El otro día dije que el auge de la ultraderecha en países como Italia y Suecia tienen como principal responsable a todos los bien pensantes y bien intencionados que decidieron esconder los problemas originados por la inmigración. Escribiré sobre el tema, pero rescato dos cosas.
Desde un caso de corrupción en un ayuntamiento a la existencia de grupos dedicados a abusar sistemáticamente de menores no fueron investigados porque existía la consigna política de no escarbar en la mierda de los inmigrantes en Reino Unido. guerrasposmodernas.com/2016/08/29/el-…
Las ONG recogían los inmigrantes cerca de la costa de Libia mientras en las redes sociales hablaban del rescate de refugiados en el Estrecho de Sicilia. Medio millón de personas desembarcadas en Italia. El tema estalló en la elecciones. Menuda sorpresa guerrasposmodernas.com/2017/07/03/una…
La idea de fondo es que hablar de los problemas que genera cierta inmigración "estigmatiza" a cierta comunidades y puede generar rechazo. Lo que consigues es que los problemas que son invisibles no se abordan y solucionan.
¿Se acuerdan de cómo el tema de las "bandas latina" en España se puso de moda allá por 2007? Latin Kings, Ñetas, etc. Se habló en los medios del problema y llegó la Administración (policía, servicios sociales).
Ahora los medios han decidido tapar el tema y le han regalado un aura de credibilidad a todos esos blogs y páginas de Facebook que te cuentan "lo que los medios no quieren que sepas". Luego vienen los lloros por la falta de credibilidad de los medios.
Y es que la premisa de partida de políticos y periodistas es que la realidad con la inmigración es demasiado problemática y el vulgo, que es idiota, puede tener pensamientos equivocados. Así que es mejor que no darle la oportunidad de pensar.
De paso, hacen lo posible para que piensen bien. Recordamos a TVE mostrando imágenes de una manifestación de la comunidad musulmana contra el terrorismo tras el 17-A en Barcelona. Gente con ropa de abrigo en pleno agosto frente a la Estación de Atocha. Tiraron de archivo.
Al final, tienes un problema de clase. Ninguno de esos políticos y periodistas viven en los barrios periféricos que han sufrido un proceso de degradación en los últimos 30 años. Sus hijas no han sido acosadas en los parques o el transporte público.
Y cuando salen a dar explicaciones, dan entre risa y pena. En Francia alguien dijo que el acoso que sufrían las mujeres en ciertos barrios era producto de las "aceras estrechas".
Puedo seguir con anécdotas. Un día comenté aquí las clases de "ligoteo" que se impartían a inmigrantes en Noruega. Alguien me dijo que le parecía paternalista, por tratarlos como tímidos y sin habilidades sociales. Me sorprendió la ingenuidad de no querer ver la razón de fondo.
Concluyendo. Han generado en la gente la impresión de que políticos y periodistas forman parte de un establishment desconectado de la realidad, que vive en su torre de marfil y les desprecia. Y de pronto llega un partido que es lanzar una pedrada contra todo eso.
