Uno de esos casos que llegan por casualidad, que no son tu especialidad y que te enseñan de todo y más:
Paciente varón, adolescente, 14 años. Consultan a neurología por cuadro progresivo de alteración de la marcha, tics, trastorno de conducta y desintegración del lenguaje.
Explican desarrollo normal, adquisición del lenguaje normal, escolaridad normal. A los 8 años dx de TOC. No explican bien que lo motivó. A los 10 años empieza a desarrollar múltiples tics complejos y vocalizaciones. No aportan informes.
A los 11 años añade múltiples episodios de irritabilidad y agresividad, retraimiento social, conductas de evitación y mal rendimiento escolar. Le ve una psicóloga y le pasa unos test.
Concluye dificultades adaptativas, en las relaciones sociales, gestión emocional y aceptación de la situación familiar (padres en trámites de separación + celos hacia su hermana recién nacida)
Empeora progresivamente: Más tics, múltiples rituales, marcada pérdida de la escritura y mucho menos comunicativo. Acuden a otra psicóloga: Ahora presenta ideación autolítica, delirante, sintomatología ansioso-depresiva y “demasiados tics”.
A pesar de ello, el informe concluye que “está mucho mejor, que con apoyo psicopedagógico sacará el curso y que hay que trabajar aspectos emocionales porque todo parece secundario a que le hacen bullying” (no comments).
La cosa va a peor. Se muestra agresivo, especialmente con su hermana pequeña. “Serán celos”, pero alguien con sentido común deriva a neurología. No aportan informe, pero dicen que “todo fue normal”. Le hacen RM informada como normal.
A los 14 años (pocos meses antes de verle) presenta dos episodios psicóticos graves con alucinaciones visuales, auditivas e ideación delirante.
Lanza objetos, se arranca el cuello de las camisetas a mordiscos, evita el contacto físico y tocar objetos por miedo a contaminarse.
Le hacen otra RM. Normal pero discreta acentuación de los surcos corticales y cisura de Silvio traduciendo en una discreta pérdida de volumen parenquimatoso con respecto a la previa.
Le vemos. Prácticamente no hay contacto visual. Se mantiene a varios metros de la mesa con los brazos extendidos en alto. Múltiples tics coreiformes faciales, impersistencia de la mirada y rigidez en ESI que aumenta con maniobra contralateral. Bradicinesia, romberg bizarro.
Sensibilidad normal, oculomotricidad aparentemente normal. Explican antecedentes de múltiples infecciones y de hecho están convencidos de que la causa de todo tiene que venir de aquí.
Aportan analíticas de TODO. Positivo para borreliosis y estreptococos. Linfocitopenia y niveles de calcio algo bajos. Tío con esquizofrenia.
Le veo. Presenta múltiples movimientos estereotipados + tics. Gira constante y bruscamente el cuello hacia sus padres. Su madre considera que estos movimientos reflejan inseguridad.
-“Ves, tiene que mirarnos todo el rato por su inseguridad”.
No, esto no es inseguridad.
No me mira, tarda en responder. Insisto a los padres: “¿el desarrollo fue absolutamente normal?”. Ahora ya no queda tan claro, parece que siempre fue “distinto” y que siempre fue a peor.
Nos dicen que rendía bien, pero no tan bien y algo lento, que tardó en hablar, que tenía ideas y un modo de jugar extraño, que prefería estar solo. Se obsesionaba con ciertas cosas (números, objetos), repetía muchas veces la misma palabra. ¿De ahí el supuesto TOC?
Pido los informes de pediatría. No los tienen. Pido informes de neurología. No los tienen. Intento entender si efectivamente partimos de un desarrollo normal o no y resulta francamente difícil, pero indudablemente siempre hubo “algo”.
Le exploro. Hipofluente, tangencial, paragramático. Repite frases simples, escribe mal (caligrafía, ortografía, contenido…). Denomina bien, pero con múltiples parafasias semánticas e intrusiones.
Aprende, recuerda con pistas, luego olvida demasiado y ya no se beneficia de pistas ni reconocimiento.
No reconoce objetos superpuestos, no es capaz de copiar una figura , no es capaz tampoco de imitar ciertas posturas o gestos con sus manos, especialmente con la izquierda.
Es lento, muy lento, casi deliberadamente lento. Su razonamiento abstracto, su capacidad para comprender determinados conceptos…es imposible.
