¿Conocéis la historia de la dieta cetogénica?
Pues ya va siendo hora.
😎DENTRO HILO.😎
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La dieta cetogénica ha ganado gran popularidad en las últimas dos décadas, pero su historia se remonta a hace aproximadamente 100 años.
Para quien esté un poco perdido, la dieta cetogénica (DC en adelante) es una intervención dietética en la que mediante la restricción voluntaria de carbohidratos de la dieta conseguimos la elevación de cuerpos cetónicos en nuestra sangre. De ahí lo de "ceto-génica".
Los cuerpos cetónicos son sustancias químicas producto del metabolismo de las grasas, que se generan en las mitocondrias de nuestro hígado en situación de ayuno o deprivación de carbohidratos. Son algo así como un producto secundario de la oxidación de grasa. 
Pues bueno, otro día si queréis explicamos las potenciales aplicaciones de dicha dieta y si es o no útil y para qué. Hoy vamos a explicar su historia.
Mis hilos, como prueba de fuego, suelen ser largos. Esto garantiza que solo lleguen al final los realmente interesados. Los elegidos. Los frikis. Los que quitan el Chester para ver un programa científico en la dos.
El precursor de la dieta cetogénica es tan antiguo como nosotros. Así es. Hablo del Ayuno. El ayuno es el predecesor de la dieta cetogénica, porque como comentaba, en una situación de ayuno también hay elevación de cuerpos cetónicos.
El ayuno ha sido utilizado por el ser humano para "tratar" enfermedades desde hace más de 2.500 años. O al menos las primeras referencias así lo indican.
Fueron precisamente los textos de Hipócrates, que en su colección hipocrática, allá por el 500 aC, dejó reflejado como el Ayuno podía mejorar varios "males", como la epilepsia. Esto, por supuesto, basándose en la más pura observación empírica.
Por aquel entonces, se dieron cuenta que los animales evitaban la comida cuando enfermaban y el ser humano aliviaba algunos síntomas cuando ayunaba.
500 años más tarde, Marcos cuenta en este pasaje bíblico como un padre desesperado presenta su hijo epiléptico a Jesús. Éste cuenta entre lamentos que su hijo no mejora con nada y sufre crisis muy frecuentes. Jesús le contesta que este tipo de mal sólo se cura con ayuno y rezo.
Lo del rezo es entendible, pues era el tratamiento coadyuvante de todo. Con respecto al ayuno, probablemente Jesús se había leído los trabajos de Hipócrates.
Si damos un salto a tiempos más modernos, los primeros en utilizar el ayuno como herramienta terapéutica para la epilepsia fueron una pareja de médicos franceses, Gulep y Marie, en 1911. Trataron 20 niños epilépticos y varios adultos, con buenos resultados, según parece.
No pasaron muchos años hasta que los primeros reportes de usos contemporáneos del ayuno para tratar epilepsia fueron registrados. Fueron en EEUU el Dr. Hugh W. Conklin de Michigan y el gurú del fitness Bernarr Macfadden los que popularizaron esta intervención.
Sí, lo que leéis. Macfadden era un gurú del fitness, una suerte de Schwarzenegger precoz que escribió una revista llamada "Physical Culture" donde mostraba a sus lectores como desarrollarse físicamente y "evitar la enfermedad". Uno de los primeros machacas de nuestro tiempo.
Y además, parece ser que era muy influyente. Hasta se atrevió a pedirle a Franklin Roosevelt el puesto de ministro de Salud en 1931.
Por otro lado, el endocrinólogo H. Rawle Geyelin del Hospital Presbiteriano de Nueva York, comenzó a describir la fisiología del ayuno haciendo hincapié en los beneficios neurocognitivos que éste parecía proporcionar.
En 1920 los Doctores Cobb y Lennox, epileptólogo (¿recordáis el síndrome de Lennox-Gastaut?) describieron cómo el control de la epilepsia en estos pacientes ocurría en 2-3 días de comenzar el ayuno debido a "un cambio en el metabolismo desencadenado por >>>
>>la deprivación de comida o carbohidratos, forzando al organismo a quemar "acid-forming fat". Se referían a los cuerpos cetónicos, por supuesto.
En 1921 dos observaciones cruciales para el devenir de la DC tuvieron lugar. Por un lado, Woodynatt se dio cuenta de que la acetona y el beta-hidroxibutirato (dos cuerpos cetónicos) aparecían en sujetos que ayunaban o restringían su ingesta de carbohidratos.
La segunda observación vino de la mano del Dr. Wilder de la primera clínica Mayo, que advirtió cómo los mismos beneficios del ayuno podrían ser imitados si producíamos esa cetosis mediante otros medios, como puede ser la manipulación de los macronutrientes de la dieta. EUREKA.
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Nació la dieta cetogénica y podemos decir que el Dr. Wilder fue su padre.
La dieta fue utilizada con éxito en el tratamiento de la epilepsia durante varias décadas, hasta que ocurrió lo siguiente. Merrit y Putnam, dos de los padres de la Neurología moderna, descubrieron la Difenilhidantoína, un fármaco antiepiléptico que ofrecía resultados.
Pese a que la DC había sido revolucionaria en sus comienzos, pues permitía evitar el ayuno y las consecuencias del mismo (mal nutrición en niños, connotaciones psicológicas, etc.) consiguiendo similar mejora en los síntomas epilépticos, empezaba a quedar relegada a un 2º plano.
¿Por qué? Era evidente que cuadrar una dieta restrictiva y compleja era más dificultoso que tomar un fármaco. Y se olvidaron de la dieta cetogénica. "Y olvidamos el sabor del pan". Mi teesoooooooro.
Más adelante, el nacimiento del valproato sódico fue favoreciendo ese olvido aún más. Teníamos herramientas para tratar la epilepsia. No había interés alguno en la DC. Next.
No obstante, muchos grupos se dieron cuenta, con el advenimiento de la patología metabólica, que la DC era especialmente útil para perder peso. Así, se utilizaron dietas afines, como la propuesta por el Dr. Atkins, para la pérdida de peso en todo el mundo.
Siempre, eso sí, con el recelo de los grupos científicos más ortodoxos pues durante muchísimo tiempo (aún hoy en ciertos ámbitos) se consideró a la cetosis como una "endotoxemia metabólica" que había que evitar a toda costa.
Sea como fuere, durante los años 40 a comienzos de los 2000 la DC era algo bastante relegado a un rinconcito de la ciencia, y no muy bien visto. Tanto es así que se publicaban una media de 1 a 8 estudios en pubmed al año hasta los años 2000. En la imagen dejo los que hay hoy.
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¿Y qué pasó en los años 2000? Lo que pasa siempre. Un reality show publicado en la NBC y llamado Dateline contó la historia de Charlie, un chiquillo de dos años con epilepsia refractaria que no mejoraba de ninguna de las maneras (por eso era refractaria la epilepsia, jé).
El chico fue llevado al Johns Hopkins y el Dr. Freeman y Millicent Kelly lo pusieron en cetosis con una dieta cetogénica. El niño mejoró y la dieta empezó a ganar popularidad social.
Hoy día estamos presenciando un renacimiento de la misma como estrategia con potenciales beneficios, algunos constatados, otros por constatar en diferentes patologías.
Pero como ya te pican los ojos y te duele el cerebro, dejamos para otro día las aplicaciones, beneficios, perjucios e idiosincrasias de la dieta cetogénica. Si has llegado hasta aquí, como siempre, mi enhorabuena. Tienes un hueco en el cielo de la ciencia.
Si os gusta, habrá más.
Si no os gusta, también.
Si no os gusta, también.
