Usaba adjetivos como incompetente, idiota, estúpida, para criticar muchas
Mi hija fue criada en ese ambiente.
Me reía de los chistes que humillan o descalifican a las mujeres, y los reproducía.
Cuando alguna se ofendía y
Muchas veces dije que estaban pidiendo ser violadas. Recuerdo que una vez me contaron sobre un
Defendía que hombres y mujeres son muy diferentes y por eso sus derechos no podían
Reproducía las falacias de que el hombre es más racional y la mujer más sentimental, que tener muchas mujeres en un mismo lugar de trabajo no da resultado, que la mujer habla demasiado, que le gustan los chismes, que los hombres son más competentes para gerenciar
Mi hija aprendió todo eso.
Una vez, un vecino agredió físicamente a su mujer. Mi esposa y mi hija hablaron de llamar a la policía, pero lo impedí.
Deshumanizaba la figura femenina.
A las mujeres más independientes y despegadas de esas reglas morales que yo defendía,
Decía que el feminismo era cosa de mujeres "mal atendidas", feas, desequilibradas, desubicadas.
Me ofendía cuando alguien me llamaba machista, y decía, "ni machismo ni feminismo, nada de ismos". Mi hija llegó a reproducir algunas de mis
Recuerdo cuando ella me lo presentó. Estaban empezando a salir. Una vez la oí conversando con una amiga y le contaba que a veces era un poco grosero, pero los hombres son así, ¿verdad? Yo era su referencia.
En otra ocasión hablaba con una prima sobre cómo lo
Recordó que unos años antes, su madre había descubierto algunas aventuras mías, y que eso era, al fin y al cabo, cosa de hombres.
Él me caía
Se casaron. Con mi bendición. Una vez ella se quejó con la madre de que él era muy celoso y posesivo, que la agobiaba.
Ella estuvo de acuerdo. Noté que algunas veces hablaba con ella de manera agresiva. Lo llamé para tener una charla. Me pidió disculpas y dijo
Hace poco ella llegó a casa con un hematoma en un ojo, el rostro hinchado y marcas en los brazos. Le pregunté sobre eso y
Ayer recibí una llamada de la policía. Supe que mi hija estaba muerta. Su compañero la había
Los vecinos oyeron sus gritos pidiendo socorro, pero nadie intervino ni llamó a la policía. Al fin y al cabo, en pelea de marido y mujer no se mete cuchara.
Yo morí junto con mi hija. Ahora yazgo en este suelo frío,
Puedo ver, oír. Veo ahora con una claridad y lucidez que me lastiman: el machismo, que siempre naturalicé y reproduje, oprime, hiere, mata. Oigo el grito de los feminismos. Es un grito de dolor. Es un grito ancestral.
Es tarde para mí. Es tarde para ella. Maté a mi hija. En cada acto machista maté a mi hija. Maté también otras hijas, hermanas,
Actúa antes de que sea tarde".
El historiador brasileño Cadu de Castro (en la foto) escribió y compartió esta conmovedora crónica.