crías). En cambio, las hembras de la especie B no necesitan competir,
18. dado que todo lo que obtienen del macho es su esperma, y hay suficiente como para pasar de los machos deseables.
Lo que hemos descrito aquí es una dicotomía extensa y fiable entre dos sistemas sociales, donde la A es una especie "que forma parejas", y B,
19. una especie "que compite para aparearse".
Entre los primates que establecen vínculos de pareja hay monos de Sudamérica como los titíes, los tamarindos y los monos búho, y simios como los gibones
20. (y como ejemplos de no primates podríamos citar a los cisnes, chacales, castores y, por supuesto, los topillos de la pradera). Entre los ejemplos clásicos de especies que optan por la competición en una especie de torneo están los babuinos, los mandriles,
21. los macacos Rhesus, los monos vervet y los chimpancés (y entre los ejemplos de no primates encontraríamos gacelas, leones, ovejas, pavos reales y elefantes marinos). No todas las especies encajan a la perfección en alguno de los extremos.
22. Sin embargo, la cuestión es la lógica con la que los rasgos de cada uno de estos tipos de especies se agrupan, basándose en esos principios evolutivos.
Y nosotros: ¿somos una especie que se caracteriza por los vínculos de pareja o por la competición?
23. La civilización occidental no da una respuesta clara. Elogiamos las relaciones estables, fieles, aunque las diversas alternativas nos excitan, nos tientan, y sucumbimos a ellas en una proporción elevada. Una vez que se legalizaron los divorcios,
24. un elevado porcentaje de matrimonios acabó en uno, aunque un porcentaje menor de gente casada se divorcia —porque hay personas que se divorcian varias veces-.
La antropología tampoco ayuda. La mayoría de las culturas ha permitido la poligamia.
25. Pero dentro de esas culturas, la mayoría de las personas son monógamas (socialmente). Y muchos de esos hombres seguramente serían polígamos si pudieran comprar más esposas.
¿Qué podemos decir del dimorfismo sexual?
26. Los hombres son, aproximadamente, un 10 por ciento más altos y un 20 por ciento más pesados que las mujeres, necesitan un 20 por ciento más de calorías y la duración de sus vidas es un 6 por ciento más cortas
27. —son más dimorfos que las especies monógamas, y menos que las polígamas-. Pasa algo parecido con las características sexuales secundarias más sutiles, como la longitud de los caninos,
28. siendo el promedio de los hombres ligeramente mayor que el de las mujeres. Además, comparados con, por ejemplo, los gibones monógamos, los machos humanos tienen proporcionalmente los testículos más grandes y
29. una mayor concentración de espermatozoides..., pero palidecen cuando se los compara con los chimpancés polígamos. Y volviendo a los genes con impronta, los que reflejan la existencia de una competición genética intersexual,
30. resulta que son muy numerosos en las especies que compiten y no aparecen en las que optan por los vínculos de pareja. ¿Qué ocurre en los humanos? Hay algunos de esos genes, pero no muchos.
31. Medida tras medida, ocurre lo mismo. No se nos puede clasificar ni como monógamos ni como polígamos. Como atestiguan desde poetas hasta abogados de divorcios, estamos, por naturaleza, profundamente confundidos
32. —ligeramente polígamos, flotando en algún lugar intermedio-».
Fin del hilo.
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1. Gran parte de las personas no sabe mucho acerca de por qué los seres humanos tienen los deseos, emociones y valores que manifiestan, incluidos los que causan la violaci*n.
Esto se debe a que la mayoría carece de toda comprensión de las causas últimas (esto es, evolutivas) de que los seres humanos sean como son.
«Los investigadores grabaron vídeos cortos de 157 hombres diferentes. A continuación, otro grupo de hombres vio estos vídeos. Los investigadores les hicieron la siguiente pregunta sobre cada uno de los hombres en los vídeos (Hilo):
"¿Qué probabilidad hay de que este hombre gane una pelea física con otro hombre?" Utilizaron una escala que iba de "extremadamente probable" a "extremadamente improbable".
Un grupo de mujeres también vio los vídeos. Respondieron a una pregunta sobre cada uno de los hombres: "¿Qué tan atractivo sexualmente es este hombre?" Utilizaron una escala que iba desde "extremadamente poco atractivo" hasta "extremadamente atractivo".
«Neil Strauss describe cómo un compañero (...) se distingue entre los competidores masculinos por la atención de una mujer en un programa de citas [Hilo]:
La mayoría de los competidores se jactaban del éxito que tenían, pero el amigo de Strauss afirmó que era un "reparador de encendedores desechables".
El chico estaba tratando de distinguirse de sus competidores tratando de no lucirse ante la mujer en el programa. Estaba tratando de impresionarla tratando de no impresionarla.
1. "Supongamos que ponemos a hombres y mujeres a hacer cosas diferentes, cogemos y ponemos a las mujeres a cuidar a los niños y a los hombres a hacer guerras y mantenemos esta costumbre social durante, pongamos, 50.000 o 100.000 años."
2. "Ese plazo de tiempo es suficiente para que surjan mutaciones que hagan que las madres sean capaces de leer mejor la mente de sus hijos, de entender sus necesidades y por lo tanto de atenderlos mejor y de hacer que sobrevivan mejor +
3. que los hijos de madres que no son capaces de darse cuenta de si sus hijos tienen frío o hambre o cualquier otra necesidad. Lo mismo ocurriría con variantes genéticas que aumentaran la presencia de la madre por interactuar, atender y jugar con su bebé."
1. No se niega que haya maltratadores. Lo que se discute es que se presuma automáticamente una motivación machista cuando el maltratador es hombre y la víctima mujer. (Abro hilo)
2. Porque es insuficiente determinar la naturaleza de una violencia a partir de los genitales de los implicados (además de ser sexista). Por otro lado, atribuir una motivación machista por defecto en función del sexo entorpece la solución del problema +
3. porque ignora otros muchos factores que podrían influir en él. Un indicio de que esto puede estar ocurriendo lo tenemos en Suecia. Allí hay más "igualdad" que en España y sin embargo hay también más índices de lo que se conoce como violencia de género. +