Hay días oscuros en los que uno se siente casi obligado a palpar este pedazo de cerámica, una humilde teja que susurra historias de un tiempo en el que los trabajadores fueron los dueños de sus destinos [Hilo ⬇️] 
En julio de 1936, tras derrotar al golpe fascista en amplias zonas de España, las organizaciones obreras; básicamente CNT, a veces arrastrando a UGT, se lanzan a socializar industrias y colectivizar empresas y campos.
Bajo diferentes denominaciones: 'colectivizada o controlada' (normalmente con pluralidad sindical); 'Colectividad o Sociedad obrera' (los integrantes son de CNT) o en los innumerables talleres, tiendas y cooperativas confederales, se pone en práctica la autogestión.
Para hacerse una idea de la magnitud, van unos mínimos datos referidos a las zonas por donde se extendió la ola colectivizadora: en Aragón, el Consejo de Defensa, presidido por el cenetista Joaquín Ascaso coordinaba unas 450 colectividades con cerca de 400.000 campesinos.
En Cataluña, colmena anarcosindicalista, entre el 70 y el 80 % de los cientos de miles de obreros industriales se agruparán en empresas colectivas; en el campo la experiencia será menor: entre 300 y 400 colectividades agrícolas agruparán 70.000 integrantes.
En Levante, más de 500 colectividades agrícolas sumarán a 130.000 y decenas de miles en colectividades industriales.
Y todavía podríamos hablar de amplias zonas de Castilla o Andalucía, incluso de ciertas empresas en la cornisa cantábrica antes de caer en manos fascistas...
Y todavía podríamos hablar de amplias zonas de Castilla o Andalucía, incluso de ciertas empresas en la cornisa cantábrica antes de caer en manos fascistas...
Con el impulso sindical, la amplia mayoría de los sectores productivos de la zona republicana serían autogestionados por los propios trabajadores y trabajadoras. Sin patrones.
(Fotografías: @FAnselmoLorenzo)
(Fotografías: @FAnselmoLorenzo)
@FAnselmoLorenzo Pese a la salvaje represión estalinista que, en su lucha por la hegemonía en el bando ‘republicano’, destruirá parte de los logros obreros; y la posterior derrota militar en 1939, para la historia queda una admirable capacidad constructiva y organizadora del anarcosindicalismo.
@FAnselmoLorenzo Epílogo: en los 80 del pasado siglo, albañiles que reparan una vivienda en Alicante, descubren que su tejado oculta ecos de una época en la que los sueños proletarios se hicieron realidad.
Hoy esas tejas, aparte de protegernos del tiempo, nos ayudan a luchar contra la desmemoria.
Hoy esas tejas, aparte de protegernos del tiempo, nos ayudan a luchar contra la desmemoria.