Durante la exploración tiene episodios donde espontáneamente “desconecta” y no sabe qué estaba haciendo.
Mantiene posturas bizarras fijas. Se arranca la piel de alrededor de las uñas constantemente. Mucha agresividad, ideación autolítica, apático-abúlico, muchos pensamientos intrusivos. No entiende la ironía ni la metáfora.
Claro retraimiento social, pérdida de la empatía, gustos restringidos y conductas repetitivas.
Nos pasan por la cabeza varios posibles diagnósticos. Por supuesto, ninguno de ellos es que esto tenga que ver ni con la separación de los padres, ni con el bullying ni con los celos.
El cuadro, aparentemente, resulta compatible con trastorno que cursa con cierto retraso del neurodesarrollo y una posterior pérdida progresiva de habilidades adquiridas.
Un cuadro que asocia sintomatología neuropsiquiátrica compleja de tipo psicótica de inicio temprano, del espectro del autismo, obsesivo-compulsiva y trastornos del movimiento.
Recapitulando tenemos un cuadro que muy probablemente se inicia de manera muy temprana e insidiosa. Primero cierto retraso, luego un trastorno de conducta, luego un fenotipo parecido al Tourette, luego las manifestaciones motoras dejan de ser solo tics.
Progresivamente, síntomas tipo TEA + psicosis + pérdida de habilidades adquiridas. Ahora profundamente disejecutivo, apráxico. Un síndrome corticobasal, desintegración del lenguaje + posturas bizarras + exacerbación de todo lo conductual.
Tío con esquizofrenia. Múltiples infecciones posiblemente relacionadas con la linfocitopenia + calcio bajo. Resto analítica normal. RM normales pero discreta pérdida de volumen. Le pedimos EEG: Normal. Le pedimos Datscan: Normal.
¿Alguien se atreve con un Dx?
A nivel sindrómico posiblemente tenga elementos de todas las opciones previas + otras cosas. A nivel etiológico queda mucho trabajo por hacer.
¿Qué enfermedades de inicio en la infancia pueden asociar este conglomerado de síntomas y progresar?
Pues posiblemente unas cuantas, más aun teniendo en cuenta que muchos trastornos del neurodesarrollo manifiestan una clínica extremadamente variable.
¿Qué o a quien necesitamos aquí? Pues a los expertos/as en todo esto: Neuropediatría.
El caso nos llegó por lo exagerado de lo motor y la relevancia que le daban sus padres a ello, minimizando, en realidad, todo lo que no era motor, pero que llevaba tanto tiempo sucediendo.
Por eso, saber de algo implica también saber cuándo no sabes tanto de algo. Este acto de sinceridad con lo que hacemos es absolutamente necesario, aunque lamentablemente, hay mucho “sabelotodo” en este mundo.
El equipo que le vio supo integrar perfectamente la historia clínica referida e ir a buscar sabiendo donde tenían que mirar.
Por eso, les resulto fácil evidenciar ciertos rasgos dismórficos, una hipoplasia del timo, un soplo cardíaco, además de otros signos que ayudaron a orientar el caso.
Las infecciones contaban una parte de la historia, pero no eran la causa. La hipoplasia del timo y la linfocitopenia era parte integral del problema y explicaban la recurrencia de infecciones.
El diagnóstico genético fue un síndrome de deleción del #22q11.2 o Síndrome DiGeorge. Es la microdeleción cromosómica más frecuente (1/1000 fetos; 1/3000-6000 nacimientos).
Tiene una tremenda heterogeneidad fenotípica tanto en el conjunto de manifestaciones como severidad, pudiendo incluir:
-Inmunodeficiencia
-Problemas cardíacos
-Hipoparatiroidismo
-Anomalías palatales, renales, gastrointestinales
-Retraso del desarrollo y alteraciones cognitivas
-Sintomatología conductual
-Trastornos psiquiátricos
-Trastornos del movimiento
La prevalencia de los trastornos psiquiátricos (especialmente ansiedad, déficit de atención, del estado de ánimo y sintomatología tipo TEA) está significativamente incrementada. El 25% asocia dx de esquizofrenia.
