- Pero papá, aquí no hay nadie.
- Haberte quedado durmiendo, ahora apechuga.
- Papá la puerta está cerrada.
- Ya sabes, #PlayerOne, que los lunes especiales se entra escalando
- Desayunar.
- Ir al baño.
- Jugar.
- Los dientes.
- Un poco de televisión.
Ahora me miran señalando a la puerta.
Los tres.
No han puesto ni las calles todavía.
Si no lo haces te dejan la casa como el plató de una película de Michael Bay. Si algún director quiere rodar aquí una película post-apocalíptica no hace falta trabajo de producción. Lo tenemos todo listo e iluminado.
Ha sido difícil.
El #PlayerTwo no quería pero he utilizado el recurso de “allí habrá amigos del cole” y le he convencido.
Cogemos el carro.
Va más cargado que la furgoneta de Scooby Do.
No meto dentro un colchón porque me da vergüenza.
Luego sigo.
Hemos tardado.
Sí.
Nos hemos encontrado varios quioscos de prensa.
Ahora en los quioscos de prensa se venden más juguetes que en el ToysR’Us.
Puedes cargar el móvil.
Si te implicas hasta negocias una hipoteca.
Quiero decir.
Nos miramos entre padres siendo conscientes de un daño común y una falta compartida: tenemos sueño.
Nos hemos hechos socios de fines de semana perdidos.
Los críos se dispersan.
Empiezan los juegos del parque.
Yo voy con tres.
👉🏻 #PlayerOne 14 meses.
👉🏻 #PlayerTwo 4 años.
👉🏻 #PlayerThree 6 años.
Es un 3 contra 1 en toda regla.
Cuando llegue mi mujer habrá más equidad.
Pero hasta eso debo sufrir.
La táctica es sencilla.
Los mayores a su puta bola y yo a que no muera el pequeño.
Que a los mayores los veo de lejos.
No me juzguéis.
Las típicas cosas que no quieres en caaa porque están ya fatal.
Un cubo.
Y una pala.
Como pediatra era escéptico con eso de que el tercero va solo.
Pero reconozco mi error.
El colega un poco más y nos have las croquetas.
Con el primero los rotulas, cuidas y vigilas.
Con el tercero hay trueque constante.
No se sufre.
Además lo que le gusta lo defiende.
Ideas claras.
Pocas palabras.
Tension entre padres.
Cuando ves que un crío se lleva un juguete del montón estás ahí observando.
- Le vigilo pero que no piense nadie que me molesta que se lleve el juguete, pero me molesta un poco. Casi nada, una puntita.
Padres que se conocen con hijos que se conocen que tienen unas normas no explícitas sobre cómo compartir.
Es producto de varios días pero cuando surge es muy útil.
Genera una burbuja de comprensión.
¿Eh?
Que nos conocemos todos.
Niño caído.
Repito.
Niño caído.
A ver.
Que el golpe no ha sido nada.
Generalmente hago un “Batman” y me quedo en la sombra.
Probablemente piensen que soy un insensible al no inmutarme pero bueno.
El secreto es importante.
Que no vale para nada.
Que es una estafa.
¿Qué hago?
Hablo o me callo.
Pues dejo la cosa fluir.
No quiero que me odien.
- Dele arnica que yo le hago Reiki 4G, todo bien.
- No hace falta gracias.
- Es arnica.
- No vale para nada.
- Pues a mi me vale.
- Guay.
- ¿No quiere que se le pase el dolor?
- Claro, la arnica hace lo mismo que el tiempo.
- Pues no.
- Ains
- Las vacunas funcionan.
La madre no entendió nada pero en eso no pudo decirme que no llevaba razón.
Y el crío ya no lloraba.
Un triunfo.
Solo son las 11:25 y quiero que llegue ya la cena.
¿Cuánto queda?
No hay sombra.
Viva la protección solar.
Migraciones más fáciles he visto.
Cansados.
Todos quieren ir en brazos.
¿Cuantos niños caben en un carro?
Objetivo conseguido.
Ahora tienen que comer.
Van entre llorando y riendo.
En un equilibrio inestable.
A lo mejor les tocas y hay drama.
Hay que caminar lento-deprisa.
El mayor va bien.
El mediano regu.
Vamos a ver.
Ya queda menos.
Cuando veo a parejas jóvenes pienso “ya estaréis donde estoy yo y yo estaré... estaré en casa preocupado porque son adolescentes y no me hacen ni caso”
Un drama.
El subconsciente.
Les voy a ofrecer un menú cuidado.
Macarrones con chorizo.
