Desacreditar a otro para desautorizar su experiencia o su honestidad es más fácil que desarmar su argumento pero las leyes de la lógica no lo aprueban. Que yo esté loca no significa que tu tengas razón.
Todas las premisas serán demostradas antes ser usadas como palanca para deducir otras.
Aunque sea verdad que en Madrid llueve cuando yo tiendo la ropa, para demostrarlo necesitaría argumentos más sólidos que la propia experiencia/opinión.
Si miran los datos de desempleo de Bosnia-Herzegovina, verán que el municipalismo tiene sus límites.
Si afirmas que X tiene las manos manchadas de sangre, eres tú quien debe demostrar que es cierto, no X quien tiene que demostrar que no lo es.
Para demostrar que la economía se ha desplomado o ha resucitado cuando llegaste o te fuiste del gobierno, te van a hacer falta algo más de contexto.
Todo el mundo sabe que bañarse después de comer corta la digestión y que el café con hielo quema calorías. etc.