La Ley contiene tantos peligros, que la mejor forma de comprenderlos es pensar en el caso de alguien que sufre todo.
Bueno, veamos lo que propició el Congreso:
Entonces, a algún político se le ocurre la idea: vamos a usar la nueva Ley para financiarnos; podemos sacar millones.
¿Contra los bienes de quién? También, de quien sea.
Tal vez, lo primero sería iniciar contra los enemigos políticos. Empezar por su casa, hasta dejarlos sin bienes. Pero, el problema con eso, es que quizá sean personas que puedan gastar en un amparo.
Por eso, convendría empezar con los pobres.
Pero, ahora, la invención ya está hecha, diseñada perfectamente, para disparar con más facilidad, con menos restricciones, con más potencia y más ganancias.
¿Por qué? Porque la nueva Ley ni siquiera requiere que el MP presente su identificación.
¿Inventar pruebas?
¿Inventar una denuncia de una víctima fantasma?
¿Inventar un expediente de investigación ficticio?
No, nada de eso.
¿Por qué? Fácil. Porque la nueva ley permite que se aseguren los bienes hasta 4 meses antes de que el supuesto MP siquiera demande.
Sí, te pueden despojar por 4 meses sin siquiera tener que demandarte.
¿Se imaginan? Seis meses sin casa porque “cometiste un delito”, pero no hay ninguna denuncia, ninguna carpeta de investigación, nada. Sólo un supuesto MP que solicitó que te quitaran tus bienes por “datos”.
- Si el bien se deteriora con el paso del tiempo. Pregunta, ¿qué bien no se deteriora con el paso del tiempo?
1. Una empresa familiar con números amarillos. Es un negocio de toda la vida, pero el gobierno puede venderlo si le conviene.
En la antigua Ley, tenías el derecho a que, si demostrabas en el juicio penal que no existía “el cuerpo del delito”, te indemnizaran por el daño que sufriste.