En mi intento por dormirme me obligo a repetir la frase “Va a estar bien” una vez atrás de la otra. (+)
–Tengo que aprovechar –me dice–. Ella es la única que no sale corriendo cuando me ve.
(+)
Me despierto bañada en transpiración. Son las seis menos veinte. Volver a tratar de dormirme ya no tiene sentido. (+)