Si los curros normales fuesen como el de futbolista: 👇
Los padres de Julián siempre supieron que tenía algo especial. Tenía una facilidad natural para colocar comida y bebida tanto en la despensa como en el frigo. Su primer regalo fue una estantería llena de artículos. Desde entonces siempre pidió lo mismo, año tras año.
Pronto lo apuntaron al equipo de reponedores del comedor del colegio. Allí comenzó a destacar: colocaba las cosas a una velocidad increíble, sin errores. Mientras otros niños aún estaban deshaciendo el palet, él ya estaba apuntando todo lo que se estaba agotando.
Su entrenador vio que Julián tenía mucho talento y que podría vivir de la reposición si se lo tomaba en serio. Así que le habló del chico al propietario de un pequeño ultramarinos del pueblo, el cual le hizo una prueba (en la que impresionó) y lo contrató en el acto.
Al año, un ojeador de las categorías inferiores de Gadis se fijó en él y, tras hablarlo con sus padres, decidió aparcar los estudios para dedicarse 100% a su verdadera vocación.
Tras tres buenos años, llegó la Gran Oportunidad: Mercadona llamó a su puerta. El mismísimo Juan Roig le llamó para ofrecerle pagar su cláusula con Gadis. Y su vida cambió (fama, dinero, coches, un modelo de transpaleta con su nombre, el salto a la selección nacional, etc).
Para ya sabemos que en el mundo de la reposición hoy estás arriba y mañana abajo. Una tarde de sábado, y, en una acción aparentemente intrascendente, iba a llegar el mazazo. Faltaba apenas un mes para el mundial.
Julián pasaba por la zona de cajas cuando se encontró con una anciana y su carrito. En un error propio de infantiles, trató de pasar por delante de la octogenaria cuando la megafonía anunciaba la apertura de la caja n°3. El carrito le destrozó el tendón de Aquiles. Adiós Mundial.
Nunca más fue el mismo. Cuatro años después, durante una campaña de navidad, Mercadona contrataba a un joven que acabaría por quitarle el puesto. Tras esto, probó la aventura de EE. UU (ya en el ocaso) en un WalMart.
Hoy Julián ha vuelto a España y está sacándose el carnet de entrenador. "No podría tener un trabajo normal, solo sé de reponer", asegura.