Día especial.
Hay que sobrevivir.
En serio.
He tenido a vecinos haciendo cola con tuppers.
No me dan la estrella Michelín porque no hay más menú.
El jodío se me queda dormido en la trona.
Le he cortado la comida para que coma solo, ya os dije que es automático.
Y no puede con su vida.
Me hace reír pero al tiempo le odio un poco.
Desde las 7:00 despierto y con varios lloros en la noche.
Ahora cabecea.
Que mono.
Este va para seleccionador.
De lo que sea.
Selecciona lo que come.
Hace un escrutinio y va picando.
Como un pajarito buscando semillas.
Tienes que dejarle fluir.
A su bola.
Y nunca tiene sueño.
Mírale.
Fresco.
Amenazante.
Tic.
Coge macarrón.
Tac.
Chorizo.
Ha repetido dos veces.
Ha detectado el aroma a pimentón y el toque de canela.
Ha disfrutado con el aroma a eneldo y ha dejado una crítica en TripAdvisor.
Nada que objetar.
Así da gusto.
Llega el momento siesta.
Ese oasis en medio del día que te permite descansar un poco.
A ver si hay suerte.
Habrá que negociar con el mediano.
Es más difícil de convencer que Isabel Pantoja para tirarse del helicóptero.
No le voy a pagar nada.
Que conste.
Unidos podemos.
A ver.
Como si duermen hasta mañana.
Que llevamos desde las 9:00 en la calle.
O yo que sé.
Que ahora es cuando aprovechamos para conversar con frases largas.
Mi casa ahora es la envidia de Albert Rivera.
A ver cuánto dura.
Pero yo no le voy a poner frontera a un sueño.
Ale.
Descansemos todos.
Me he equivocado en es tuit.
El #PlayerOne es el mayor.
¿Veis como la siesta es una obligación?
Voy como un ninja.
En mi próximo libro “Cómo entrar en el cuarto mientras duermen y no hacer ruido” explico la técnica de la apnea.
Tienes que estar dentro el mismo tiempo que aguantas la respiración.
Se dan cuenta si exhalas.
Huelen el miedo.
Hay que aprovechar ahora que en cuanto abran el ojo pues no habrá tiempo más que para sobrevivir.
Es una movida porque hacerlo a la vez que el partido de @RafaelNadal es un arte.
Revés a dos manos a las mandarinas.
#PlayerTwo
Y ha hecho la pregunta que más duele.
Aquella que golpea el mínimo equilibrio que te debe llevar a la noche.
La cuestión inefable.
Destructora de tiempo.
- Bueno, ¿esta tarde dónde vamos papá?
Un bucle.
Una huida hacia delante.
Aquí le tengo preguntando.
¿Qué dónde vamos a ir?
Pagaba en oro quedarme en casa esta tarde leyendo.
Pero es lo que hay.
Habrá que pensarlo.
También necesita planificarse.
Claro.
Que luego se agobia si no hay agenda hecha.
Este se despierta como un cachorrillo.
Sale de la cuna caminando hacia todas partes hasta que se choca.
Es un Roomba de esos pero desorientado.
Sonríe más eso sí.
Pero en lugar de limpiar ensucia.
El mediano se vuelve a dormir.
En el sofá.
Le podría despertar, ¿pero y si no?
Creo que le dejo hacer.
No va a aguantar mucho, el pequeño va a desmontar la mesa en cualquier momento.
La merienda cuesta.
Piezas de fruta.
Se las adornamos un poco.
Uno cerezas.
Otro un plátano.
El de más allá una pera conferencia a 1,5€ el kilogramo a granel.
De nuestra frutería de confíanza.
Todo fresco.
Todo sano.
- ¿Papá y galletas de chocolate no tienes?
Son de Dinousaurio.
Que para algo soy pediatra
Vamos a jugar la baza de los juegos de mesa.
Crucemos los dedos.
Ahora lo que mola para adultos también son los juegos de mesa. Somos como niños hasta que tienes niños y luego ya odias todo hasta que tienes tiempo again para juegos de mesa
Bueno, no es de guapas, es de guapísimas.
No es brilli.
Es un monumento al brilli.
Brillipolis.
Brillirámide.
Brillante.
Ni idea de quién lo fabrica.
Buscadlo.
Es muy divertido.
Hasta que te tiran los coches al suelo claro.
Como ahora mismo.
Normal.
Pero le he pillado mordiendo una pata de una de las sillas del salón.
En plan mordedor antiguo.
Creo que le voy a dar uno de goma.
Y una cosa, aprovecho: los dientes al salir no producen fiebre, producen dientes.
