Cuál no será el estado real de desorientación del movimiento comunista, que uno tiene más fácil escuchar a mandos de la burguesía relacionar las enseñanzas de un Clausewitz o un Moltke con la línea militar proletaria.... que a un comunista promedio.
"[Las lecciones de Clausewitz] las recogen de alguna manera los revolucionarios rusos, la recoge Mao...". Muy ilustrativo.
Hablando de mandos militares de la clase capitalista, espero poder resumir pronto la brillante exposición que, pese a todos sus prejuicios, hizo Guillermaz sobre la Guerra Popular desplegada por el PCCh en las tres guerras civiles revolucionarias y contra el Japón.
Es un magnífico exponente, y una refutación de las falsedades y estupideces que escupen hoy los revisionistas, acerca de la maestría del mando comunista chino para derrotar a enemigos en un principio muchísimo más poderosos en capacidad, medios y despliegue.
Superioridad moral (como lo llama Guillermaz), implicación creciente de masas militarizadas en una guerra total que combinaba distintas formas bélicas, dominio de la dialéctica entre movilidad y potencia de fuego y, sobre todo, direccionalidad por parte del Partido Comunista.
Buena ocasión para reflotar al "General" y sus escritos sobre la cuestión militar desde 1848 hasta 1895: marxists.org/espanol/m-e/se…
Para quien se maneje en francés, una compilación con escritos de Engels y Marx sobre el problema militar (Revolución de 1848, estrategia militar revolucionaria en Francia o Alemania, la guerra de Crimea, las guerras de liberación nacional, etc.).
Hay que reconocer que la feminista Fraser, citada en el último monográfico de Línea Proletaria (reconstitucion.net/Documentos/LP_…), dibuja bien, pese a las gafas feministas con que ve el mundo, la lógica corporativizadora de la que participa el feminismo en el capitalismo maduro:
Dejando a un lado la ridiculez pedante de "conflictos postsocialistas", básicamente en lo mismo incide otra feminista, Beltrán:
¿Reconocimiento de quién, para qué y por parte de quién? No extraña que otra feminista (Olivia Blanco) hable del feminismo como "pactos entre mujeres de diferentes países e ideologías (...) que han llegado a constituirse en un sujeto colectivo" para un "nuevo Contrato Social".
Una sugerencia o consejo, que por supuesto me aplico a mí mismo el primero: no dejarse llevar por el frenesí mediático; la comprensión de fenómenos complejos y multifactoriales requiere necesariamente de una reflexión pausada frente a la inercia inmediatista.
Dos principios esenciales generales: el comunismo revolucionario no está para defender a 𝑛𝑖𝑛𝑔𝑢𝑛𝑜 de los rapaces imperialistas en liza; la violenta espontaneidad de las masas es impotente y fácilmente reconducible por la burguesía mediante el palo y la zanahoria.
Ahí van unas pinceladas para animar al estudio del segundo de los trabajos que han aparecido en el último número de Línea Proletaria —reconstitucion.net/Documentos/LP_…— acerca de la experiencia revolucionaria china y el 𝑎𝑛𝑡𝑎𝑔𝑜𝑛𝑖𝑠𝑚𝑜 entre comunismo y feminismo.
El objetivo ideológico y político principal del trabajo del Comité por la Reconstitución (CxR) es manifiestamente claro y no llama a engaño a nadie:
Frente a toda clase de mixtificaciones, el feminismo en China, como en el resto del mundo, actuó de hecho como mecanismo contrarrevolucionario de encuadramiento femenino, en este caso de las masas femeninas organizadas por el Kuomintang (KMT).
De hecho, la mayoría de la vanguardia proletaria está tan acostumbrada a tragarse la(s) película(s) del feminismo que ni siquiera ha leído a las propias feministas más honestas, que dejan muy clara la indisociabilidad entre feminismo y Estado burgués:
La desesperación por intentar casar dos movimientos y visiones del mundo antagónicos como el comunismo revolucionario y el feminismo se estrella incluso contra aquel feminismo que se sabe dominante y que no necesita al marxismo ni como elemento discursivo a instrumentalizar.
Es tal la fuerza del feminismo entre el comunismo que los que buscan salvar ese "infeliz matrimonio" aún no se han percatado de que el feminismo aspira, una vez enterrado el marxismo como teoría de vanguardia, a ser totalizador desde y por la perspectiva de género.
El énfasis internacionalista proletario en la denuncia del chovinismo español presupone una línea política independiente de los nacionalismos periféricos, sobre todo por parte de la vanguardia de tales territorios. Algo que muchas veces no ha sucedido. Un breve repaso histórico.
A lo largo de la historia del comunismo en el Estado español ha habido múltiples siglas que, con una política frentepopulista y electoralista, han confluido de un modo u otro con los nacionalismos periféricos, lo cual ha tenido y sigue teniendo consecuencias funestas.
En el Partido Bolchevique, con Lenin a la cabeza, la denuncia más implacable del chovinismo gran-ruso no solo no fue incompatible con el combate al nacionalismo periférico, que también "llegaba a ser franco chovinismo" (Stalin), sino que ambos eran elementos inseparables.
Las cantinelas de los farsantes socialpatriotas de hoy sobre la "dominación de España" por poderes extranjeros son bien conocidas, pero quizá no tanto sus profundas raíces, y menos aún que desde el 36 fueron la carta de presentación de buena parte del movimiento obrero.
Incluyendo, por supuesto, al anarquismo y al anarcosindicalismo, lo cual demuestra por enésima vez que oportunismo y nacionalismo, en cualquiera de sus formas, son indisociables. Pocas declaraciones como estas condensan tan bien la renuncia nacionalista a toda revolución social.
En el mismo órgano de expresión, por si quieren aprender nuestros oportunistas de hoy, tan solo varios días después la otrora poderosa CNT firmó junto al PSOE-UGT, PNV y ERC (sí, PNV y ERC) un manifiesto en el que denunciaba la "venta del Estado español" al imperialismo yanqui.