Durante la era Kirchnerista el gasto público consolidado (sobre PBI) se incrementó de 26% a 47%. Prácticamente se duplicó el tamaño del estado en todos sus niveles: nacional, provincial y municipal...
La ingeniería del incremento del gasto se basaba en 3 pilares (“la bomba”):
1.Contratación continua de empleados públicos en los 3 niveles
2.Incremento de prestaciones sociales
3.Subsidios económicos vía congelamiento de tarifas de servicios y transporte
Estas medidas implicaban, indirectamente, un regalo de dinero por parte del estado a la gente, generando un incremento espurio del ingreso real, consumo artificial, disminución de stocks, destrucción de servicios y un crecimiento económico inconsistente e insostenible
Tal es así, que, en materia fiscal, la gestión K comenzó con superávit fiscal de 2,1% en 2004, y a pesar de haber aumentado notablemente la presión tributaria, entregó el gobierno con un déficit de 6,2% en 2015 (“la herencia”).
Con el acceso a los mercados de deuda restringido (ahí radica el falso mérito del desendeudamiento) el rojo fiscal se financió imprimiendo billetes, dando lugar al proceso inflacionario (año 2007, con la propia intervención del “IndeK”), que hoy aún padecemos...
El modelo entró en su fase de agotamiento en el año 2011, dando lugar a un periodo de estancamiento económico. Desde entonces solo se fueron profundizando todos los desequilibrios macro: déficit, emisión, inflación, cepo, default, estancamiento, caída industria, etc.
A fines del 2015, estaba todo dado para que la economía se encaminase hacia una nueva crisis (depresión profunda + hiperinflación). Sin embargo, desde el cambio de gobierno, la economía entró en una importante fase de estabilización.
Concluir la estabilización económica requiere desandar la ingeniera explosiva del gasto público heredada de la gestión anterior (punto 2). Esto explica la importancia para el oficialismo de lograr la normalización tarifaria; y de la oposición en que no se logre.
Lamentablemente una vez más padecemos la indisciplina de quienes nos gobiernan. Alguna vez aprenderemos que en economía nada es gratis. O pagamos los servicios directamente, o los pagaremos indirectamente con impuestos, inflación, deuda, crisis y decadencia...
Dedicado especialmente al Bicampeón!