Cada vez más cerca de la calle de nuevo.
Por lo menos hace sol.
Esto te pasa en un día de lluvia y no sabes dónde meterte. Esos días ponen más a prueba la paciencia que una quedada con cuñados y que alguien saque la política como tema.
Toca deportes varios.
A gusto de consumidor.
Pero antes una conversación estupenda.
+ Sí.
- ¿Y has sobrevivido?
Le he mirado.
Me he sentido como Bruce Willis en “El sexto sentido”.
El #PlayerOne a lo mejor tiene un pequeño lío con la palabra “sobrevivir”.
Me da mí que va a ser algo así.
- Balón de fútbol.
- Balón de basket.
- Canasta enganchable everywhere.
- Portería desplegable.
- Agua.
- Dos huevos duros.
Claro que sí.
Voy a presentar candidatura a los Juegos Olímpicos.
O con imanes que hagan que vuelvan solas.
Pelotas de tenis con piernitas pequeñitas.
Algo.
Por Dios.
@DecathlonES haced algo.
Menos trekking y más proteger la espalda de los padres.
Ahora soy un recogepelotas.
Y no tardes mucho en devolver la bola que los ministros del tenis se me enfadan.
Que pierden ritmo.
El musical.
Me van a quitar la custodia.
Traducido es “me voy a hacer pis donde pueda ahora mismo papá date prisa si no quieres pasar vergüenza mientras me mojo entero porque no me da la vida con la raqueta”.
Querido Ignacio, gracias por la cosa pero no quiero contratar un Sherpa para poder bajar al parque con los niños.
😂😂😂
Deseando que llegara.
Temiendo que llegara.
Por mí que cenen expectativas.
Pero queda feo.
Habrá que hacer algo.
¡Macarrones con chorizo!
Es broma.
¿O no?
No me juzguéis.
Aún no han cenado.
El salmorejo se lo toman bien.
El salmón también.
El sal de la bañera que hay que cenar se lo toman peor.
Por eso los baños a los 3 juntos.
Ellos se ríen.
Creo que si embotellara el agua resultante haría más dinero que Boiron con la homeopatía.
La memoria del agua del baño de mis hijos habla turco.
No tengo dudas.
Calculo que para las 5 de la mañana habrán terminado.
Empieza la fase sueño.
El #PlayerThree ha tenido a bien hacerse caca hasta arriba.
Quiero decir.
QUIERO DECIR.
Le tenía listo.
Pijama.
Pañales.
Todo.
Bañado.
Y me hace esto.
¿Cuánto cunde una hez infantil?
No me lo creo.
Tengo 2 toallitas húmedas.
Porque somos muy listos en casa.
Podría tirar de bidé pero con 2 toallitas húmedas yo te limpio Chernobyl y me sobra para la Plaza Mayor después de que estuvieran ahí los del Liverpool.
Vamos.
Ya queda menos.
Drama.
Ya queda menos.
Propongo tatuaje.
¿Habéis visto “Soy leyenda”? La de Will Smith.
Pues hay una escena en la que pulsa un botón y su casa se aísla como un búnker.
Estoy haciendo lo mismo con las persianas.
No quiero que pase la luz.
Son las 21:23.
Mis hijos no pueden ver claridad.
- Ahí fuera es de día Papá.
- No, es un anuncio.
Al del horario de verano le traía yo aquí ahora.
Valiente.
Ahí protegido en casa y nosotros tapando agujeros para que no haya pistas.
- Es de día.
- No.
- Hay gente fuera.
- Son actores.
Les voy a contar el de Hemingway y los zapatos de bebé.
Que es corto.
Aunque a lo mejor les traumatizo.
El #PlayerThree ya está KO.
Todas las noches les contamos un cuento.
Una condena guay.
Allá voy.
Uno clásico.
“La Patrulla Canina y los gatos pérfidos”.
Ahora el preapagado de luz.
- Papá un beso - #PlayerOne
+ Y una canción - #PlayerTwo
- El beso papá.
+ La del pirata.
- Y un abrazo.
+ Pero canta bien, no así que no se entienda.
Actúo más yo antes de apagar la luz que Christian Bale en la trilogía de Batman.
+ Papá deja el móvil y canta.
Pues eso.
Están los tres en horizontal.
Párpados cerrados y respiración pausada.
Han pasado más de doce horas desde el primer tuit.
Me voy a relajar.
Hasta que llore el más pequeño.
Ha sido un placer.
Un beso.
Una canción.
Y, ¿un drama?
No, seguro que no 😉