¿Por qué nadie enseña a echar, despedir o como dicen en RRHH, desvincular? 1/13
Odié la primera vez que me echaron.
Era 1993. Jorge C. empezó a hablar; yo ya sabía lo que diría.
Su tono era lúgubre, como sufrido.
Hoy, conociendo su carrera posterior (es un político muy conocido), no tengo pruebas ni dudas: actuaba, no sufría un pomo. 2/13
También odié la primera vez que eché a alguien.
Sufrí mucho. De verdad.
De hecho, nunca dejé de sufrir despidiendo gente... 3/13
Odiamos cuando nos echan, odiamos cuando echamos.
Y es un tema tan tabú que no lo tocamos, como si diera mala suerte. [tira sal por encima del hombro] 4/13
Estas son las tres claves que aprendí para echar mejor.
Puedes odiarlas o amarlas, pero te va a servir sin importar de qué lado estés. 5/13
#1. Minimizar las sorpresas: ¿pero cómo, si hace un mes dijiste que era genial?
Exacto, esa evaluación de desempeño tiene que ser honesta. Igual que tu feedback a diario. Y cómo le está yendo al equipo y a la empresa. 6/13
Debemos dar a cada individuo información para que esté preparado/a para los escenarios posibles. 7/13
¡Pero Leo, si robó lo echo! Sí, claro. Sin dudarlo. Pero no es una sorpresa, si fuimos claros previamente (por ejemplo si alguien robó antes y no lo echamos, se van a sorprender esta vez). 8/13
#2. Humildad: no estamos discutiendo si la persona es buena, útil o no, sino si lo es para ese puesto en esa empresa en ese momento. No denigramos a nadie: discutimos tareas, resultados, conductas. 9/13
#3. Elegir nos da felicidad. Sí, incluso en una situación tan fea como un despido, dar opciones le permite a la otra persona maximizar, aunque sea un poco, su resultado. ¿Qué opciones? No quiero dar ejemplos porque seguro van a ser criticados. 10/13
Bueno, sí, ejemplos: ¿Hasta qué día puede venir? ¿Seguro médico? ¿Cómo lo comunicamos? ¿Algún beneficio que sea valioso para la persona? 11/13
SHO: Sin sorpresas, Humildad, Opciones.
Echemos con los ojos en la Misión y el corazón en la persona. 12/13
Para cerrar, una convicción:
La mejor forma de no despedir es no contratar.
Seguime, para más ideas para pensar en tu carrera, emprendimiento o empresa como nadie :-)
¿Alguna vez sentiste en el trabajo que tenías que luchar por algo importante, algo que era lo correcto, que iba a hacer todo mejor? 1/6
Me pasó muchas veces, discusiones con la casa matriz, con mi equipo, con abogados, con IT... Como si tuviera que defender las cosas a capa y espada. 2/6
Era, sí, agotador.
Mi tasa de éxito habrá sido del 50%.
Y me alegra saber que no estoy solo, que a muchos les ha pasado.
Incluso a @BarackObama, cuando asumió como presidente. 3/6
Vergüenza, dudas, miedo al qué dirán, sensación de ser un impostor, temor a las preguntas y sensaciones físicas me hacían muy difícil hablar frente a otros.
Algunos estudios dicen que la glosofobia (sí, tiene nombre) es nuestro segundo mayor temor, después del de morir.
No les creas, están mal hechos.
Estos son los principales 10 aprendizajes de mi recorrido de introvertido a orador @TEDx 2/14
1. Formación: en la escuela y universidad no aprendí, así que hice cursos de Oratoria de todo tipo y hasta un curso de un año de standup comedy con el genio de @diegowainstein
Sí, tuve un show en la avenida Corrientes. Pero por algo no te enteraste. 3/14
Del @EdelmanPR Trust Barometer: a nivel global no confiamos ni en líderes de gobierno, ni en periodistas, ni en CEOs (aunque sí confiamos en el nuestro, claro 🧐)
Confiamos en quienes están más cerca, vecinos, colegas...¿Estaremos realmente yendo a un modelo mucho más local? ¿Cómo luce el futuro?
Y las empresas deben, cada vez más, hacerse cargo de sus responsabilidades para seguir vendiendo, contratando o recibiendo inversiones.
Cada vez está más presente en nuestras carreras el tradeoff entre "Seguridad" y "Libertad" que se resuelve, en mi opinión, negociando y pensando en el largo plazo
Otro gráfico que tuvo mucho éxito y aporta a esta conversación: ¿Cuánto valor agrega un gerente a lo largo de su gestión? ¿Cómo se compara con su "costo"?
"Hay que capacitarlo", podrías decir.
Claro, cuánto más tiempo pasa más necesitamos aprender... Pero menos aprendemos, y las áreas de RRHH de las empresas son parte del problema.
Nunca me sentí discriminado en la oficina. Hasta que Facebook arruinó todo. Seguido, demasiado seguido, me encontraba con fotos perturbadoras: gente con la que compartí horas, días, años, que se juntaba y se divertía. Pero a mí no me invitaban. 1/26
Cuando asumí como gerente general solía ser el primero en llegar. A las 8 estaba ya en la oficina, una hora antes que la mayoría. Por suerte, Facebook no existía, así que podía enfocarme en algunos temas estratégicos, planificación y análisis. 2/26
El resto del equipo empezaba a llegar a las 9. En promedio, los empleados de Officenet teníamos 30 años... Muchos llegaban con cara de no haber dormido lo suficiente. Yo no. 3/26