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Como ciudadano, más allá del oficio, comprometido plenamente con la causa por la libertad de Venezuela, porque todos padecemos la tragedia provocada por estos criminales, confío en que el embajador @calderonberti está a la altura de su cargo.
Sé que sabrá responder a una vergonzosa realidad que nos ha puesto en una incomodísima posición con los aliados.
Confío también en que nuestro presidente @jguaido podrá ser implacable con los implicados en una miserable trama de corrupción y sabrá sacudirse a todos aquellos que, por tantas semanas, han evitado que este “bochornoso caso” se concluya.
El presidente Juan Guaidó tiene una oportunidad clave para patear la mesa. Aunque se alza sobre un nido de alacranes, pudiera impulsarse para, con él, liberar a Venezuela.
Me casé con este proceso como muchos otros. Celebré su juramentación y me conmovió que estuviera a la altura. En ese momento lo escribí: “Es el gran hombre, de esos que requiere la historia para torcerla y forjarla”.
Sin embargo, hoy, tantos meses después de aquellos días, luego de tantos errores, sería excesivamente miope si no notara la triste tendencia que mantiene el Gobierno de Guaidó.
Me ha costado, dolido, profundamente publicar algo que, sabía, provocaría inmensas consecuencias. Pero jamás me hubiera perdonado haber sabido que algunos traficaron con la miseria de otros, y no haberlo publicado. Además, teniendo cabalmente toda la información y las pruebas.
A meses de tantear el triunfo, de pensarlo inminente, de celebrarlo, hoy lamento que en esto haya devenido nuestra gran oportunidad. No quiere decir que estemos perdidos, pero espero genuinamente que el presidente @jguaido demuestre, nuevamente, estar a la altura.
Por otro lado, ya asumiendo mi compromiso con el oficio, resalto que jamás me hubiera perdonado no haber publicado esto y que mi responsabilidad jamás será ser complaciente con las dinámicas gangsteriles. Lo de Cúcuta es miserable.
Es el sistema. Es el maldito sistema. Y la única forma de rescatar nuestra libertad es quebrando el maldito sistema. Es el objetivo.