De hecho, se estima que 1 de cada 100 personas con dx de esquizofrenia tiene una deleción del 22q11.2
Puede asociar trastornos del movimiento siendo los más evidentes a nivel orofacial, extremidades superiores y tronco. Se asocia con enfermedad de Parkinson de inicio precoz.
En mi opinión, muchas de las manifestaciones motoras tipo “apraxia / sd. corticobasal” y algunas de las cognitivas, no eran otra cosa que manifestaciones bizarras en contexto del trastorno psicótico asociado.
En resumen: 1. Saber saber que no sabes cuando es obvio que no sabes. 2. Derivar SIEMPRE a los que saben 3. La biología no es que juegue algún papel, es que en ocasiones ES el papel (y las ocasiones existen, muchas veces existen). 4. Volver al punto 1.
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El próximo octubre (19 a 22) tenemos un evento crucial en Barranquilla (Colombia) para todas aquellas personas interesadas en la enfermedad de #Huntington (EH).
Por segunda vez, @FactorH_LatAm -H organiza la “Latinamerican Huntington’s disease Conference” que este año contará con un elenco de ponentes de primerísimo nivel.
Además, el día 23 lo dedicaremos a realizar una campaña sanitaria en el área de Juan de Acosta, donde reside uno de los clústeres de personas afectadas por la EH más grandes del mundo.
Paciente varón, 57 años, acude acompañado de su hermano. Entra sonriente, con esa expresión “desubicada” que tantas veces hemos visto.
Le pregunto de donde es, donde y con quien vive, desde cuando, si está casado y a que se dedica.
Me cuenta que vive en una ciudad cercana a Barcelona desde hace cuatro años, que ahora vive con toda su familia, que estuvo casado durante dos años, pero no salió bien, que trabaja de camarero, pero lleva dos meses de vacaciones.
Paciente mujer de 64 años que consultó por tener la impresión de que le cuesta encontrar las palabras desde hace unos 6 meses. Su madre padeció una Enf. #Alzheimer y falleció recientemente.
Ella estaba sumamente angustiada por la posibilidad de tener la misma enfermedad y obviamente, estaba lidiando con todos los sentimientos que acompañaban una pérdida tan reciente.
De hecho, tanto ella como su acompañante explicaban antecedentes de mucha ansiedad de toda la vida que se ha visto exacerbada tras la muerte de su madre
Paciente mujer de 25 años de edad que consulta, llegando a mí de una manera totalmente casual, por tener la impresión de “no conseguir tener una vida normal”. Ha vivido en múltiples países sin tener jamás un trabajo estable.
Cuál nómada, en cada lugar donde ha pasado un pequeño periodo de tiempo, se ha buscado la vida para poder vivir mientras planeaba su siguiente destino. Nunca consiguió ser una buena estudiante y siempre tuvo grandes problemas de atención.
No está satisfecha con quien es ni con lo que ha conseguido o dejado de conseguir ser desde su caos personal. Pero para ella, todo tiene en parte una explicación: La #ansiedad.
Paciente varón, natural de un país lejano al nuestro. Demasiadas cosas han ido cambiando en él, en su modo de ser, de comportarse, de moverse.
Su madre explica un embarazo normal, parto con fórceps, cribado metabólico normal, desarrollo normal.
Era un chico sociable, hablador, algo despistado, bueno en la escuela. A los 8 años le diagnostican una enfermedad de Parthes a raíz de dolor y problemas de movilidad de la cadera. Es intervenido y pasa dos años en silla de ruedas.
Mejora, pero persisten problemas de movilidad de la cadera y dolor, especialmente en el pie. Hace deporte. Curiosamente, corre y nada sin tantos problemas como en la deambulación normal.
Y luego están los absolutos desastres, en todos los sentidos. Paciente mujer, 63 años. Sin antecedentes. Consultan buscando segunda opinión por diagnóstico reciente de demencia vascular sobre la base de los hallazgos en imagen (un infarto lacunar) + episodio de desorientación.
La vemos. La paciente no refiere quejas subjetivas de afectación cognitiva, pero explica que desde hace pocos meses ve a su padre y a su madre (ya fallecidos). Suelen estar sentados en el sofá. No hablan, no interactúan con ella.
Ve igualmente (lo hemos visto en otras ocasiones) personas sin rostro ni pies que atraviesan las paredes. De manera recurrente tiene una paramnesia reduplicativa: Su casa se parece a su casa, pero no es su casa.