Thread by @sexsibaritas

La cita es una cafetería pequeña, relativamente nueva y afortunadamente para nosotros, poco concurrida a esa hora. Le habíamos dado muchas vueltas a la propuesta de vernos con SG en un lugar público: vivimos en una ciudad pequeña y encontrarse con alguien conocido es muy común.

Al final nos convencimos pues nos aseguró que sólo se trataría de una entrevista y nada más. "Es para una tarea, de seguro! jaja!", le contesté en el grupo de whatsapp en el que estamos los 3. Juró y perjuró que efectivamente estaba llevando una serie de entrevistas...

...aquí y en otras ciudades, pues viaja constantemente. De ahí su insistencia: serían sólo unos pocos días en nuestra ciudad y no quería dejar pasar la oportunidad. Sinceramente, era tanta nuestra curiosidad y morbo que nosotros tampoco. Así que aceptamos.

Antes de bajarnos del automóvil, Ivonne me pide una vez más prometerle que no habrá de suceder nada "después". SG había sugerido, sutilmente, que quizá podría acompañar la entrevista con algunas fotografías. "¿De qué tipo?", le preguntamos inocentemente...

Los emojis que envió por respuesta, no dejaban lugar a duda. "Son sólo fotografías", traté de interceder por él ante Ivonne. "Ajá, y tú crees que ya entrados en el asunto, ¿no se le va antojar algo más?" Difícilmente podría contradecirla: seguro la cosa se habría de calentar.

"Sólo la entrevista y ya. Lo prometo", le respondí dando por zanjada la cuestión. SG nos esperaba en una mesita del rincón, muy discreta, y en cuánto nos vio nos dedicó una enorme sonrisa. Como si fuéramos viejos conocidos que tuvieran años sin verse. Vi de reojo a Ivonne...

Estaba sonrojada y hacía un esfuerzo enorme por disimularlo. Resultaba que SG (tengo que reconocerlo) era apuesto y proyectaba una personalidad arrolladora. Quise interpretar el ligero roce de los dedos de Ivonne en mi mano como una primera señal de aprobación.

Rápida y eficientemente SG recorrió a Ivonne con la mirada y, pude deducir fácilmente por su expresión, que había quedado prendado de la belleza de mi mujer. No lo culpo: llevo más de 15 años experimentando exactamente lo mismo. A mí, esas situaciones me...

...llenan de una extraña combinación de morbo, excitación y celo. Pero dijimos que se trataba de una entrevista y, de alguna manera en breves segundos, los tres nos recompusimos y tomamos asiento alrededor de la mesita.

(Continuará...)

“¿Quieren tomar algo?” SG señaló la cerveza que tenía frente a sí y yo decidí acompañarlo: “Claro, así agarramos valor”. Ivonne golpeó ligeramente su rodilla contra la mía. “Yo con una Coca-Cola estoy bien”, aclaró , mientras me dirigía una mirada reprochadora. Sosiégate.

La única mesera del lugar se acercó a nosotros a un gesto de SG. Quizá había sido previamente aleccionada por él porque no hizo ningún comentario y desapareció rápidamente en busca de nuestro pedido. “Necesitamos privacidad”, me imagino que le habrá dicho. Al parecer Ivonne...

...compartía mis pensamientos, pues noté que se reacomoda en la silla, un tanto nerviosa. Un silencio incómodo brotó en ese momento, que sólo fue roto con la llegada de nuestras bebidas.
“Jamás me hubiera imaginado que ustedes fueran swingers”, disparó , a bocajarro, SG.

Ivonne y yo nos volteamos a ver el uno al otro y soltamos una carcajada. “No sabíamos que los swingers tuvieran alguna apariencia en especial”, dije, mientras daba el primer sorbo a mi cerveza. Nuestra risa y mi comentario lo tomaron por sorpresa, pues inmediatamente...

...trató de corregirse. “Me refiero a que...bueno, no sé, se ven muy serios” Nueva risa, esta vez más controlada. “Y lo somos, de verdad. Lo hemos comentado varías veces entre nosotros y sentimos que es la manera perfecta de ocultar nuestra identidad secreta. Nadie lo sospecha”

Ivonne intervino por primera vez en la conversación: “Claro qué hay gente que lo sospecha. Ya no nos la creen que viajemos tan seguido a CDMX porque vayamos a visitar amigos de la infancia o acudamos a conciertos” Buen punto: hace tiempo que nos acabamos esas municiones.

“Entonces, ¿aquí no swinguean?” SG parecía genuinamente sorprendido. “¡Nooo!”, respondimos los dos al unísono. “Bueno, hemos ido a algunas fiestas y tenido un par de citas. Pero cada vez nos hemos vuelto más temerosos de encontrarnos a alguien conocido” SG reviró: “¿Y al Desire?”

Siempre nos preguntan lo mismo y siempre se sorprenden cuando respondemos que no, nunca hemos ido a ninguno de los Desire, que sí, que sabemos que está muy padre y sí, que quizá algún día iremos. En nuestra defensa alegamos que hemos conocido en redes parejas chilangas...

