María de la Paz Fernández es una investigadora que estudia la agresión en moscas en la Universidad de Columbia. Según asegura ella, la agresión es innata en muchos animales, pero se restringe en la mayoría de las especies únicamente a los machos.
Hilo ↓
Estos pelean por territorio, comida u hembras. En moscas (Drosophila melanogaster), la agresión únicamente se da de machos hacia machos. De modo que los machos deben de averiguar si el individuo que tienen delante es un macho o una hembra, para decidir si debe atacar o cortejar.
Pero entonces, ¿cómo averigua una mosca macho si está delante de un macho o una hembra? En nuestra especie son las claves visuales las más importantes, pero en insectos, las claves suelen ser químicas, las feromonas.
Lo que hicieron la doctora Fernández y su equipo fue manipular la expresión de genes de la familia transformer, logrando machos que liberaban feromonas femeninas y hembras que liberaban feromonas masculinas.
Asombrosamente, cuando un macho normal se encontró con un macho que liberaba hormonas femeninas, el primero en lugar de atacar al otro macho, lo cortejó, como si fuese una hembra.
Por otro lado, cuando un macho normal se encontró con una hembra que liberaba hormonas masculinas, la atacó. A continuación, se preguntaron si este comportamiento, que era innato, podía cambiar. O si, de otra forma, el determinismo biológico se impondría y los machos seguirían ↓
engañados.
Para ello consiguieron hembras que se comportaban como machos, agrediendo a otros machos cuando se encontraban con ellos, pero liberaban feromonas femeninas. Cuando un macho normal se encontraba con una hembra masculinizada, al principio la cortejaba.
Pero esta en lugar de dejarse cortejar atacaba al macho (recordemos que este es un comportamiento estrictamente masculino). Lo sorprendente fue q el macho normal, cansado de cortejar y sólo recibir agresiones, dejó de cortejar. Y no sólo eso, sino que empezó a atacar a la hembra.
Como conclusión a su estudio Fernández asegura lo siguiente: “Aún en un animal tan simple como una mosca, el comportamiento está en los genes, pero la capacidad de aprender de la experiencia y modificarlo, también”.
Este experimento sirve como ejemplo para explicar algo: la plasticidad neuronal puede ser capaz de “borrar” o “sobrescribir” comportamientos instintivos.
1. Los monos que habitan en la isla de Koshima, en Japón, poseen algunos hábitos alimenticios que pueden calificarse como variantes culturales fuertes, pero que al mismo tiempo encajarían la definición propuesta
de variantes ecológicas.
Hilo.
2. Desde el primer viaje de exploración a la isla en
diciembre de 1948 para estudiar el comportamiento de los monos que la habitan, se les suministró trigo y patatas para habituarlos a la presencia humana y evitar que se mostraran esquivos.
3. En septiembre de 1953, se observó a una joven macaco de dieciocho meses llamada Imo, llevar una patata a un arroyo para lavarla con agua dulce. Luego la técnica mejoró, llevándola hasta al mar con lo que además de lavarla, la patata adquiría el sabor salado que proporcionaba
1. La diferencia de luminancia entre los rasgos faciales (ojos y boca) y la piel, denominada “contraste facial”, es sexualmente dimórfica ( Russell, 2009).
Hilo:
2. Los rostros femeninos tienen un mayor contraste facial en promedio que los hombres debido a que la piel femenina es más clara que la masculina, aunque los rasgos femeninos no son más claros que los masculinos.
3. El contraste facial se correlaciona positivamente con las calificaciones de feminidad y negativamente con las de masculinidad, y las alteraciones del contraste facial hacen que un rostro andrógino parezca masculino o femenino (Russell, 2009).
1. Gran parte de las personas no sabe mucho acerca de por qué los seres humanos tienen los deseos, emociones y valores que manifiestan, incluidos los que causan la violaci*n.
Esto se debe a que la mayoría carece de toda comprensión de las causas últimas (esto es, evolutivas) de que los seres humanos sean como son.
1. ¿Los seres humanos somos por naturaleza monógamos o polígamos?
A continuación, un fragmento escrito por Robert Sapolsky en su libro "Compórtate".
Hilo.
2. «Supongamos que descubrimos dos nuevas especies de primates. A pesar de haberlas observado durante años, esto es todo lo que sabemos: en la especie A, el macho y la hembra tienen tamaños corporales, coloración y musculatura semejantes;
3. en la especie B, el macho es bastante más grande y más musculoso que la hembra, y tiene una coloración facial llamativa (jerga: la especie B es sexualmente muy dimórfica). Veremos a continuación cómo estos hechos nos permiten predecir con precisión un montón de cosas sobre
«Los investigadores grabaron vídeos cortos de 157 hombres diferentes. A continuación, otro grupo de hombres vio estos vídeos. Los investigadores les hicieron la siguiente pregunta sobre cada uno de los hombres en los vídeos (Hilo):
"¿Qué probabilidad hay de que este hombre gane una pelea física con otro hombre?" Utilizaron una escala que iba de "extremadamente probable" a "extremadamente improbable".
Un grupo de mujeres también vio los vídeos. Respondieron a una pregunta sobre cada uno de los hombres: "¿Qué tan atractivo sexualmente es este hombre?" Utilizaron una escala que iba desde "extremadamente poco atractivo" hasta "extremadamente atractivo".