(1/8) Sobre PSU, abro hilo. El estallido social ha acelerado cambios culturales. Hace años jóvenes chilenos protestan contra el mercado educativo. Parte del mercado son los instrumentos de medición q, hechos con otros propósitos, terminan siendo marcas de "valor" y "precios".
(2/8) La educ es segregada y d mala calidad promedio. A la mayoría se les obliga a entrar al mercado, y los instrumentos q ponen valor (como SIMCE y PSU) terminan responsabilizando individualmente a los jóvenes d esta gran injusticia general. Se les hace sentir menos valiosos
(3/8) El país no volverá atrás. No se trata de nuevos instrumentos: es que el acceso a los buenos cupos en las buenas universidades es escaso. Son pocos cupos, y la sociedad no cabe en ellos. Podemos seleccionar de mil modos. El problema es la selección en sí.
(4/8) El estallido nos obliga a encarar el siglo XXI: la educ superior ya no es para unos pocos, como hace siglos descubrimos que saber leer y escribir no era un privilegio. Debe ser para todos. Reaperece el grito de Córdoba: libre acceso a la educ superior como derecho!
(5/8) Los jóvenes se rebelan contra ser reducidos a un puntaje. Tienen razón. Las universidades públicas deben ponerse a tono con el nuevo Chile y el proceso constituyente, caminando hacia su universalización basada en libre acceso.
(6/8) Por supuesto, un sistema así no se hace de la noche a la mañana. Implica repensar la educación, reimaginar el modelo de desarrollo, vincularla con tales horizontes y repensar la relación entre educación superior y vida. Pero ya es hora que nos pongamos en esa tarea.
(7/8) Los jóvenes no pueden dejarse manipular por una derecha extrema q, sin sentido democrático, busca cualquier excusa para una salida autoritaria del proceso de cambios que se abre en Chile. El rechazo a la PSU no es el rechazo a la democracia. Es al revés. Es en su nombre.
(8/8) La U. de Chile (DEMRE) ha hecho un gran trabajo con cambios diseñados a PSU. El problema no es el inst, sino el contexto de mercado y de crisis de la educ pública en que se inserta. Es hora de ir al problema de fondo entonces. Si no es ahora, ¿cuándo?