...que nunca han ido a ningún club swinger. “¡Pero si ahí los tienen todos!” les reclamamos con no poca envidia.
“Ok, pues. Platíquenme entonces cuándo supieron que les latía esto de la swingueada”
- “Cuando fuimos a Casa Swinger”
- “Cuando fui al Zócalo a lo de Spencer Tunick”

Nueva carcajada, ésta vez compartida por los tres. “A ver, pónganse de acuerdo”
“Creo que yo lo supe desde mucho antes, sólo que no sabía que así llamaba. De adolescente quería ser actor porno, ¿sabes?” (Risas de Ivonne) “Es en serio! Y pues no. Siempre he sido súper tímido”

“Pero se te quitó con lo de Tunick, eh!”, me retó Ivonne. “Bueno, era un montón de gente que nunca iba a volver en mi vida. Pero sí, dejando a un lado la congelada que me puse, fue muy excitante y divertido desnudarme frente a tanta gente”
- “¿Y tú no lo acompañaste, Ivonne?”...

Los ojos de SG se encendieron morbosamente. “No. En ese entonces yo juraba que jamás me desnudaría enfrente de otras personas”, aclaró divertida Ivonne al percatarse que la imagen que se había formado en la mente de SG rápidamente se esfumaba. “Para mi fue Casa Swinger”...

...continuó Ivonne. “Y tampoco fue que me desnudara por completo. Pero era la primera vez que veía sexo en vivo y la primera vez que cogía en público. Ya no recuerdo cuántas veces cogimos, pero llevaba dos tangas y las dos acabaron empapadas. Nunca me había mojado tanto”

“¡Claro que nos desnudamos al final!”, aclaré. “Fue en el glory hole, ¿recuerdas?” “No quería, pero ya que lo mencionas, ahí si me molesté porque insistías en que nos tocáramos con la otra pareja que entró detrás de nosotros”
Es verdad. Habíamos incluso puesto por escrito...

...las reglas con las que asistiríamos a nuestra primera experiencia swinger y yo, las había transgredido: “Ver y ser vistos, no interactuar con nadie” Ojalá y esa hubiera sido la única vez que las rompía.
“Quedémonos con el recuerdo de las tangas empapadas”, sentenció Ivonne.

(Mañana, la segunda parte este relato)

SG se percató de la ligera tensión que había surgido entre nosotros e intervino de manera diplomática: "No son la única pareja que ha pasado por esto. Y por lo que puedo ver, ustedes lo han superado y están muy bien ahora". Un respiro. "Sí, aunque todavía repasamos las reglas...

...antes de ir a alguna fiesta o club", aclaró Ivonne, dando por concluido el tema. "Se me antojo un cigarro, pero ya no fumo"
SG se quedó con la mano a medio camino, presto como estaba, a atender cualquier capricho de Ivonne. "Bueno, pero ¿quieres algo más de tomar?", inquirió

"Sí, una copa de vino me vendría bien", aceptó ya más serena y retomó el hilo de la conversación: "Disfruté mucho coger en medio de tanta gente. Me excitó muchísimo que nos observaran. Recuerdo que una vez fuimos a una fiesta donde había una especie de escenario circular...

...en el centro con sillas alrededor. Habían puesto una colchonetas y del techo colgaban unas telas. nos metimos a coger pero quise estar arriba de Javier, me prendió muchísimo que hubiera gente observándonos como si fuéramos los protoganistas en un performance! Jajaja!"...

Yo no recordaba esa anécdota, pero en seguida vino a mi mente y empecé a notar un ligero movimiento entre mis piernas. "¿Así que les gusta ser exhibicionistas?", inquirió visiblemente divertido SG. "Depende. A veces se presta la ocasión, a veces ha sido incómodo...

"...Javier, ¿te acuerdas cuando en un club un single nos pidió entrar con nosotros en aquel cuarto sólo para observarnos?" Eso sí que lo recordaba. "La verdad es que lo pidió muy amablemente y no pudimos negarnos, jajaja!"
SG no podía ya disimular la atracción que sentía por...

...Ivonne. No desprendía la mirada de sus labios y una sonrisa había quedado ya fija en su cara. "¿Y de verdad sólo entró a observar?", nos (¿la?) cuestionó SG. "Nosotros comenzamos a hacer lo nuestro. Es extraño pero como que nos costó más trabajo teniendo sólo a una persona...

"... observándonos. Cuando estás con mucha gente es más, no sé... anónimo. Pero a mí sí me costó un poco más de trabajo concentrarme. Claro que ya que lo estábamos haciendo le dije a Javier que si quería que el chavo nos acompañara. Y ¿que fue lo que dijiste?" Ivonne me miró...

...de manera pícara. Me sentí un poco apenado: "Dije que sí, pero que sólo podía tocar" Risas abiertas de Ivonne, disimuladas de SG. "Bueno, a veces me pasa. Según yo muy gallito quiero que participe un single con nosotros y luego me entra un poco el pánico", confesé.

"Sí, como la vez que te visite súper cortante con el single que se sentó en nuestra mesa y nos empezó a hacer plática. Jajaja! Sólo contestabas 'sí', 'no', 'no somos de aquí', jajaja!" Ivonne imitaba mi voz y ahora estaba francamente entretenida con el curso de la plática.

"¿Así que sólo lo dejaron tocar?" SG no estaba dispuesto a quedarse con la duda. Pero ahora Ivonne se sonrojó levemente. "Ay, pues es que empezaba a acariciar, a besar el cuello, los hombros, las bubis... Javier me conoce. Una mirada y los dos sabemos que quiero algo más"

"¿Y como es esa mirada?", preguntó SG ya de manera descarada. "Mmm...no sé", respondió Ivonne mientras se mordia, nerviosa y a la vez coqueta, un dedo.
"Dijiste que querías tomar unas fotos, ¿no? ¿Trajiste la cámara?"....

FIN

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