#DíaDeTodosLosSantos #SaintStories
“¡Qué bien, el cura!”, pensé, porque llevaba lo que parecía una biblia y un rosario.
–¡Gracias a Dios que ha llegado! ¡Me quedé encerrado anoche! ¡Ha sido horrible!
–¡Hijo mío, no llores! A ver, cuéntame más. Dime qué ha pasado.
–A ver, ¿cómo te llamas?
–Antonio, me llamo Antonio.
–Sí, sí, tiene un par de ojos en una bandeja. Da un poco de escalofríos, lo sé, pero tradicionalmente se la ha representado así y no lo vamos a cambiar ahora.
–De pequeño la tuve… creo. Luego las circunstancias de la vida me sacaron un poco de la Iglesia y la muerte de mi padre me ha terminado de separar de Dios.
–¿Santa Rita la de “lo que se da no se quita”?
–Sí, sí. La misma. Dicen que ese dicho es una mala interpretación de otro que dice “siempre da y nunca quita”.
–Pues yo le pediría que no anduviera por ahí por las noches asustando a la gente.
–Bueno, sí, lleva el hábito de los novicios de los jesuitas, porque era joven, de hecho es el patrón de la juventud: Luis Gonzaga
–¡Qué Halloween ni Halloween! –me espetó mientras me daba una bofetada–. Perdona ¿te ha dolido?
–Pues te aguantas. Mira, hoy es el día de Todos los Santos. Es tu día y mi día. ¡Felicidades Antonio!
–Murieron apedreados por no renunciar a la fe. Eran dos chavales, dos adolescentes de la Málaga romana. Por eso les decimos cariñosamente “martiricos”.
–Jajaja, ya se te ve más tranquilo, te ha vuelto el color a la cara. No, la palma era un símbolo romano que significaba victoria.
–Seguro, sí, seguro.
–No hijo, no tenemos sacristán. Aquí la sacristana es Doña Virtudes.
–Bueno, yo no sé si es sacristán o es el portero, el que abre la puerta por las mañanas…
¿Tú estás seguro de que no has bebido hoy también?–
–¿Fray Leopoldo? Me suena. Ese era uno al que mi padre le rezaba mucho cuando le ponían la quimio. Pero… en serio, le digo que anoche…
Dios te salve María, llena eres de gracia… #FindelHilo