Gillian es una niña de siete años y no puede sentarse en la escuela. Se levanta continuamente, se distrae, vuela con los pensamientos y no sigue las lecciones. Sus profesores se preocupan, la castigan, la regañan, premian las pocas veces que está atenta pero nada...
Le recomienda a la madre que la lleve a una clase de baile y a sus colegas que la hagan bailar de vez en cuando.